Pretty Face | Dark Soul ~NaLu Fanfic~

🍭008

Una semana antes.

Lucy Heartfilia.

Y al fin lo tengo, había esperado tanto por este momento y solamente ahora me quedaba el penúltimo paso.

Había hecho de todo, desde el momento que lo perdí tuve que idearme una manera para volver a tenerlo. Aunque claro que los sentimientos eran diferentes y habíamos madurado pero jamás pude olvidarlo, él era mi escape de desastrosa realidad.

Sé que está dormido pero aún así sus brazos me envuelven y sonrío sabiendo que lo conseguí. Ya era mío y al final todo valdrá la pena.

Quizás fue cuando me escondía del resto ya que no me sentía cómoda junto a los demás que entrenaban conmigo, la soledad era un amiga conocida y hasta el momento mi única aliada. Siempre que estaba en un rincón volvían las voces, sus asquerosas y devastadoras palabras para solo una niña. Había perdido a mi madre y mi padre era un desecho humano. Nunca le importe, jamás demostró un apego hacia a mí y a pesar de pasarme la decencia de darme las sobras de su comida espere que llegara el día que me amará.

Cosa que jamás sucedió, pero si sucedió el día que se aburriera de mí y quisiera entregarme como pago por su mala racha en los juegos de mesa.

Así que cuando encontré un arma bajo toda su suciedad lo tenía claro.

Luego de que de nuevo me abusaran el tenía la costumbre de beber hasta caer noqueado, entonces aproveche.

Por instinto, como si hubiera tenía una antes verifique que llevara balas, y si la había, unas tres exactamente.

Primero le disparé en el abdomen, luego cuando se despertó le disparé en la entrepierna y por último en la cabeza, por mi mala apuntaría le di de lleno justo al medio perforando su nariz, creo que se quejó un poco y luego su cuerpo perdió fuerzas.

Me quedo un buen rato viéndolo con la arma en las manos, no sabía que sentir, por qué en realidad no había sentido nada.

Aún de noche salí de la casa con el arma sin dirección alguna, no había nadie por las calles. Estuve así hasta que mis pies me dolieron y caí al inicio de un puente pequeño donde los corredores hacían sus rutinas.

Allí en ese lugar mientras temblaba de frío por la escasa ropa que tenía encima un par de zapatos habían aparecido frente a mi, tuve que subir mucho la cabeza pero ver su rostro. A primeras parecía un hombre bueno, de esos que los miras y sabes que estás segura, no había maldad en sus ojos. Aunque claro que yo aún era pequeña sin saber mucho de miradas ya que las únicas que conocían había sido de desprecio, asco y deseo.

Se acuclilló frente a mi para con esos ojos verdes ver el arma, y simplemente sonrió.

Se interrumpen mis recuerdos ante la presión de un beso en mi cabeza, la alzo y lo veo, el hombre que siempre quise tener, el único que me vio a mí y quiso permanecer a mi lado.

—¿Ya despierta?

Su voz produce las sensaciones más deliciosas en mi, como ninguno antes lo consiguió.

—Me sigues sin agotar—. Ríe y solo puedo absorber como una esponja ese sonido.

—Eres insaciable

Siento como se endurece entre mis muslos.

—Contigo siempre—. Le beso, aunque el no lo sepa cada beso ha sido especial para mi, antes solo llegamos una vez a besarnos y fue uno inocente.

El de ahora, no era nada parecido a lo inocente.

Estando de lado lo apreso con una pierna y con el talón lo empujó hacia a mi, quiero tenerlo más cerca.