capitulo 7

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Un bosque iluminado por muchísimas luces, pétalos de rosas por el suelo, habían muchas florecitas a los alrededores. En el centro, una mesa de madera, hermosa, traía comida... Esa comida, traía recuerdos, se de donde salió esa comida, se por que esa comida exactamente.
Todo era precioso, tan hermoso, que mis ojos empezaron a humedecer, el estaba detrás. Vestido tan hermoso, con un saco, y peinado hacía atrás, con unos cuantos mechones rebeldes que salían de su peinado.

La luna, se veía frente a nosotros, tan grande, tan preciosa. Estaba en el lugar perfecto, en el momento perfecto.

Me acerque a la mesa, y mire todo, detenidamente. Mis ojos enfocaron a Chris, tenía una sonrisa de lado, muy pequeña, y un poco de nervios salía de ella. Se veía precioso.
En ese momento, toda la rabia, y molestia, se fue.

Estábamos aquí, ambos en un hermoso lugar, con la gran luna en frente, con preciosas luces y muchas flores, había música de fondo, una muy sutil musica.
El ambiente era divino.

Chris se acercó a mi, me ofreció su mano, gustosa la acepté. Me llevo al centro, al lado de la mesa, había un gran círculo, cerrado por flores. Nos posamos ahí. Tomo mi mano, me tomo de la cintura y me acercó a el.
Tomé su hombro, y lo mire a los ojos.
Estábamos tan cerca, tan pero tan cerca, que podía sentir su respiración golpeando mi nariz. Nuestra estatura era tan diferente, que yo debía mirar totalmente hacia arriba y el hacía abajo.

Estábamos conectados, tan así, que deje de escuchar Chachachá que estaba de fondo, solo lo veía a el, solo éramos, el y yo.

Solté un largo suspiro. Deje caer mi cabeza en su hombro y me presioné más a el, quería tenerlo junto a mi, cerca de mi, siempre. Lo necesitaba, y sabía que el me necesitaba a mi.

Ahora, éramos uno...

Así pasaron varios minutos, varias canciones preciosas sonaban, lentas y profundas. Acabo la última y nos separamos, sentí un vacío, tanto así, que solté un pequeño quejido, al que el le hizo reír un poco.
Tomo mi mano, y me llevo a la mesa. Todo se veía delicioso, y yo tenía un hambre atroz del que apenas llegué a notar.

Comimos en total silencio, un silencio que decía miles de cosas.

Estamos enamorados.
Estamos desesperados.
Perdidos.
Perdidos el uno al otro.
Tu, tienes todo de mi.
Yo, tengo todo de ti.
Ya nada nos puede separar.
Es ahora, tu eres mi ahora.
Mi presente, mi pasado y mi futuro.
Tu me encontraste a mi, yo te encontré a ti.
Al fin juntos.
Como un día lo pensamos pero no lo dijimos.

***

La velada fue perfecta, fue tan mágica que no podía dejar de sonreír.
Cuando terminamos de comer, hablamos de nosotros, el me contó sobre su carrera, de como le iba en la policía, me contó que desde que empezó a estudiar, siempre lo hizo con intención de poder encontrarme.

- Valió la pena todo el esfuerzo de estudiar criminología, ahora estás aquí, junto a mi. - Dijo el sonriendo. Su sonrisa era de nostalgia y felicidad, estaba feliz.

- Siempre estaré aquí Christian, este es mi lugar. - Tomé aire porque quería decirle muchas cosas. - ¿Sabes? Creí que mi vida era perfecta, la supuesta empresa, mi mejor amiga, mi casa, mi felicidad. Creí que era feliz, y de repente, todo era mentira, toda mi vida era una mierda, las personas que creí buenas, me destruían. La muerte de mi mamá, de mi hermana, de mi sobrino, como personas murieron y para mí todo eso se había olvidado. Cómo mi mente tuvo esa capacidad de crear una historia diferente, de creer que todo era perfecto y era mentira.
Cuando estuve en aquel lugar donde me iba a prostituir, lloré, llore sin parar, sufrí y me odie, me odie por dejar que mi padre hiciera desastres con mi familia, llore porque para mí, la mejor solución fue inventarme una vida nueva, mientras en la realidad, estaba saliendo violada por mi esposo.
Me imaginaba la vida con otro chico que me había hecho daño, pero que lo amaba, y simplemente era un comprador constante en el supermercado. Salía con un chico que resultó siento mi esposo, quién tanto me destruyó, tenía una supuesta mejor amiga quien era amante de mi esposo, y solo me maltrataba, ¡Y creí que todo era perfecto! Nunca me di cuenta de eso. Hasta aquel día en el bar, donde me emborraché, sabía que algo malo estaba pasando.
Sabía que alguien me quería hacer daño. Me di cuenta aquel día en la fiesta, cuando vi a Nick y Rachel besarse. Lo vi cuando estaba en aquella habitación. Lo vi cuando me secuestraron. Lo vi... Y ahora, todo ese dolor, todas esas personas que me hicieron daño, se irán a la mierda, ya no más perturbaciones. - Lágrimas salían de mis ojos sin parar, mi voz quebrada, un nudo en mi garganta, una presión en el estómago. Pero tomé aire y continúe. - Y... Llegaste tu, me salvaste, estás aquí, estamos aquí, con la luna de acompañante. No pediría algo más, solo a ti, y que estemos felices siempre. Y quiero pedirte algo... No mentiras, no engaños, no falsas ilusiones, ¿Si?... - Le pedí.

El Hilo Rojo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora