Hay ponche, jugo y té para cualquier antojo. También hay canapés, sobras de un desayuno muy distinguido, tres trozos de pastel de miel y varias galletas de chocolate y almendras. Todo mientras la buena señora Holmes corta papas y se mantiene muy atenta del cordero al curri en el horno nuevo obsequiado por Mycroft (Que claro, no se comparaba con la secadora de cabello con 25% de descuento de parte de Sherlock).
El árbol de navidad era el más alto, colorido e iluminado que cualquier otro que hubiera visto en su vida. Incluso el olor del lugar era ridículamente satisfactorio, algo que le inspiraba a quedarse en la antigua habitación del detective, aunque en su interior sólo tenía ganas de salir corriendo.
- Mary llegó – Anunció Sherlock con su entrada – Está a punto de reventar –
- Oh, qué buena expresión para una embarazada – De pie frente al escritorio estudiantil de su novio, miraba por encima los artículos que habían en él. Lápices, algunas libretas con notas y una foto extraña de un perro.
- Cuando me mudé le dije a mi padre que, si apetecía, volviera este lugar en un gimnasio que nunca usaría o algo así, pero claramente no quiso hacerlo... Ahora que lo pienso, es un poco raro que siga exactamente igual desde hace casi veinte años cuando la de Mycroft ahora es el salón de costura de mi mamá –
- Es bonito si lo piensas, es como el recordatorio que eres su hijo favorito – Dando media vuelta en su lugar, su expresión nerviosa no pudo ser obviada por el pelinegro.
- No estás bien – Ahorrándose la pregunta, Sherlock fue directamente al grano sobre su estado emocional - ¿Puedo hacer algo por ti? –
- En estos momentos, nada – Con palabras ahogadas, John buscaba alguna clase de inspiración para salir y hacer frente a la realidad que había escogido – Tal vez podrías buscar pañuelos, estoy seguro que le romperé el corazón –
(...)
Mary lloró, oh, por supuesto que lo hizo. Aun así, esas lágrimas que derramaba eran todas silenciosas. Porque ella tenía ya una idea de lo que pasaría aunque no tenía ni idea del trasfondo.
Lo curioso era que ni siquiera John tenía idea del trasfondo real de todo. Porque aunque le juró a la Señora Watson que sus razones eran sinceras y válidas, dudó de todas ellas cuando luego de esa conversación fue y lloró por su cuenta, pero sobre el hombro de Sherlock.
Y no fue justo, porque él jamás terminó de confesar sus faltas como marido. Lo único que hizo para que en sus consciencias no pareciera que ella era la única culpable de la separación fue decirle que él no era "capaz de cumplir con su rol esposo". No fue capaz de decir sobre todo el amor que sentía hacia el padrino de su boda, pero si tuvo el valor de huir a sus brazos apenas hizo lo que tenía que hacer.
¿Pero por qué debía hacerlo? ¿Por las mentiras que había recibido o por los engaños que había dado? Aunque no lo quisiera admitir, una era la excusa de la otra, mientras la primera era lo que corroboraba al resto. Sólo era el perfecto pretexto que necesitaba para escapar de sus decisiones de vida (Que al parecer eran peores de lo que pensaba en su momento). Así había tratado a la mujer que llevaba a su bebé, como algo de lo que arrepentirse. Así había tratado al amor de su vida, como la excusa de sus decisiones.
Y si eso no era suficiente, ahora parecía que el mismo descaro que había evidenciado la verdad sobre Mary ahora iba tras de ellos, o de él, de Sherlock o de todos los mínimamente involucrados. No importa quién era responsable (aunque todavía no tenía muy delimitado el sentido de la responsabilidad que reposaba en cada uno, además de él mismo), el peso de un matrimonio fallido y de una familia separada debía caer sobre alguien.
¿Pero sobre quién? Porque apenas Mary apareció en la habitación donde ambos se encontraban para devolver un anillo de oro que no valía nada y se topó con ambos sentados uno al lado del otro tomados de las manos, toda la visión que tenía acerca de una separación se transformó por completo. Tal vez no era su culpa, tal vez era la de John. Tal vez no era culpa de John, tal vez era culpa de Mary... o del propio Sherlock. Tal vez no era culpa de nadie, tal vez era culpa de todos. Cada uno aportó un fragmento para construir (O destruir, depende de cómo se mire) ese desastre.
Ojalá eso sí hubiera pensado de esa forma justo en ese instante. No obstante, como los "ojalá" nunca son reales, Sherlock Holmes tendría que aprender a lidiar toda su vida con la mirada horrorizada de la mujer embarazada que fue su amiga.
Tal vez la culpa caía en quien había robado unos sueños de amor. ¿Pero quién robó primero a quién?
- Mary... - Intentó hablar, justificarse de algún modo. Pero no pudo, no cuando John no permitió que separaran sus manos aunque lo intentó. Su agarre fue más fuerte y entre el nerviosismo, el pelinegro volteó su mirada con imprudencia hasta su amante – John... -
Pero John no pudo contestar, así como tampoco pudo soltar su mano. Sólo se quedaron ahí, mirándose los tres fijamente hasta que la rubia desvistió su dedo y dejó el anillo en la mesa más cercana a ella.
- En definitiva fue culpa mía – Dijo, con lágrimas otra vez hechas presente encima de su rostro – Fue mi culpa por mentirte, pero también por no darme cuenta que es imposible que me ames como a él –
Y así como intentó irse de ahí, al primer paso acabó desvanecida sobre los brazos de un doctor que, afortunadamente, tenía los nervios a tal estado para poder reaccionar de inmediato a su desmayo.
Sherlock tragó saliva, ahora más decidido que nunca a hacer justicia por las dos vidas que se habían perdido. La que Mary desechó por elección propia y la que se desmoronaba ante sus propios ojos.
Talvez era culpable del amor que Mary nunca pudo recibir por parte de John, peroal menos podía intentar compensarla devolviéndole la poca estabilidad en sunueva vida que le quedaba y de la que Magnussen se quería aprovechar.
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Asexual - Johnlock
FanficEl sexo no era una de las aficiones de Sherlock, pero eso no tenía por qué impedirle mantener una relación con el amor de su vida... Aunque esto fuera más difícil de lo que ambos habían pensado. "La ausencia del deseo abre los ojos para notar sentim...