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🍼🍼🍼

Los seis jóvenes habían regresado a casa y como de costumbre crearon su propia reunión para conversar un poco del tema nuevo.

—Entonces no va haber ningún problema, sólo debemos vigilarlo y cuidarlo, ¿no es así?—El líder del grupo preguntó a sus compañeros.

—Supongo que si, no creo que sea tanto problema como para preocuparnos mhh...—Jin respondió y todos los demás estuvieron de acuerdo. Justo cuándo estaban por terminar de conversar y dirigirse hasta sus respectivas habitaciones, el timbre sonó.

Jimin fue el que abrió la puerta revelando a su manager con una maleta, detrás de este estaba un pequeño kook agarrando fuertemente la ropa del mayor, tenía la carita rojita e hinchada pareciendo recién despierto.

—Oh adelante Sejin nim y Jungkook—Jimin habló, kook al escuchar su nombre frunció el ceño y formó un puchero hermosamente exagerado.

—No Jungkook! ¡Kookoo!!—gritó haciendo que los presentes se sorprendieran ante tal grito molesto.

—shh no grites bebé, y chicos no lo llamen por su nombre, no le gusta—Sejin informó a los chicos que ahora asentían curiosos y sorprendidos.

Tan quisquilloso, pero tan lindo a la vez.

—Bien, eemn yo tengo prisa así que no voy a pasar, en esta maleta están todas las pequeñas cosas que necesita y en la mochila está su leche y otras cosas más—el manager habló rápidamente mientras dejaba las cosas y hacía que kook soltará su ropa.

—bebé, vas a quedarte con los hyung's como hablamos ¿okay? por favor se bueno y compórtate— kook se encogió de hombros y entró corriendo a la casa con su pequeña maleta de bebé y su mochila de conejito en su espalda. Sejin suspiró y volvió su mirada hacia los seis muchachos restantes que al parecer se les olvidó como cerrar la boca y cómo pronunciar alguna palabra.

—Chicos sé que puede ser difícil, confuso e incómodo al principio pero se van a adaptar, por favor les pido que le tengan paciencia y lo cuiden mucho, es realmente indefenso ante la realidad y la edad adulta y sin ustedes él podría salir lastimado y no le puedo confiar a nadie más que ustedes—Sejin dijo y los chicos por fin tenían una cara menos desconfiada y dudosa.

—Esta bien hyung, es nuestro pequeño y jamás lo descuidaríamos— Yoongi habló —si tenemos que aprender lo haremos, ve tranquilo—

El mayor de todos suspiró más aliviado después de recibir el consentimiento de todos de que el que ha sido su bebé por años iba a estar bien.

—Bien entonces me voy, por cierto ya lo bañé así que se están salvando de eso por hoy y manténgalo bajo su vista por que le encanta meter cualquier cosa a su boca, nos vemos chicos y gracias—

Sejin dio golpecitos en la espalda a los tiesos muchachos que otra vez perdieron el sentido por un rato pero finalmente asintieron y se despidieron.

—Creo que nos equivocamos y en realidad tenemos mucho trabajo por hacer—Jimin cerró la puerta y se dirigió hacia los demás.

—Nota mental para todos, no se baña solo—Taehyung informó y todos asintieron dirigiéndose hacia el menor de ellos.

Kook estaba sentado con las piernas abiertas y entre ellas su maletita de pingüino donde traía sus juguetes y lo estaba desparramando por todo el piso; sin importarle en lo absoluto que tuviera seis pares de ojos mirándolo y hablando de ellos, estos estaban encantados con el maknae, la manera en la que estaba vestido y jugando los quería hacer gritar de ternura y bueno pues quien no, kook era la palabra adorable en persona. Su pijama de cuerpo completo y su cabello que estaba perfectamente peinado de costado lo hacía verse muy pequeñito y tierno.

Six boys and a brat Donde viven las historias. Descúbrelo ahora