Un poke, ¿a qué es igual?

03 | Te extraño, Sakura

—Ya tendrás tiempo de leerlo detenidamente. En resumen, es un permiso especial para dejar el equipo siete. —La sorpresa en el rostro de Sakura fue de inmediata. —Tranquila, solo será por poco tiempo. Rin, mi cuñada, requiere ayuda. Ella está algo cansada y necesita apoyo para la atención de los policías militares y me pareció sensato que fueras tú.

—¿Yo?

—Sí, tú —asintió.

—¿Por qué yo?

—Entre otras cosas, eres la mejor alumna de Tsunade-sama y tengo entendido que llevas muy bien con Rin, además de todas tus proezas como ninja-médico y avaladas por el mismo Hokage.

Sus comentarios la hicieron sonrojar. —Yo...no sé qué decir.

—No tienes que decir nada. Ven, te mostraré donde está Rin.

Todo estaba siendo muy rápido. Este asunto no era una invitación, si no una orden que debía cumplir. —Pero y la misión que tengo con mi equipo, ¿qué pasará? Ellos me esperan.

—Ya estás siendo cubierta.

«¿Cubierta?, ¿a qué se refería?» Su preocupación fue evidente a todas luces. —No entiendo, ¿me podría explicar?

Fugaku, no estaba acostumbrado a dar explicaciones de sus acciones y más siendo en relación con su trabajo; miró de reojo a su joven acompañante y se veía nerviosa, pero una misión era una misión y Sakura debía de obedecer cual orden se le daba como una shinobi bajo el régimen de Konoha, sin embargo, esta situación era un tanto diferente, la situación tenía un toque personal; admitida por un favor especial otorgado por Minato, como su amigo y Hokage de la aldea y como cómplice a su antiguo equipo que Minato lideraba, es decir, Kakashi, Obito y Rin.

—Descuida —sonrió de lado—, tú regresarás al equipo siete, ese fue el trato. Esta misión es temporal. Aprovecha y aprende todo lo que más puedas.

La pelirrosa solo asintió. Rin figuraba como una gran ninja-médico de acuerdo a las palabras de su propia maestra y aprovecharía cada minuto de esa gran oportunidad. Le angustiaba quedarse atrás le generaba preocupación. Sasuke entrenaba con su hermano y Naruto entrenaba con el mismo Hokage. ¿Dónde la dejaba a ella en todo esto? No era difícil saber la respuesta a esa pregunta. A cada minuto esta misión no sonaba del todo mal. Sería bueno ayudar a Rin-chan. Los sannin estaban de viaje, en una misión muy importante para Konoha y el mundo shinobi. Así que lejos Tsunade-sama, necesitaba reforzar sus conocimientos.

Caminaron por una zona que nunca había visto dentro del Distrito Uchiha, partes que solo los pertenecientes al clan de su compañero conocía.

—Conoces a Rin, ¿verdad?

—Sí, claro que sí. Visitaba continuamente a Tsunade-sama y Shizune, así que me tocó interactuar con ella varias veces, además fue compañera de Kakashi-sensei, lo mismo que Obito-san. —Adornando su respuesta con una linda sonrisa. —¡Oh! Supongo que le estoy aburriendo, usted sabe todo esto.

—No, no, yo no me estoy aburriendo, todo lo contrario. A decir verdad, me tranquiliza en buena medida que hayas interactuado con Rin, eso facilitará mucho las cosas.

Dio unos cuantos pasos para llegar hasta una gran puerta blanca con el gran símbolo de los Uchiha en la puerta. Sakura supuso que del otro lado estaría el consultorio de Rin. Había hablado con ella sobre este lugar, tal y como le había descrito su lugar de trabajo.

El papá de su compañero, tocó la puerta; liberándola de sus recuerdos.

—Adelante. —Una dulce voz se escuchó del otro lado, permitiéndoles el acceso. —Buenas tardes, voy enseguida.