v i g é s i m o q u i n t o
El cielo gris que cubría a todo Hyōgo era una premonición del futuro.
La temporada de lluvias azotó a Japón en menos de un parpadeo. Y tan pronto como el verano llegó, junio se esfumó en un leve suspiro, junto con los días perfectos que traía la primavera.
Las preliminares de la Interhigh ocurrieron con gran rapidez, como si toda la vida estuviera en cámara rápida y nadie fuera capaz de presionar el botón de pausa. Y tal como Atsumu había prometido en el egocéntrico discurso que Rintarō recordaba haber escuchado vagamente en los últimos días de marzo, llegaron a las nacionales con facilidad.
Preparados para dar lo necesario en agosto, en su último Torneo Nacional Interescolar de Verano, para coronar a Inarizaki como el campeón absoluto.
—Debo decir que estoy un poco celosa.
Sentada al estilo indio con el codo apoyado en su rodilla y el mentón en la palma de la mano, Hikaru entrecerraba los ojos mientras observaba como Rintarō realizaba sus estiramientos tras las prácticas de aquel día.
—Yo también —apoyó Atsumu mientras trataba de realizar el mismo ejercicio—. Siento como me rompo.
—Que exagerados.
—Yo creo que es genial.
—¡Pero sigue sin quitarle lo raro, Gin!
La lluvia veraniega caía fuertemente sobre los terrenos zorrunos, el manto de oscuridad había llegado hace algunas cuantas horas y el celador de la preparatoria ya los había regañado. Cada vez se quedaban hasta más tarde para practicar adicionalmente por su cuenta.
Coordinarse con los niños de primer año, practicar nuevos ataques, conseguir ventaja. Pero siempre los de tercer año terminaban yéndose de los últimos, como si la chispa de voleibol se apagara en ellos con una tardía ilusión.
Incluso cuando caminaban silenciosamente por las calles oscuras de los suburbios, Hikaru sentía la atrapante emoción de Rintarō, como si su cabeza no dejara de pensar en el voleibol.
Era curiosamente aterrador.
—Tus nuevos saques están mejorando.
—¿Tú crees? Atsumu sigue diciendo que apestan.
—Atsumu exagera.
—Sí, supongo.
El leve suspiro que Rintarō dejó escapar alertó a Hikaru. Lo sentía tenso al lado de ella, la cercanía a consecuencia de compartir paraguas le daba una clara evidencia de aquello.
Lo notaba más distraído de la vida en sí.
Y por la misma razón lo detuvo en medio de la calle e hizo que la mirase fijamente.
Una mano en la mejilla de él. La lluvia rodeándolos y mojándoles el calzado escolar. La mirada intimidante de ella.
—¿Qué sucede?
Una pregunta con mil respuestas. Dos sencillos pensamientos; ella y voleibol.
Tres puntos de su intrínseca mente; Aichi, Hyōgo, Tokio.
Indudablemente su vida siempre se resumía al deporte que jugaba desde primaria. ¿Qué si el voleibol controlaba su vida? Un poco, vivía donde vivía gracias a Inarizaki y su selección en su antigua secundaria en Aichi.
Pero la verdad es que poco le importaba. A Rintarō le gustaba el voleibol, y por la misma razón se angustiaba cada vez más cuando pensaba en los próximos años.
—Quiero ser un jugador profesional de voleibol.
Una declaración majestuosa.
El sonido de las pequeñas gotas cayendo. El de las bocinas de los automóviles. El de la leve risa de Hikaru.
Nuevas puertas del destino abriéndose ante ellos.
El futuro, pensó. El futuro es el culpable.
—Y serás el mejor.
—Debo practicar, mucho. No me puedo quedar atrás.
Ese fue el día en que ella descubrió una nueva faceta de él.
La mirada oliva centrándose en ella. El cabello oscuro siendo despeinado por la brisa veraniega.
—Iré a Tokio y ganaré el Kurowashiki*.
Los ojos rebosantes de una determinación casi desconocida en Rintarō. Con Hikaru como testigo de la promesa de un futuro relacionado con el voleibol.
Siguieron caminando aquella noche estrellada bajo el colorido paraguas de ella.
El presagio de caminos separados.
Tokio y Kioto.
Las risas, besos robados, inocentes caricias.
Un mes de julio lluvioso. Unas pocas semanas antes de la Interhigh.
Los días contados antes de las vacaciones de verano.
Tic, toc.
Kurowashiki: Torneo anual en donde participan equipos de la V-League, equipos universitarios y el mejor equipo de preparatoria.
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ella y él ━ suna rintarō [Haikyuu]
FanfictionUn historia en donde simplemente eran alumnos de Inarizaki. Ella era una alumna ejemplar. Él pertenecía al equipo de voleibol. En donde simplemente comenzaron a sentir cosas por el otro. Simplemente, ella y él. [Primeros capítulos cortos, luego ya...