Fiesta: primer borrachera y primer beso.
Hace unos días había hablado con papá acerca de mamá, mencionó algo sobre alguien viniendo por mi y ella intentado impedirlo, dijo que mis poderes se desarrollarían en mi cumpleaños. "¿En serio papá? Se te adelantó el día de las broma" Le respondí yo, se veía frustrado ya que no quería creerle, hablamos de mi sueño y mi mechón de pelo. Ya no sabía qué creer.
...
Ya había pasado un mes y medio desde que conocí a mi grupo de amigas. Faltaba una semana para mi cumpleaños. Era la fiesta de una de las chicas del instituto, la típica zorra que se viste prácticamente con lo más pequeño que encuentra, ¿ubican? ¿Si? Bueno esa. Ni siquiera recuerdo su nombre, pero fiesta es ¡fiesta! me dijeron las chicas .
Quedamos en que iríamos a la casa de Darcy para arreglarnos y esperar a los chicos para partir todos desde ahí.
Darcy llevaba un corto vestido rojo que lo había combinado con unos tacones negros. Milena tenía puesto un short de Jeans tiro alto con una camisa transparente sin mangas de color rosa palo y unos botines de igual color que esta.
Carly llevaba puesto su vestido favorito, el cual era color blanco y holgado que dejaba bien a la vista sus hermosas y largas piernas, no le importaba su altura así que se puso los tacones más altos que encontró.Yo... bueno, yo me había puesto un top violeta junto a una falda de tiro alto negra y unos tacones muy altos violetas. Combiné todo con mi cabello.
Pero se me había ocurrido una idea.
-Tengo una idea...- dije agarrando un esmalte rojo y un labial del mismo color.- ¿qué tal si como "ritual"-dije haciendo comillas con mis dedos- pintamos nuestros labios y uñas de rojo cada vez que de fiesta juntas vallamos?- todas se miraron y luego me miraron a mi. Comenzaron a correr de una punta a la otra para quitarse el color que se habían puesto.
Ya estábamos todas listas y a todas nos había gustado mi idea. Llegaron los chicos vestidos casuales. Milena se fue con Dylan, quien sólo me lanzó una mirada de desprecio y Darcy junto a Connor en el mismo auto junto a los otros dos.
Duncan (el hermano de Darcy) y Carly se fueron en el mismo coche, por lo que ella me había contado habían salido un par de veces pero nada serio.Adivinen con quien me fui yo.
Alto, cabello negro con mechón azul y ojos del mismo color...
¡Si! El hermoso de Chase y yo iríamos juntos, ¡per-fec-to!
-Vamos.- me dijo con una linda sonrisa demostrando sus perfectos y alineados dientes. Abrió la puerta por mi y luego la cerró, el viaje era de media hora ya que la mansión de la chica quedaba en la otra punta de la ciudad.
Habían pasado unos cinco minutos y no habíamos hablado para nada, un silencio incómodo comenzaba a tornarse a nuestro alrededor.
Decidí "romper el hielo".
-¿Tu color de piel es natural o tomas sol?- el chico me miró incrédulo. ¿O sea soy idiota? SI.
-Lo siento, en verdad lo siento, quería "romper el hielo" y soy muy mala para entablar conversaciones, mejor no hablo.- apenada por haber quedado como una completa idiota miré hacia el abajo. Mi cara roja de la vergüenza era todo un poema.
-Tranquila- puso una mano sobre mi desnudo hombro y un escalofrío me recorrió, al parecer se dio cuenta y sacó su mano con una sonrisa de suficiencia en su rostro.- Como sabes aquí siempre hay sol prácticamente, yo lo aprovecho. Me gusta estar de un color tostado.- lo miré y le sonreí.
-Tal vez algún día podamos ir juntos a la playa, así tomo algo de color, lo necesito.- dije señalándome. El sólo sonrió y asintió. Puso la radio Eminem y Rihanna con la canción The Monster sonaba a todo volumen, cantábamos arruinando la canción del perfecto dueto.
Faltaban dos manzanas para llegar a la mansión, aún así la música se escuchaba muy alta, estacionamos algo lejos del lugar. Habían muchos coches, ¿que a caso invitó a toda la ciudad? De dónde venía las fiestas no eran así.
