Brave (DeteGuard #1)

Capítulo 16

Capítulo dieciséis: Una agradable cena de Navidad.

24 de diciembre de 2020.

Observé por las cámaras de seguridad cómo entró una joven, Valentín la miró sin expresión pero cambió la cara cuando ella lo abrazó y llevó su mano hasta su barriga.

Detrás de ella entró una señora, supe de inmediato que era la madre de Valentín cuando sus ojos lo miraron cálidamente, ella no lo abrazó como su hermana Sofía, solo dejó una mano en su hombro y lo apretó. Valentín se veía algo tenso, aun así las guio por el pasillo.

Pero entonces, entró un hombre increíblemente musculoso, llevaba la cabeza rasurada y un traje formal. Mi pecho se alteró mientras veía los ojos de Valentín abrirse de manera exagerada.

Sin pensarlo, corrí escalera abajo hacia la entrada de la casa. De mi cinturón amarrado en mis caderas saqué mi arma y apunté hacia el señor no reconocido.

No dejaría que lo lastimaran, no otra vez.

—¡¿Quién es usted?!

—¿Quién eres tú para apuntarme con un arma?—Dijo el señor.

No me di cuenta cuando llegué frente a Valentín ocultándolo en mi espalda, también agarré a las dos mujeres intentando protegerlas con mi débil cuerpo.

No dejaría que nada malo le pasara a Valentín, para que eso sucediera tendría que matarme a mi primero.

Ese era mi trabajo, protegerlo.

—¡Cinco segundos para hablar o disparo!

Estaban todos sorprendidos por mi rapidez, eso era seguro. Cuando una de las figuras me escuchó amenazar con disparar pegó un grito asustándome, aun así no podía despegar la mirada del señor.

—¿Qué sucede?—No hubo respuesta—. ¿Se encuentra bien?

—Sí-si—Bien, era la madre de Valentín y no pudo hablar por sus lágrimas.

—Uno... Dos... Tres.

La figura frente a mí solo sonreía mientras contaba. No sé qué veía en mí que le hacía gracia, seguro al verme tan joven no creía en mis palabras y eso es un maldito error. Nunca había dudado al disparar.

—Lástima que no quiso cooperar—Saqué el seguro de mi arma y cuando estaba a punto de disparar su voz me detuvo.

—Es mi padre—Soltó Valentín increíblemente calmado.

Lástima que yo no era así.

Me giré hacia él y al no bajar el arma levantó sus manos asustado

— ¡¿Acabo de apuntar con mi arma a tu padre?!—Grité al borde de los nervios.

Melissa me mataría.

—Si... Y ahora también lo estás haciendo conmigo.

Bajé el arma suspirando, aun mi cuerpo tenía adrenalina. Puse mi arma en su lugar y me di cuenta que Valentín me miraba divertido.

—No sabía que usted era el padre—Le dije, no me disculparía—. Hacia mi trabajo.

—¿Haces lo mismo con todas las personas que vienen?

—No, pero no fui informada que usted vendría.

—Yo tampoco—Dijo Valentín con voz más ronca detrás de mí.

—Te perdono por esta vez, fue una manera rápida de actuar.

—No le estaba pidiendo perdón.

Valentín soltó una carcajada al igual que su hermana. Su padre me miró sorprendido antes de enarcar una ceja con curiosidad y después reconocimiento.