•¿Puedes Amarme?•

•Visitas A Escondidas •

•Narrador/a•

Los años pasaron con rapidez para ambos chicos quiénes aunque se encontraba separados una sola razón los conectaba tal vez está razón era algo confusa o imposible desde el punto de vista de ese Uchiha, sin embargo solo necesita de un empujón para aclarar sus dudas...

Casi 4 años fuera de su hogar y Obito creció de forma casi inmediata, desde que vive con Madara y Zetsu blanco a las afueras de Konoha los entrenamientos son especialmente para el, con facilidad seria catalogado con nivel de un Ambu pero era de esperarse el mismo Madara entrenaba a Obito y según Zetsu si Obito viera más haya de sus límites podría ser aún mas fuerte, pero el Uchiha mayor siempre recalcó que Obito seguiría siendo un niño mocoso para el.

En este momento Zetsu se encontraba ayudando a el Uchiha con el manejo de sus cadenas, ya que las cadenas le ayudaban a controlar el Kamui esta es su habilidad única gracias al sharingan. Parecería que los entrenamientos son fáciles pero no tienen nada de fácil, el entrenar con Madara significaba no tener que contenerse, el joven azabache no era una flor con petalos de color, claro que no, toda flor se llega a marchitar. Aveces tuvo que decidir sobre su vida o la de otras personas incluso llegó a matar solo para conseguir ese "poder" del que tanto hablaba el reconocido Madara.

-ey! Zetsu! ¿En donde se encuentra el viejo?- grito Obito mientras tomaba un descanso de ese entrenamiento tan asfixiante-

-el amo se encuentra atendiendo unos asuntos. -respondió claramente el acompañante-

-ya veo, ire a descansar un poco o ¿tal vez debería salir? No lo se... -hablo con duda-

-debería de reposar unos minutos.

-si tal vez deba... ¡Pero no lo haré ya me encuentro bien! -Hablo para continuar con sus movimientos-

Mientras Obito se concentraba en mejorar con los clones de Zetsu este le vigilaba de lejos, cuando llega el gran Madara.

-terminaste? - exclamó el Uchiha mayor con seriedad cruzando sus brazos y mostrando una gran seguridad al estar parado. -

Obito nota a Madara y se dirige a el En un solo movimiento.

- si! Ya lo domine y quería pedirle permiso para para ir a... Para ir.. A.. Kono.. - su voz disminuye y este colapsa cayendo inconsciente por el entrenamiento extremo de este día -

Madara se da cuenta que este se desmaya y de manera inmediata reacciona para evitar que Obito cayera al suelo.

-amo el joven Obito insiste en regresar a Konoha, también constantemente pregunta porque usted se empeña en entrenarlo y cuidar de el.

El Uchiha solo mira a el joven y guarda silencio.

-Zetsu que no te engañe, conozco al mocoso se que va a la aldea cuando cumple misiones fuera.

-lo vigilio día y noche como es posible?

-este niño es capaz de escabullirse ah vivido conmigo estos últimos años sería estúpido que no pudiera hacerlo.

-amo usted protege al joven Uchiha por qué le recuerda a su hermano menor? - preguntó Zetsu ignorando la respuesta anterior-

-el recuerdo de un ser querido te hace débil, no solo por mi hermano, este niño me necesitaba y yo necesitaba algo de el más haya de un entrenamiento.

-no lo comprendo...

-no te pedi que locomprendieras, solo llevalo a descansar y cura esas heridas en su rostro.

En Konoha desde hace muchos años se decía que un hermano mayor era y siempre sería un padre para el menor. A lo que madara se refería con que se necesitaban era la necesidad de algo sentimental fuera de hermanos o amor de pareja, Madara cuidaba a Obito como su hijo con el recuerdo de su hermano todos los días esa era la razón por tanta insistencia al respecto.