Chase pasó un brazo por mi hombro y volví a temblar ante su tacto, nuevamente el sonreía y esta vez yo lo acompañaba. Todas las malditas chicas se le quedaban mirando a mi chico.
Digo, a Chase, me confundí Je Je.Apenas nos encontramos con las chicas corrimos al centro de la improvisada pista de baile a bailar. Los chicos llegaron con vasos de cervezas para todas.
Me encontré bailando con Chase, específicamente yo prácticamente colgaba de su cuello y el aferraba sus manos a mis caderas que se movían a la perfección.
Eran 6 30 de la madrugada, algunos se habían ido y los que quedábamos seguíamos bailando como si fuese lo único que importase. Chase me dijo de ir a tomar un poco de aire y acepté, podría considerarse que estaba un poco pasada de tragos tomé tal vez... ¿unos 10 vasos? Puede ser. Los vasos eran realmente grandes. Saliendo al patio nos encontramos con Connor quien quiso ofrecerme otro vaso más pero Chase le dirigió un rotundo no, al irse Connor le hice un berrinche por eso la reacción de Chase fue reír como un completo idiota.
Se sentó en un gran sofá marrón , al lado de una piscina, me paré frente a el con los ojos entrecerrados y con los brazos en jarra, un par de pasos para atrás y caía en la piscina.
-Siéntate- me dijo serio.
-Noooooooo.- rió y se echó para atrás.
-Hasta borracha te ves bonita.- me derretí ante sus palabras, aunque lo conociese hace casi dos meses apenas, podía admitir que me atraía un poco, y si... era perfecto.
-Tu admites que soy linda- dije arrastrando las palabras.- además sólo tomé 10 vasos Chassssse.
-Así es.- dijo serio, como si fuese la rotunda verdad.- y tomaste 13 nena.
-Yo te gusto.- afirmé, mis palabras está vez no se arrastraron, fui segura.
-Si, no, tal vez, quién sabe.- se levantó para enfrentarme.
-Nosotros sabemos.- mi voz nuevamente se arrastraba levanté mi dedo índice y le apunte mientras movía mi dedo además tenía un tono pícaro, mire a sus labios sin poder evitarlo.
-¿Quieres probarlos?- miro a mis ojos y luego a mis labios.- pareces un tomate.- rió.
-Si, no, tal vez, quién sabe.- dije imitándolo.
-Nosotros sabemos.- tal y como yo lo imité el lo hizo conmigo, utilizó el mismo tono pícaro, la mano y el dedo.
-Cállate y bésame.- así fue. Las palabras salieron sin problema y sin permiso. El me hizo caso y me besó, sus labios estaban húmedos, eran carnosos perfectos para morderlos, abrió su boca y yo le seguí, su lengua exploró mi boca mientras jugaba con la mía como si fuese su mejor juguete. No tenía gusto a alcohol, no había tomado nada, tenía un perfecto gusto a menta. Mi primer beso lo daba con el mujeriego de Chase.
Primer beso.
Mujeriego.
Chase.
¡DIABLOS MEGAN DESPIERTA!Mi voz interior me gritaba que hacer, y le hice caso. Me separé de un tirón, Chase seguía con sus ojos cerrados, quité mis manos que casualmente habían quedado en sus mejillas y quité sus manos que estaban aferrados nuevamente a mi cintura. Cuando recién me separé mantenía sus ojos cerrados y luego comenzó a abrirlos lentamente.
-¿Que te pasa Megan?- se preocupó, tal vez pensó que lo había hecho mal, pero no.
-Tú, tú me pasas.- lo miré y luego miré el piso. Él nunca querría nada serio, Milena me había contado que sólo salía con chicas por una semana como máximo.
-¿Eso es malo?- frunció su ceño y con un dedo en mi mentón levanto mi cara para que sus ojos y los míos se encontrasen.
-Mi primer beso...- todo comenzaba a darme vueltas.
-¿Fue el primero?.- preguntó incrédulo. Apenas asentí, luego caí redonda, pero el no me había agarrado, no había sido como en las películas que había visto o como en las novelas que una que otra vez leí, caí en algo húmedo. Bueno, en la piscina para ser más precisa. Menos mal que no llevaba celular sino quedaría arruinado. Alguien me quitó de ahí, Chase...
Supuse.