𝐖𝐄𝐑𝐄𝐖𝐎𝐋𝐅

𝐏𝐑𝐎𝐋𝐎𝐆𝐔𝐄

-TIENES TODO CARIÑO?-pregunto Carolina Williams a la pequeña pelirroja.
-si, ya está todo. Venga que perdemos el tren!-dijo la pelirroja emocionada.

Millie Ellie Williams era una niña de 11 años mestiza. Su padre fue mago y estuvo en Ravenclaw mientras que su madre era una muggle.

Minutos después la familia Williams llegó a la estación de King cross. La chica junto a sus padres atravesaron el muro y se despidió de ellos.
-no hagas travesuras porfavor-pidió su madre. Millie era una chica muy traviesa e inquieta.
-y deja de leer tanto, haz amigos y no te quedes hasta las tantas leyendo-pidió su padre. La chica socializaba poco por estar leyendo siempre, y por su carácter de culo.
La pelirroja consiguió salir de allí y entró al tren.

Al subir, Millie buscaba un compartimentó suelto pero parecía que no había ninguno. Suspiro frustrada y fue al primero que vio.
-hola, puedo sentarme aquí. No hay más sitio-dijo la chica con una sonrisa radiante.
-claro-contestó amablemente una pelirroja. La chica entró y se sentó junto a la pelirroja. Miró hacia adelante y vio a tres chicos. Uno tenía el pelo alborotado y negro, gafas y una sonrisa traviesa en el rostro. El otro tenía media melena negra, y tenía una sonrisa mostrando sus dientes perfectos. Y por último estaba un castaño que parecía el más alto, con algunas cicatrices en su rostro. Este estaba enfocado en un libro.
-Dracula-dijo la chica al ver el libro. El castaño subió la cabeza y la miró por primera vez.
-lo conoces?-pregunto sorprendido.
-claro, está bien aunque no me gustan los libros de terror-dijo la chica.
-como todas las chicas te gustarán libros de amor-dijo una nueva voz. La chica giró hacia donde escuchó esa voz y miró al lado de la pelirroja. Había un chico con pelo largo pero más corto que el de Sirius, algo grasiento. Era pálido y tenia el rostro serio.
-para tu información no, me gustan los libros de aventura y el gusto no tiene nada que ver con el género-dijo la rubia molesta. Los chicos se miraron entre sí sorprendidos.
-y...en que casa queréis estar?-pregunto la pelirroja para liberar tensiones. Millie rodó los ojos y cogió su libro para empezar a leer.
-en Gryffindor. Mi familia siempre ha estado ahí-dijo el pelinegro de gafas, el chico con pelo grasiento bufo.
-a mi me da igual mientras no esté en Slytherin-dijo el del pelo más largo y dientes blancos. El otro chico volvió a bufar.
-claro-empezó a hablar-no quieres estar donde están los inteligentes. Querrás estar con el, con los cachas y tontos-dijo. Antes de que el del pelo largo replicara algo el de gafas hablo.
-y tu en que casa quieres estar?-
-en Slytherin obvio-respondió el chico.
-Esa es la peor casa, Gryffindor es mejor- respondió el de gafas.
-no hay mejor o peor casa. Lo que es mejor o peor es las personas y su actitud. Por ejemplo, Quejicus estará en Slytherin pero no por estar en esa casa es un tocapelotas. Lo es porque si y ya-dijo Millie. Los dos pelinegros estallaron en risas y el castaño sonrió levemente. La chica al ver el gesto de este no pudo evitar sonreír. La pelirroja se enfadó y cogió la mano del chico yéndose del compartimentó. Al llegar a la puerta del vagón chocó con un pequeño rubio que iba a entrar. Este sin hablar se sentó al lado de la castaña.
-eh rubia-dijo el pelinegro-como te llamas?-
-me llamo Millie Williams-contestó la castaña-y tu pelinegro?-
-soy Sirius Black-contestó con una sonrisa. La chica miró al de gafas para que se presentara.
-James Potter-sonrío coqueto y la chica rio. Miró al castaño pero este se congeló y se sonrojó.
-y tú?-pregunto la chica con dulzura.
-soy Remus Lupin-tartamudeo el castaño. La mirada de la pelirroja cambio hacia la del rubio de su lado.
-Peter Pettigrew-susurró pero fue audible para todos.
James , Sirius y Peter empezaron a hablar sobre Quidditch y Hogwarts mientras Remus y Millie estaban distraídos leyendo unos libros.

Sin duda aquí empezaba una larga amistad.