Never Let Me Go || Sirius Black||

Quince

"Llévame a la casa de tu mejor amigo, dando vueltas alrededor de esta plaza".

                            ...

Luego de que Regulus me entregará esa carta espere un momento preciso para dársela a Sirius, creí que lo mejor sería no entregársela frente a los chicos así que espere el momento en el cual estuviera solo, cuando por fin ocurrió me acerqué a él y se la entregue, al principio creyó que era de mi parte, pero cuando le dije que era de Regulus su rostro cambio completamente. Me dio las gracias y se puso de pie y enseguida se marchó, nunca había visto a Sirius así.

Ahora me encuentro sentada en la sala común con las chicas, ya a pasado unos días desde el cumpleaños de Sirius,  no me e atrevido a preguntarle de la carta, creí que era algo privado.

—¿Quienes jugarán el primer partido de la temporada?—nos pregunta Alice.

—Gryffindor contra Slytherin—respondo mirándola—Sam debe estar arrepentido de haber entrado al equipo.

Nuestro equipo a estado practicando duro por varias semanas, según lo que me dice James es que a Sam no le va para nada mal, incluso dice que es bastante bueno, pero temo que en el partido cambie todo.

—Pobre Sam— dice Lily desde el otro lado—Solo tiene que relajarse.

—En ocasiones así, Sam lo que hace es todo menos relajarse—digo mirándola.

—¿Hiciste la tarea?— pregunta Dorcas junto a mi, asiento con la cabeza.

—¿Les gustaría ir a comer algo al gran comedor?— nos pregunta Lily, todas responden un si.

—Lo siento, pero no podré ir con ustedes —las miro—Hoy tengo que cumplir mi castigo.

—¿Castigo?—pregunta Mary mirándome.

—Si, McGonagall me encontró  de noche en la biblioteca junto a James, Sirius y Peter — les cuento.

—Vamos Pe, ya es la hora —dice James apareciendo de la escalera junto a Sirius y Peter.

—Las veo luego— me pongo de pie.

—Hola—James saluda a todas cuando pasa junto a ellas, Lily lo ignora.

Veo a Sirius acercarse a hablar con Marlene, ellos hablan. Comienzo  a caminar.

—¿Sabes que nunca antes me habían castigado?—le digo a James cuando me alcanza.

—Siempre hay una primera vez para todo ¿no?—se encoge de hombros con una sonrisa.

Miro a Sirius, está algo callado hoy.

—¿Como estuvo tu día Peter?— pregunto mirándolo mientras seguimos caminando.

—No tan malo— me sonríe.

Doblamos hacia otro pasillo, llegamos al pasillo de la oficina de Min. Al entrar podemos verla leyendo algo, debe estar revisando deberes.

—Hola— la saludó, los cuatro nos posicionamos frente a ella.

—Pues aquí estamos Minnie— le dice James, está levanta la vista.

—Hoy luce muy bien—veo que le da una pequeña sonrisa Sirius.

—Creí que no llegarían a tiempo—nos mira—Bueno...el señor Pettigrew y el señor Black ayudaran al profesor Flitwick a limpiar su salón, hoy hubo un incidente, el salón está hecho un desastre. El señor Potter y la señorita Gastrell irán a ayudar a Hagrid con el jardín, necesita un par de manos más.

—¿El jardín?— pregunto con una ceja alzada.

—Si, así que ahora vayan—nos hace un movimiento con su mano.

Al llegar al pasillo nos detenemos, ellos tienen que ir hacia un lado y nosotros al otro.

—Los vemos más tarde —Sirius hace un movimiento de cabeza, comenzamos a caminar

—¿Te gusta el jardín?— me pregunta James de repente.

—¿Que?— pregunto mirándolo con una media sonrisa.

—No es tan malo el jardín, además Hagrid es amigable— me sonríe, niego con la cabeza con una sonrisa.

Luego de caminar por varios pasillos logramos salir a los jardines de Hogwarts, pasamos el gran arco de concreto y bajamos la colina en dirección hacia la cabaña de Hagrid. Nos acercamos a la puerta y la golpeó, segundos después la abre Hagrid.

—Hola James, Hola Ophelia—nos sonríe este.

La primera vez que intercambié palabras con Hagrid fue en mi segundo año cuando me vio sentada sola leyendo un libro, el creyó que me pasaba algo y me preguntó si estaba bien.

—Minnie nos mandó a ayudarte, cree que es un castigo— le dice James—Pero no es así.

—Oh, bueno— él entra en su cabaña para enseguida volver a salir, pero con unas cosas—Aquí tienen un par de guantes y tijeras, están creciendo esas feas plantas y si no las cortamos ahora comenzarán a matar a todas las demás. Si tienen algún problema no duden en llamarme.

Junto con James caminamos hacia las grandes ramas que están creciendo, son muy feas.

—A mi mamá le gusta el jardín —dice James mientras se quita el chaleco y sube las mangas de su camisa hasta los codos.

—¿Si?—pregunto mientras subo las mangas de mi camisa hasta mis codos también—A la mía cocinar.

—Tal vez se lleven bien— dice James mirándome con una sonrisa antes de quitar una larga rama con algo de fuerza.

—Si— habló mientras trató de quitar una, pero al jalar fuertemente me caigo.

—¿Estas bien?—pregunta mirándome, rio.

—Si, solo que esa no quiere salir —rio todavía.

James me extiende su mano para ayudarme a ponerme de pie, pero en vez de eso lo jalo fuertemente y este cae a un lado.

—Está camisa estaba recién lavada, Pe— dice riendo desde el suelo.

—Eres un llorón James—le sonrió, está está recostado en el suelo y yo sentada, los dos mirarnos el cielo.

—Pe— dice de repente James.

—¿Si?— pregunto mirándolo.

—Me alegra haberte conocido Ophelia, eres la primera amiga que tengo— me sonríe, también lo hago.

—Eres genial James, eres un gran amigo— digo mirándolo mientras sigo sonriendo—Y es un placer ser tu primera amiga, espero que no te aburras de mi.

—No, eres genial — este se de pie y sacude sus manos, enseguida me extiende una.

—Bueno...hay que seguir —recibo su mano y me pongo de pie—Por lo visto tenemos mucho trabajo.

Miro las feas hojas.

—Si—asiente con la veda James con las manos en su cintura.