Now... Hold my Hand, Carrie

Capítulo 7: Deporte Sangriento

AVISO IMPORTANTE: Chicuelos, aunque este fic lo he escrito para aquellos que, como yo, les gusta (o al menos, conocen) el personaje de Carrie, he visto que algunos de mis lectores no la conocen, pero igual les ha gustado la historia, lo cual me alegra muchísimo. Para ellos dejo el link de la parte de la película/libro que voy a narrar a continuación, pues lo haré desde el punto de vista de Amaia y tal vez los que no conocen la historia original, no les quede muy claro. Así que les recomiendo mirar esta partecita para tener un mejor contexto :)

LA DE 1976 ES LA MEJOR VERSIÓN DE CARRIE, PERO ESE VIDEO SÓLOPUEDEN VERLO MAYORES DE 18 AÑOS EN YOUTUBE, ASÍ QUE MÁS ABAJO DEJO EL LINK DE LA MISMA PARTE EN LA VERSIÓN DEL 2013, QUE ES MÁS SENSURADA.

1976: https://www.youtube.com/watch?v=MLtieeS3-gM

2013: https://www.youtube.com/watch?v=GSl2z6Jb0Fk

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Era una decisión fantástica, por supuesto, pero Amaia sabía que ejecutar un plan de acción para reconciliarse der alguna manera con Carrie no sería nada fácil. Al finalizar la clase de Mr. Hooman había intentado abordarla, sin éxito claro. La chica había salido corriendo del salón como adivinando sus intenciones y no había regresado a verla, aunque la había llamado. Sabía que Carrie estaba protegiendo su dignidad de la única persona en la secundaria Ewen que hasta ahora no se había atrevido a pisotearla (al menos, no intencionalmente), y, siendo sincera consigo misma, se estaba quedando sin ideas.

De cualquier manera, pensó, sería mejor esperar un poco a que se le pasara. Al principio no entendía la razón por la que Carrie estaba tan enfadada, es decir, sabía que había dicho algo que la había herido, pero ¡Vamos! Seguramente no había sido ni la mitad de cruel de los horrendos epítetos e insinuaciones que había recibido desde...desde niña. "Eso está ahí desde que estábamos en primaria" había dicho Sue y Amaia había sentido escalofríos al pensar de qué otras cosas horribles había sido víctima (sin contar, por supuesto, el extremo y nada sano fanatismo de su madre). Entonces lo había entendido. Carrie había cada día más confiada y hasta algo espontánea con ella en sus primeros días en Ewen, y sabía que eso se debía a que de alguna manera le había dado la impresión de verla con otros ojos. Y ella le había fallado. Había insinuado que era un asco ser Carrie, en sus narices, refiriéndose obviamente al constante acoso que recibía, sobre todo por parte de la rompepelotas de Hargensen (debía decirlo, aunque se le había enseñado a no juzgar a nadie, Christine era un grano en el trasero), pero sabía que la interpretación que había dado Carrie a sus palabras englobaban algo más grande y, por ende, más doloroso. Sí, definitivamente debía dejar a que se le pase un poco.

Había pedido permiso a Miss Dessjardin para saltarse la clase de gimnasia para ir a probarse para el club de danza moderna. Creía que eso la ayudaría a distraerse y entretenerse un poco. Debía admitir que le alegraba saltarse ese día la clase de gimnasia; sabía que jugarían volleyball y Amaia consideraba que su nariz era un inevitable imán de balones de cualquier tipo. Siempre la golpeaban. Le había ido muy bien en danza moderna y miss Thompson le había dicho que empezaría al día siguiente. Miró con orgullo el vestido blanco que llevaba y pensó que su estilo deportivo, parecido al de las animadoras de Shiloh, le había ayudado bastante a impresionar más con sus movimientos. Bruno se lo había regalado en la navidad y lo guardaba para ocasiones especiales, como aquella. 

Iba directo a los vestidores para cambiarse, había bailado solo unos minutos así que no necesitaría ducharse. Lo haría en casa. Mientras caminaba en dirección a las duchas, saludó a algunas chicas que estaban de salida y chorreaban gruesas gotas de sus cabelleras empapadas. Trató de recordar el número de su casillero de los vestidores...