Maid [TaeGi]

tercera parte

Un día mas en la vida adulta; despertando antes que todos, con ojeras y el cuerpo aun agotado del día anterior, caminando a la ducha con las mismas ganas y rapidez de un perezoso, incluso con un aspecto singular al de dicha criatura. Entrar al agua que por cierto ni siquiera esta en una temperatura considerable para tales horas del día, para por fin y lastimosamente despertar por completo.  salir de la refrescante ducha como si estuvieras en el lugar mas frio del mundo y el cuerpo empapado de preocupaciones mas el terrible deseo de no necesitar dinero ni comida para sobrevivir. 

Puede parecer un poco fatídico pero es la realidad de un joven que no estaba listo para ser un adulto, de alguien que no pudo prepararse para crecer y tomar tantas responsabilidades. 

El caso completo de Yoongi, el joven que necesitaba transformarse en mujer cada día para alimentar a su hermano y vestirlo debidamente. 

luego de ponerse ropa cómoda y secar su cabello oscuro salía de su habitación para tocar la puerta de su hermano menor, avisando con esos golpeteos en la puerta que es momento de despertar, por supuesto que eso no era suficiente pues después de terminar de preparar el desayuno volvería a tocar la puerta esta vez entrando en la habitación para hacerlo despertar por la fuerza. luego de hacerlo meterse  a la ducha y cambiarse rápidamente, el menor obtenía una energía inigualable y comía con todas las ganas del mundo el desayuno que su mayor le ofrecía. 

-Noona, mas por favor.- extendía su plato con las mejillas regordetas por la comida en su boca. 

-Te daré solo un poco, no quiero que vayas a quedarte dormido a media clase.- el menor negó con la cabeza asegurando que eso no pasaría

-gracias Noona.- sonrió feliz volviendo la vista a su plato con una porción nueva de comida.

Cuando el menor de los hermanos salía de la puerta de su hogar en camino a la escuela, Yoongi aprovechaba para realizar las tareas del hogar, que afortunadamente no le tomaban mucho tiempo pues, ambos solían ser muy ordenados y al no estar la mayoría del día en casa ahorraba trabajo para el mayor.

todo era quitar el polvo de los muebles y piso, lavar los platos del desayuno y ordenar sus habitaciones. Sus mañanas siempre eran aburridas y monótonas, limpieza, comida, un poco de distracción en el móvil además de husmear en los libros de su hermano en el afán de al regresar el menor a casa poner a prueba que tanta atención presta a sus clases

para antes de medio día Yoongi ya estaba en el comedor listo para disfrutar de su almuerzo y entonces preparar todo para ir a la trabajo. 

a veces se cuestionaba si su pequeño hermano estara feliz con la vida que con todo su esfuerzo le da, si lo que tiene maerialmente es suficiente y si es lo bastante cariñoso para no hacerlo sentir solo o incompleto como el. 

de vez en cuando, se preguntaba a si mismo ¿en que momento podre detenerme? 

por que, aunque amaba inmensamente a su hermano, se sentía vacío, había un hueco en su corazón que lo hacia sentir sin vida, y tal vez es el hecho de que esta viviendo mas tiempo como un engaño que como el mismo. 

cepillo su peluca para colocarla ya como un experto sobre su cabeza y su cabello ya envuelto por una malla, coloco las medias, su uniforme y encima de todo ropa deportiva lo suficientemente holgada para que nada se notara, cruzo la puerta de su hogar ahora como Yoonji. 

-Buenas tardes señorita- saludo el portero de la recepción cuando la chica llego -¿los jóvenes de su piso ya volvieron de la escuela? 

-Buen día, no han llegado pero ya he terminado la limpieza, nos vemos mañana.- se despidió con una reverencia para seguir su camino. 

todos los inquilinos de su edificio creían que la chica que salía luego de la  1 pm era la ama de llaves que ayudaba a aquellos ocupados jóvenes con la limpieza y comida.

Al llegar a su trabajo entro directamente por la puerta de empleados y saludar a sus compañeras de trabajo, en el baño quito la ropa deportiva de su cuerpo para quedar con su vestido clásico de uniforme, termino de peinar su cabello para dejar la pequeña bolsa con sus pertenencias detrás de la bañera donde siempre lo hacia. 

-Yoonji- saludo una de sus compañeras con un lindo cabello rubio y flequillo recto. -¿estas lista para la nueva noticia?

-¿Es un chisme tuyo o algo relacionado con el trabajo?- la chica la miro indignada pero rápidamente su expresión cambio a una un tanto divertida. 

-pequeña y linda Yoonji, ¿Cómo te explico que ahora uno de tus admiradores llego bastante lejos?

la pelinegra no entendió de lo que habla y solo pensaba que aquel hombre rico hizo lo típico de llevarle flores o dejar una gran propina que seria el mejor de los casos. 

-el nuevo gerente pidió que nos reunamos en la cafetería- entro otra de sus compañeras algo acelerada para alertar a todas de dicho mandato. 

-¿nuevo gerente?

y entonces comprendió todo, el hombre del cual no había podido sacarse de encima estaba parado en la entrada del lugar con su característico traje café ceñido a su cuerpo pero con la diferencia de que no se encontraba solo, una mujer de cabello morado, delgada e igual portando un traje se encontraba a su lado ambos lucían bastante imponentes y elegantes. 

definitivamente no se aproximaban buenas noticias para Yoonji.