¿Amarlo o vengarme? [✓]

Capítulo 14

                             ARIADNA

Luego de correr, regreso a casa y me doy un buen baño, tengo que estar perfecta para esta noche. Porque aún no sé si me pedirá o no ser su novia y en caso de que lo haga yo lo rechazaré de la forma más humillante posible.

Así me gusta.

Aunque en el fondo, no estoy convencida de hacerlo.

Después de ducharme me acerco a mi armario para elegir la ropa.
Estoy entre ponerme una falda negra de cuero con una blusa elegante o un vestido azul marino con un escote en forma de corazón, que me lo hizo comprar mi madre.

Pero claro el vestido me parece demasiado formal, no sé dónde me va a llevar, igual hasta vamos a un McDonald's.
Así que decido llamarlo para preguntarle.

–Dime amor...digo Ari–me río en mi interior. Me acaba de llamar amor.

–Eeem, te llamaba para preguntarte si al sitio que vamos a cenar es elegante o algo así, es para elegir la ropa–aclaro.

–Mmm, vamos a ir a un sitio refinado, pero yo no me pondré un traje–se ríe–Solo ropa formal y ya.

–Está bien, nos vemos esta noche am... Elías–casi le digo amor yo también.

Sois tal para cual...

Oigo una risa al otro lado del teléfono.

–Nos vemos, Ari–y cuelga.

Después de estar casi 1 hora buscando en mi armario, me rindo.
Como aún no sé qué ponerme llamo a Laura para que me diga su opinión.

–¿Y?–le señalo la ropa.

–Yo me decanto más por el vestido, es elegante y a la vez sexy y puede que hasta te pida matrimonio y todo–nos reímos.

–No exageres, está bien, me pondré éste.

Me lo puse y me quedaba como un guante, era la primera vez que usaría ese vestido. Me puse unos tacones negros no muy altos, ya que no me gustan los que son de 10 centímetros.

Me hice una coleta alta y me puse unos pendientes de aro y me maquillé por encima. Me puse un pintalabios de un tono rosado, casi transparente pero que brillaba, colorete, rímel, eyeliner y ya.

Salí a la sala.

–Waaau amiga, te ves espectacular. Elías se va a quedar flipando–me dijo Laura.

–Graci...–justo suena el timbre.

                                ELÍAS

–Oye tío, tampoco te pases con la laca–le regaño a Andrés.

–No me estoy pasando, solo que tú pelo no se mantiene arriba y se cae.

Le había pedido a Andrés que me prestara su laca, ya que se me había acabado.

–Vale, ya está.

–Gracias.

Había decidido ponerme unos pantalones negros vaqueros con una camisa blanca.

–Te ves muy bien, amigo mío–me dice Lucas entrando a mí habitación.

–Gracias, querido–bromeo.

–Yo que tú iría saliendo ya, si quieres llegar puntual–me dice Andrés.

Miro al reloj. Mierda. Faltan 10 minutos.

Cojo el móvil, la cartera, las llaves del coche y el regalo de Ari y salgo de la casa corriendo.