Capítulo 20

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Capítulo veinte: Cayendo en mis encantos.

31 de diciembre del 2020

31 de diciembre del 2020

—Buenos días, señor Valentín—Saludé.

Valentín se encontraba en su escritorio, cuando me sintió se giró rápidamente hacia mí.

—¿Necesitas algo, Brave?

—Vine para explicarle las últimas noticias del caso—Informé.

—Siéntate en la cama, estás en tu habitación.

Hice caso y me acomodé en su suave cama, no perdí la oportunidad de observarlo, estaba vestido más cómodamente: Llevaba una camiseta musculosa dejando a la vista su piel libre de tinta, y un pantalón deportivo gris. Él contrató un ayudante para no hacerme ir a mí a su oficina.

—¿Y bien?

—Ah si—saqué los papeles que traje—. Han pasado seis días en donde hemos estado revisando las cintas de seguridad. Al comienzo no pudimos hallar nada fuera de lo normal, las personas no compraban la revista, al revisar por segunda vez nos dimos cuenta que hubo una persona que compró dos revistas y al último pidió agregar esta. Ese día, cada persona que entraba en el local compraba esa revista, fue raro. Cristóbal revisó las cámaras del centro comercial y en el estacionamiento había un chico que nosotros ya conocemos pagando para que la gente comprara esa revista, una vez que lo hacían la pasaban a sus manos.

—¿Puedes decirme quién es?

—Ya he incumplido muchas normal, señor—Me lamenté—. No puedo decirle, pero una opinión personal, no me convence. Siento que son solo peones, pero lo analizamos con mi grupo y no tenemos más pista, no podemos actuar aun.

—Yo creo en lo que tú dices—Me dijo, seguro—. Si dices que son más, es porque es así.

—Necesito pruebas, y es lo que menos tengo. Así que estamos a la espera de otro ataque, tendré que cuidarlo.

—Una niñera sexy, me gusta.

—Más bien una mezcla de Natasha Romanoff, aunque cada vez que la nombramos me siento una copia barata.

—Oh, créeme. Eres la única chica de traje negro y boxeadora que tiene mi atención.

Sonreí y él hizo lo mismo.

—¿Qué harás esta noche?—Preguntó cambiando radicalmente el tema.

—Estaré trabajando—Contesté.

—Pero trabajas en mi seguridad ¿Verdad?—Asentí—. ¿Qué pasa si decido ir a cenar?

—Tendré que acompañarlo.

—Entonces... hoy iré a cenar, ponte algo cómodo.

—¿Es una indirecta para invitarme a cenar la noche de año nuevo?—Pregunté con una sonrisa juguetona.

—Se nota que eres DeteGuard, entiendes todas las indirectas—Soltó haciéndome reír.

—Fue una indirecta muuuuuy difícil.

Me observó fijamente, mi respiración era lenta, pausada. Dios, la atracción que sentía por Valentín era como una cuerda que cada día me atraía hacia él.

—¿Algo cómodo? ¿No dirás que me ponga un vestido bonito?

—Puedes ir con pijama si quieres. Lamento decirte que estarás a mi lado, tu belleza estará opacada por la mía, que es claramente superior.

Brave    (DeteGuard #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora