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Llanto...

Era todo lo que se podía escuchar en esa tormentosa casa.

En el cuidado de un pequeño claramente habría llanto de por medio, si y obviamente sería el «PEQUEÑO» el quien llorara; las cosas eran al revés en este lugar, siendo uno de los perdidos «cuidadores» quien lloraba cómo si la vida no le diera otra oportunidad de un siguiente día.

Taehyung cómo buen candidato para jugar o entretener al más pequeño de la casa, estaba dispuesto a hacerlo pero jamás pasó por su mente ser recibido de tal manera.

un bebé conejo malhumorado no tuvo mejores ideas para jugar y acudió a morder el brazo de su acompañante de juegos o más bien su «hyung».

Cualquiera diría «es sólo una mordidita juguetona» pero ¡No!.

Nuestro pequeño adorable y apachurrable protagonista parecía un conejito rabioso al cuál le picaban las encías, lo hacía con tanta fuerza hasta el punto de querer pensar que era un animalito depredador y que Taehyung era su presa.

—Hyuuuung, aaaaaahh—Tae lloraba más bien gritaba mientras intentaba alejar su brazo del pequeño quien tenía la naricita arrugada mordiendo fuertemente con la carita tiritando de rabia.

Realmente aterrador.

—Á, ¿qué pasó? Jin entró corriendo seguido del resto dejando cualquier cosa que estuvieran haciendo —Diosmio Jungkook, que te paasaa!—gritó al ver cómo el nombrado temblaba por el brazo de su dongsaeng —suéltalo koo, vamoos!—el mayor de todos intentó sacarlo de su fuerte agarre empujando su frente hacía atrás pero viendo que era imposible procedió a apretarle la nariz con la grandísima idea de que si quería respirar tendría que soltarlo, pues al final de cuentas si dió resultado.

—I-ba c-omerse mi caaarneee! Jungkookie es caniibaal—Taehyung gritaba todavía soltando lágrimas, mirando mal al niño quien intentaba escapar del brazo de Jin, todos tuvieron que reprimir una risita a tal comentario.

—Tú! ¡Conejito malvado!—Jin apuntó al bebé quien ahora estaba sentado sobre sus piernas riendo por quien sabe que
—No se comen carnes ajenas y menos si aún está vivo—bueno eso fue tal vez lo más retorcido que Jin pudo haber sacado de su linda boca pero no tenía idea de cómo regañar a un joven con edad mental de bebé, ya lo pensaría después.

debería aprender rápido, eso sonó bastante... extraño.

—Tal vez le gustó mucho tu carne Taehyungie—hoseok rio acariciando la cabeza del agredido que por cierto ya no lloraba —a ver, a probar un poquito—hoseok abrió su boca y se carcajeó al ver el pánico en la cara de Taehyung quien corrió hacia los brazos de Jimin.

¿Estos chicos de verdad estaban bien?

—Dejen de hablar de carne humana y mejor piensen en que podemos hacer con este pequeño monstruo, todavía no llevamos ni un día con él y esto ya es un desastre—Yoongi habló mirando a todos con cansancio.

habría que recalcar que todos estaban realmente cansados, nunca pensaron en cuán difícil iba a ser el cuidado de su preciado maknae en ese estado, tuvieron una tarde de gritos, una cena desastrosa en donde Jin correteaba detrás del pequeño para darle de comer y ahora un depredador bebé mordedor compulsivo a las diez de la noche.

Six boys and a brat Donde viven las historias. Descúbrelo ahora