-Tenemos un par de minutos... Annabelle lo que le dije a ella...
Entendí que él la había convencido de eso para obtener tiempos a solas, sabiendo que era imposible comunicarse en aquel lugar.
-Lo entendí a la perfección, pero si querías el libro no era necesario intentar que me enamorase de ti.
-No lo he estado intentando.
Fruncí el ceño. -¿Quieres decir que yo lo estaba malinterpretando todo cuando os escuché a ti y a Ángela hablar?
Él suspiró y se pasó la mano por su cabello azabache. -Ella es un ángel. Con un desliz ella podría ser la causa de mi destierro, no pueden saber lo que siento por ti, nadie puede.
Mi corazón se detuvo. ¿Qué era exactamente lo que sentía por mí? -Los Ángeles no pueden mentir, no puedes ocultarle a ella algo...
-No pueden, pero lo hacen. Sin embargo, las consecuencias pueden ser graves si se llegan a descubrir.
Mi corazón se aceleró.
-¿Cuáles son esas consecuencias de la que hablas?
-Nadie lo sabe. Solamente existen historias.
-¿Cómo Johael?
Él asintió. -¿Lo conoces?
-Mamá me contaba historias de pequeña y escuché a Abdia mencionarlo pero no entiendo qué tiene que ver contigo, él no era un ángel.
Él me miró extrañado. -Johael era un ángel guardián como yo y fue enviado a la tierra y se enamoró de una mundana, ellos estuvieron juntos muchas veces. Tuvieron relaciones y ella quedó embarazada. Se dice que los superiores lo descubrieron y enviaron a tres arcángeles a quitarle el niño de su vientre pero Johael se interpuso entre ellos y lo llevaron ante la corte celestial. Le arrancaron sus alas y lo enviaron al infierno.
Fruncí el ceño. -Mamá me contaba historias de pequeña antes de dormir. Decía que Johael era un ser de otro planeta que fue encerrado y torturado en la tierra, hacían experimentos con él por sus características genéticas excepcionales, y la chica que curaba sus heridas se enamoró de él, consiguió liberarlo y huyeron juntos. Poco después quedó embarazada y él tuvo que volver a su planeta porque tenía un llamado de sus superiores. Sus gobernantes lo desterraron por haber traicionado su raza y lo castigaron por ello enviándolo a la tierra a comerse niños que se portaban mal.
Él frunció el ceño. -Bueno, a veces las personas cambian fragmentos de las historias, ni siquiera sé si los rumores en el cielo son reales. Pero el final es el mismo. Puedo ser ese Johael que fue enviado al infierno o castigado de otra forma. ¿Entiendes?
Asentí. El hecho que a ambos lo desterraron por haberse enamorado podría ocurrirle a él y no estaba segura de que podría vivir con la culpa.
Él le echó un vistazo a Abdia que aún permanecía inconsciente. Se acercó hasta que su dulce aliento chocó por mi rostro. -Me gustas, Annabelle. Desde el momento en que me enviaron aquí he estado evitándolo, pero es imposible. Estoy enamorado de ti. Y quiero que lo sepas antes de que todo esto acabe.
Miré sus sinceros y desesperados ojos grisáceos. Las palabras salieron antes de que las pudiera retener. -También me gustas, Yuliel -suspiré.
Se estremeció en el momento que su nombre salió de mis labios.
Atrapó entre sus dedos un mechón de mi cabello y lo puso detrás de mi oreja.
-¿Puedo besarte? -dijo con un tono de urgencia, su voz ronca y gruesa.
Quería responder, pero estaba más allá de las respuestas cuando me incliné hacia él.
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Disparar A Un Ángel
Paranormal#3 FANTASÍA Lo último que él vio fue el humo salir del cañón de la escopeta y esos ojos azules como el cielo mirándolo con miedo. Anna, una chica de 16 años, descubre que alguien la acecha entre las sombras y entre tantas actividades paranormales...