Capítulo 22: Austin

17 7 2
                                    

(YOLOTH)

Nunca entendí muy bien porque teniendo tantos amigos me acerque a Austin.

Probablemente fue porque me provoco lastima verlo tan solo y triste. Mi mirada no podía dejar de seguirle ya sea en clases o durante el almuerzo, Austin siempre estaba solo y lejos de todos, se sentaba en los asientos del fondo, no hablaba con nadie y comía en una pequeña esquina del jardín lejos del bullicio que sin querer provocamos.

Pase casi un mes haciendo lo mismo, observándole desde lejos hasta que un dia sin siquiera ser consciente me encontraba caminando hasta él. Recuerdo que ese dia hable hasta por los codos, me presente y estrechándole mi mano le ofrecí mi amistad, amistad que se negó a tomar, ni siquiera abrió la boca en realidad me ignoro magistralmente.

Pero no renuncie. Ese dia me propuse como meta hacer de Austin un amigo y no pare hasta conseguirlo; sin querer termine dejando a mi grupo de amistades atrás y comencé a sentirme en los asientos traseros muy cerca de él, ganándonos uno que otro regaño de la profesara por pensar que Austin y yo conversábamos mientras ella daba la clase cuando en realidad era yo quien trataba de sacarle conversación.

A parte de eso durante el receso me mantenía pegada a él como si fuera una garrapata a la que ni con veneno podían matar. Y aunque lo acosaba la mayor parte del tiempo nunca conseguí que me hablara, pero no me rendí.
Me costó cuatro largos meses que me regalara una palabra y casi un año para que de verdad me viera como una amiga en la que podía confiar sus mayores anhelos y tristezas.

Perdí a todos mis amigos pero a cambio de éso gane el mejor amigo que cualquier persona puede desear.
Austin fue más de lo que espere. Amable, respetuoso e incluso lindo, porque si, bajo esas horribles gafas Austin es un chico lindo pero lo que en verdad me hizo quererlo fue ese corazón tan grande que siempre me mostro, esa paciencia que lo caracterizaba.

Y miren que hay que tener mucha paciencia para tratar conmigo.

Eso fue algo que nunca entendí.

Siempre fui un caos andante que diariamente se metía en problemas y sin querer terminaba arrastrándolo conmigo, nunca reclamó al contrario de éso me siguió sin importar que tan estúpidas fueran mis ideas, sin importar que terminara metido en problemas o regañado por sus padres.
Al no lo hice hasta ahora.
Resulta que le gusto a mi mejor amigo y no solamente como eso, una amiga. Austin tiene sentimientos por mí y nunca me di cuenta.

O talvez…. si lo sabía pero nunca quiso creerlo.

¿Dios que se supone que voy hacer?

-Yoloth…- Llamo una voz cercana a mi moviendo mi hombre de un lado a otro. -¿Yoloth te encuentras bien?-

-No, por supuesto que no me encuentro bien y estaría mucho mejor si no tuviera tu horrible cara frente a mí-

Mierda…. ¿Qué acabo de decir?

-¿Qué has dicho?- El rostro de mi amiga Piper se deformo debido a mis palabras, estaba igual de asombrada que yo.

¿Por qué le dije eso a Piper?

-Perdóname no quise decir eso- Me excuse rápidamente. –Yo… pues he estado recibiendo muchos mensajes del idiota de Cody y eso me tiene de malas-

Lamentablemente para mí eso último no fue mentira. Llevo dos jodidos días recibiendo mensajes así como tambien llamadas del infeliz de Cody invitándome a salir. Invitaciones que con amabilidad rechazo –obviamente es sarcasmo- pero había olvidado que el maldito es igual de testarudo que yo y sigue molestando.
Me gustaría saber el nombre de la persona que le dio mi número para lanzarle un hechizo y convertirlo en cucaracha.

El Libro De YolotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora