Un departamento y en el interior del mismo una rubia chica abrigada de los pies a la cabeza, cambiaba su alegre y radiante sonrisa, por una mueca de tristeza al desatarse una fuerte lluvia en el exterior. Ya no iba a poder salir como tenía planeado hacer escasos minutos atrás, y como si no tuviese nada mejor que hacer, o a otra persona a la que molestar, el aburrimiento volvió a ella.
Realmente detestaba los días de lluvia, pero este se había posicionado en el puesto número uno de los peores días de su vida, lo que no sabía, o siquiera imaginaba, es que eso podía estar a punto de cambiar de un momento a otro.
Se acercó con pasos lentos hasta su nevera, pero al estar frente a ella y con la puerta abierta, no sabía exactamente que es lo que pensaba buscar en su interior.
El inesperado sonido del timbre, la hizo sobresaltarse, y por primera vez en lo que iba de la tarde, agradecía que su hermana no estuviese con ella, porque sin duda alguna se hubiese empezado a burlar.
Al sonar un par de veces más el timbre, dijo un casi imperceptible "voy". Al abrir la puerta, se quedó como piedra al ver quien se encontraba afuera de su departamento.
- ¿Miss Grant? – preguntó sin poder esconder su sorpresa.
- ¿Puedo pasar? – fue lo que la mayor dio como respuesta.
- Si claro, por supuesto – respondió atropelladamente mientras se apartaba y le permitía ingresar al departamento – no quiero sonar grosera ni nada, pero ¿Qué hace aquí? – le cuestionó la joven a su jefa.
- Estaba por el vecindario y me dije "¿Por qué no pasar a visitar a Kerah? – la susodicha al escuchar su "apodo" no pudo evitar sentir un malestar en su estómago.
Pero al ser conciente de lo que su jefa dijo, reaccionó - ¿pasaba por el vecindario? – le cuestionó asombrada y escéptica.
- Pues si... - respondió la mayor no tan convencida de su respuesta - ¿es acaso tan extraño que te visite? – cuestionó tratando de sonar más segura de si misma.
- La verdad es que si es un poco extraño que me quiera visitar – dijo con sinceridad Kara – pero si lo desea puede quedarse – se apresuró a decir al ver la expresión de la otra mujer.
- No quisiera importunar – dijo Cat, aunque lo que menos quería era irse, pero si Kara le pidiera que se marchara de su apartamento, no iba a insistir en quedarse en donde no era bien recibida. Pero eso no sucedió.
- ¡No! Lo que menos hace es importunarme – exclamó su ex asistente, sorprendiéndose ambas por la reacción de la joven – aparte de que no puede irse con ese torrencial aguacero – dijo un poco más calmada.
- Pensé que eso era lo que querías – dijo la mayor con un hilo de voz.
- No, eso no es lo que quiero – respondió Kara – ¿quiere algo de tomar? Le puedo ofrecer chocolate caliente, agua o jugo de... creo que se me acabó el jugo de naranja – habló la rubia menor nerviosa.
- Lo de la taza de chocolate caliente suena bien – aceptó Cat con una sonrisa, esa que solo la chica frente a ella es capaz de sacarle.
- Dos tazas de chocolate caliente en camino – contestó la súperchica con una sonrisa radiante.
Pasados unos pocos minutos ambas mujeres tenían una taza de humeante chocolate entre sus manos, y ya que no tenían, ni tampoco sabían que más hacer, la rubia menor sugirió que vieran una película, y se encontraban en esos momentos buscando una que les llamara la atención a las dos.
Cuando finalmente se decidieron por una, se acomodaron una al lado de la otra en el sofá más grande, para disfrutar de la película.
- ¡No pensé que de esto se tratara! – exclamó Kara cubriéndose el rostro con un cojín, sus mejillas parecían dos pequeños tomates. Su acompañante la veía divertida desde el otro lado del sillón.
- ¿Y qué esperabas que sucediera? – le preguntó aguantando la risa – solo tienes que ver el título.
- ¡Lo se! – exclamó bajando el cojín, pero solo un poco, por lo que Cat solo lograba distinguir sus ojos azules – ¡lo que no esperaba es que fuera tan explicito! – dijo subiendo el objeto y cubriendo su rostro una vez más.
- La podemos cambiar si quieres – dijo la otra mujer de forma dulce. La súperchica le daba ternura cuando actuaba de ese modo.
- No. Si tu quieres la puedes terminar de ver – dijo al recordar lo enganchada que se hallaba su jefa con la cinta – yo voy a servirme más chocolate caliente ¿usted quiere? – le cuestionó, y al recibir una respuesta afirmativa por parte de Miss Grant, se retiró a la cocina a servir la deliciosa bebida caliente.
Cuando la joven regresó ledio mucha ternura lo que vio. Cat se había quedado dormida y la película seguíaavanzando, pero ya la parte que tanto la perturbo había pasado, pero ya que estaba dormida su acompañante inesperada, decidió apagar el televisor.
Con sumo cuidado tomó en sus brazos a la reina de los medios y la llevó a la habitación de huéspedes. Permaneció unos minutos recargada en el marco de la puerta. Sentía que podía contemplar por horas la belleza de su jefa. A quien amaba en secreto.
Miss Grant se removió un poco y a Kara le entró pánico y huyó de allí tan rápido como su súper velocidad se lo permitía. Al estar a solas en su habitación, una sonrisa se le escapó y le iluminó el rostro. Este día quizás no fue como lo esperaba, pero en definitiva no cambiaría por nada del mundo, este Día de lluvia.
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One Shots SuperCat
FanfictionComo el titulo lo dice, son una serie de One Shots de SuperCat, algunos tendrán continuación. Espero y les guste 💕.