Capítulo 9

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Vegeta y yo no volvimos a hablar después de lo ocurrido entre nosotros, juraría que me estaba evitando. Él iba a irse al espacio en unos pocos días solo esperaba a que mi padre terminara la nave. Tampoco lo veía en las comidas, él siempre se levantaba pronto para desayunar, pero nunca venía a comer y ni siquiera sabía a qué hora cenaba, yo esperaba cenar con el cómo antes pero ya no venía. Creo que solo mi padre le veía.

Entendí que quizás para el solo fue una aventura de una noche y que jamás debía ocurrir, pero no me parecía bien lo que estaba haciendo. Estaba huyendo, no quería reconocer que se dejó llevar por sus instintos y sinceramente no me parecía algo tan malo, el será un saiyan, pero también es un hombre y por otra parte yo también deseaba estar con el de esa manera.

Pasaron aproximadamente dos meses, en menos de año y medio vendrían los androides. Esos días empecé a sentirme mal, me mareaba e incluso vomitaba de vez en cuando. Me cansaba rápidamente y no sabía el porqué, al principio creí que solo estaba enferma, pero estaba muy equivocada. Estaba embarazada

Me di cuenta de que mi periodo menstrual no había llegado desde que pasé la noche con Vegeta por lo que, me hice una prueba de embarazo que dio positiva. Quería estar segura así que fui al médico quien me lo confirmó y me felicito. Yo no sabía que pensar.

Por una parte, estaba ilusionada, pero por otra estaba asustada. Estaba claro que ese bebe era de Vegeta. No sabía cómo decírselo, definitivamente él no se haría cargo del bebe de eso estaba segura, pero tenía derecho a saberlo. Por otra parte, pensé en Yamcha, nuestra relación duro bastantes años y él siempre quiso formar una familia y ahora yo esperaba un bebe de un enemigo con el que ni siquiera tenía una relación amorosa ya que era más algo pasional, al menos por su parte porque yo desde hacía tiempo me había enamorado. Me sentía mal por mi ex novio.

Aún no se lo había contado a nadie ni siquiera a mis padres. Sabía que tenía que decírselo a Vegeta, pero no me animaba, no sabía que palabras usar. Yamcha estaba de entrenando en el bosque y aunque me enviaba cartas en las que me contaba los frutos de su entrenamiento y yo le respondía como buena amiga, contarle sobre mi embarazo mediante una carta no era correcto.

Debía dejar de pensar en contárselo a la gente, esto era cosa mía y me haría cargo de mi bebe. Mis padres se alegraron mucho por la noticia, mi padre pensaba en cuantos juguetes iba a hacer y mi madre se emocionó al saber quién era el padre. Fue bastante fácil, ahora tocaba lo complicado, decirle a Vegeta. Mi padre me dijo que la nave estaría preparada para el día siguiente por lo que debía darme prisa.

El mismo día que la nave estaba lista y que Vegeta se iba a ir, decidí hablar con él.

—Mujer no tengo tiempo para tus tonterías, tengo que irme— decía Vegeta frente la nave en la que se marcharía.

—Lo sé, pero antes de que te vayas tengo algo muy importante que decirte— el me daba la espalda evitando mírame, pero no me importaba, se lo diría, aunque no quisiera escucharme— Antes de marcharte debes saberlo.

—Que podrías tu tener que decirme— respondió seco— Nada de lo que me digas me hará cambiar de opinión, me iré igualmente- me aseguró.

—No pretendo hacerte cambiar de opinión Vegeta— me acerque a él— Solo pienso que decírtelo es lo correcto— él se tensó cuando le toque el hombro con mi mano, pero no dijo nada— Estoy embarazada— solté liberándome de la presión, el solo se quedó callado.

— ¿Estás segura? — me preguntó después de un largo incomodo silencio, me sorprendí.

—Sí— respondí apartando mi mano de su hombro— Estoy completamente segura, y un profesional lo confirmó por lo que no hay dudas— puse mis manos en mi vientre, dentro se estaba formando un ser humano mitad saiyan.

—Bien— Vegeta se cruzó de brazos, su respuesta hizo que se me acelerada el corazón, ¿le parecía bien? — ¿Y por qué es importante que yo lo sepa? — preguntó con desdén, a esto lo llamo yo golpearte contra la realidad.

—Es tu hijo, es importante que lo sepas— respondí seria, me tenía que estar tomando el pelo.

—Me da igual si eso que está creciendo en ti es mi hijo o de quien sea, para mí no significa ni significará nada— se estaba enfadando al igual que yo.

— ¿Preferías que no te lo hubiera dicho? — pregunté intentando esconder mi enojo, no sabía porque me enfadaba si en el fondo sabía que no se haría cargo.

—Me daría exactamente igual, ese ser es cosa tuya no mía, problema tuyo— recriminó.

—Ese niño no se creó solo— le recordé, en el fondo era cosa nuestra por no cuidarnos, aunque yo también podía haber hecho algo.

—Lo que ocurrió aquella noche solo fue un error así que no te hagas ilusiones— se subió a la nave aun dándome la espalda— Entre tú y yo no volverá a pasar nada.

—Créeme que ya lo sé, pero creí que merecías saberlo. Tengo dos meses de embarazo, nacerá antes de la llegada de los androides— se dio la vuelta mirándome a los ojos después de dos meses sin interacción alguna— Se que no te interesa, pero quiero que lo sepas— cerró la puerta de la nave y encendió el motor— Adiós Vegeta— me despedí para ver como despegaba y se iba.

Puede que el dijera que no le importaba, pero yo sabía que mentía y aunque posiblemente no lo volvería a ver hasta la llegada de los androides, me había dejado un regalo maravilloso, un bebe. Yo cuidaría de él. No le diría nada a nadie, quería que fuera una sorpresa, una gran sorpresa.

Mi madre y yo empezamos a preparar una habitación para él bebe, aunque aún no sabíamos si sería niño o niña, mi madre presentía que sería un niño igual de apuesto que su padre lo cual me hacía gracia, yo solo esperaba que no sacara su humor o la expresión de enojo tan fea que tenía Vegeta, lo demás me daba igual con tal de que naciera sano. Aunque sería mitad saiyan por lo que sano seguro que nacería.

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Ya tenía seis meses de embarazo y se me notaba bastante, sabíamos que él bebe sería un niño, mi madre tenía razón, ella empezó a comprarle mucha ropa de bebe y mi padre ya había llenado su futura habitación de muchos juguetes. Yo me cansaba con mucha facilidad y comía bastante, efectos secundarios de estar embarazada de un saiyan suponía.

Un día, mientras veía una revista sobre maternidad tocaron a la puerta, mi madre fue a abrir. Era Yamcha.

Los tres años [Dragon Ball]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora