Final

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Yoongi

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Yoongi

Fue un año realmente extraño, nunca creí que mi rutina de todos los días cambiaría de un momento a otro tan repentinamente.

Pero Jimin me hizo dar un giro de 180 grados en todos los sentidos de mi aburrida y monótona vida.

Antes, cuando me atrevía a molestar a Jimin por ser gay, la verdad fue por mero aburrimiento, quería algo de diversión con el chico tímido y callado que conocía desde primero. Pero mi perdición fue el descubrir que el gatito podía ser un feroz León.

Jimin no fue como los otros, me respondió y encaró multitud de veces hasta el punto de tenerme babeando por él. Su actitud agresiva y sus comentarios sarcásticos lograron encantarme, atraerme de una manera que nunca antes había sentido, menos por cualquier chica. Lo cual fue confuso pero lo dejé pasar, entonces descubrí que me gustaba verlo, detallar en sus facciones perfectas, en su cabello castaño natural, su nariz de botón, sus labios gruesos y rosados hipnotizante, incluso sus dos dientecitos chuecos me habían resultado encantadores.

Descubrí que Jimin era encantador en todos los sentidos posibles y por haber.

Tal vez fue por la confusión o el miedo de estar descubriendo una faceta mía nueva, pero los insultos hacia Jimin no pararon, y como lo supuse Jimin no se dejó.

Y fue cuando pasó eso en el salón, se me restregó tan descaradamente que no supe cómo reaccionar. Aquel beso, en el momento en que nuestros labios se tocaron supe que estaba jodido. Jimin fue tan... sensual pero tierno a la vez, aún de rodillas frente a mí tenía una mirada de inocencia muy contradictoria a sus acciones, y su habla, las palabras que salían de su bonita boca lograron ponerme como nunca antes.

Luego de eso le dejé de hablar, más por el conflicto interno mío que por algún otro motivo, no lo odiaba, no me dio asco, lo que había hecho me gustó mucho.

Y en ese momento supe que también me gustaban los chicos.

Fue al tercer día que lo acepté y ese mismo día no me contuve.

Y pasó lo que pasó. Luego Jimin y yo congeniamos, hablamos, no fue solo sexo, los gemidos pronto se volvieron caricias, las escapadas fueron mayormente para citas, habían apodos tiernos, besos inocentes, aquellos "te quiero" que luego de casi medio año se convirtieron en "te amo". Es hermoso.

Aunque no estoy diciendo que todo sea cursi, mi Jiminie es alguien dual, puede ser tierno un momento y al otro me estaría pidiendo que lo follara duro contra la puerta. ¿Y quién soy yo para negarle?

Ahora mismo, por ejemplo, estamos en su casa, más específicamente en su habitación. La razón inicial era para estudiar para el examen de ciencias pero...

— ¡Hmm, sí! M-más duro... Gigi, ahh...

Me encontraba follando su bonito y firme trasero en su cama.

— ¿Más duro bebé? Entonces grita mi nombre, mierda... haz que todos tus vecinos me conozcan, que sepan quién te hace el amor todos los días, príncipe.

Le ordené, arremetiendo contra su culo una y otra vez sin descanso, podía escucharlo sollozar bajito por el placer, tenía abrazado su almohada, la misma que estaba mordiendo para no ser tan ruidoso y eso me frustraba, no era tan desvergonzado pero quería que mi pequeño gimiera en alto, que gritara mi nombre entre súplicas de piedad mientras yo me encargaba de llevarlo al éxtasis.

Mis órdenes fueron acatadas, desde mi posición era increíble verlo así, tan vulnerable. Jimin era hermoso, perfecto, portaba solo una camisa larga que cubría su espalda perfectamente arqueada, mantenía sus piernas separadas y su culo alzado a mi completa disposición, mientras exclamaba entre jadeos erráticos mi nombre y enterraba sus uñas en su almohada de pollitos tiernos.

Con solo esa vista sentía que me podía correr. Tomé su pene con una de mis manos y comencé a bombear sin orden ni desenfreno, mi regalo fue un bonito gemido dulce que portaba mi nombre en toda su melodía.

— Y-yoonie... voy-... ