ELÍAS
A la mañana siguiente, lo primero que hago es llamar al imbécil de Rodrigo para confirmarle nuestra asistencia. Las palabras de Ariadna me habían convencido, la verdad es que ella tiene razón, mi padre y Rodrigo, están acostumbrados a verme como un chico débil, uno al que ellos pueden manipular a su antojo, pero eso, se acabó.
A partir de ahora verán a un Elías completamente diferente, me verán fuerte, seguro de mí mismo, sin miedo a nadie, y menos a ellos dos.
-No pensé que llamarías tan rápido, hermanito-dice Rodrigo nada más coger la llamada.
-Pues ya ves que sí, te llamaba para decirte que sí iremos a la cena por mi cumpleaños-digo.
No escucho nada, seguro que se ha sorprendido.
-Está bien, le avisaré a papá, pero...¿Se puede saber a qué se debe ese cambio de actitud tan repentino-preguntó.
A ti qué demonios te importa, imbécil.
-Oye, mira, no tengo todo el día, solo díselo y punto, adiós-le digo y cuelgo.
Ya me ha hartado. Lanzo el móvil a la cama.
La verdad es que esto será duro, tener que sentarme a cenar en una misma mesa al lado de mi "padre" y el estúpido de Rodrigo sin gritarles o algo así...Me tendré que contener.
Sinceramente, no me apetece ver a "papá", y eso que hace unos 2 años que no lo veo. La última vez que lo vi fue cuando hubo una reunión de los abogados más influyentes de Madrid, yo fui para conocer a más colegas y allí lo vi. Nos cruzamos dos palabras y ya, nos comportamos como dos conocidos.
Aunque no lo parezca, yo aún, muy en el fondo, quiero a mi padre, pero no a este, sino al que me contaba cuentos, me llevaba a jugar al parque, el que me ayudaba en las tareas de clase, el que era mi amigo. Joder, es mi padre, me crió él, pero le afectó mucho la muerte de mi madre, hasta tal punto como para romper una relación con su único hijo biológico.
-¡Elías! ¡El desayuno ya está!-me grita Ari desde la cocina, sacándome de mis pensamientos.
-¡Voy!- y me dirijo a la cocina a desayunar antes ir a nuestros respectivos trabajos.
Entro a la cocina y veo a Ari de espaldas, preparando café, así que me acerco y le doy un beso.
-Mmmm, huele delicioso-digo mientras me siento.
-Te he preparado tostadas con huevo y bacon-me dice tendiéndome el vaso del café.
-Muchas gracias.
Después de desayunar, los dos nos dirigimos a comisaría, ya que renunciaré al puesto en el que trabajaba, tengo muchos pendientes como para trabajar aquí, además, ya no me hace falta estar con Ariadna en el trabajo, vivo con ella.
Lo admito, venía solo a trabajar para verla. ¿Y quién no? ¿Acaso la habéis visto? Es tan preciosa...pero no solo físicamente, también por dentro. Por eso caí rendido a sus pies, ella me tiene en su poder, con sus acciones me puede hacer el hombre más feliz de la tierra o llevarme a la muerte.
Que poeta que soy.
No te flipes.
Después de renunciar a mi trabajo en la comisaría, me dirijo hacia el bufete, hoy tengo bastante trabajo acumulado, más un nuevo caso que me ha surgido.
Han demandado a una empresa por crear una asociación con otra para destruir a la competencia, lo que se llama crear un cártel. La verdad es que, viendo la situación, no hay muchas posibilidades de ganar, pero yo, como abogado que soy, haré todo lo que pueda, por algo me pagan.
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¿Amarlo o vengarme? [✓]
Romance-¿Qué ha-haces?-le pregunto nerviosa. Él sonríe. -¿Te he puesto nerviosa, eh?-alza una ceja. -Deja de decir estupideces y déjame pasar tengo clase-me dispongo a salir pero él se interpone y me choco contra su abdomen. -Ah no, tú no te vas, tenemos u...