"No quiero morir, no estoy lista para hacerlo todavía. En este momento solo estoy segura de una cosa y es que te amo sin importar como vaya a terminar todo esto, voy a hacerlo hasta la muerte, en esta vida y en la otra"
Como dijo Albus Dumbledore a...
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Nunca creí que pasaría algo de mi tiempo junto a James, Sirius, Remus y Peter. Hace unos años si alguien se me hubiera acercado y me diría que ahora compartía con ellos me reiría y le diría que solo está hablando tonterías, pero desde esa noche en la cual estuve con ellos en la sala común, me di cuenta de que no eran realmente como creía.
—Te me has perdido por días —aparece desde atrás John.
—Hola, y tú eres el desaparecido J—lo miro.
Caminamos hacia el lago negro donde la mayoría de los alumnos van a pasar su tiempo cuando tienen libre y el día está lindo, también van a mojar sus pies a las orillas del lago.
—¿Acaso ahora eres popular?— le sonrió, este lleva las manos en sus bolsillos.
—Solo e estado charlando con un par de personas—se encoge de hombros—Lo que más me sorprende de todo este año es ¿tú hablando con el grupo de Potter? No lo vi venir ni en un millón de años, Pe.
—Tengo que admitir que no son unos verdaderos tontos, además James me explica algunas veces pociones— le cuento —También e pasado tiempo con Lily y sus amigas, corrección, solo con Lily, Alice y Mary porque al parecer Dorcas y Marlene no están interesadas en mantener alguna conversación conmigo.
—Te dire la verdad Ophelia—él se detiene a lo que yo también lo hago, me mira bastante serio—La verdad es que eres insoportable.
Nos quedamos en silencio unos segundos viéndonos, pero el enseguida comienza a reír.
—Eres un completo tonto John—le doy un golpe en el brazo—Tú eres el insoportable.
—La verdad es que Marlene y Dorcas sienten envidia de ti— dice sonriendo, niego con la cabeza.
—¿Por casualidad aspiraste algún ingrediente prohibido en la clase de posiciones?— pregunto mirándolo—Déjame decirte que estás haciendo que reúna fuerzas para arrojarte al lago negro junto al calamar gigante.
—La verdad es que eres genial a tu manera, a tú extraña manera—me da un pequeño empujón amistoso, le sonrió.
Llegamos al lago negro en donde se encuentran muchos chicos de varias casa, la mayoría debe tener un tiempo libre. Logro divisar a las chicas que están cerca del gran árbol qué hay.
—¿Has visto a mi hermano?— le preguntó a John mientras caminamos hacia ellas.
—Creí verlo en el campo de Quidditch junto a un par de chicos — dice mirándome, llevo una mano a mi frente.
—Sam ni siquiera saber montar una escoba, no se que rayos tiene en la cabeza—digo, finalmente llegamos donde están las chicas.
—Hola chicas—John las saluda con una sonrisa, ellas están sentadas en el césped.
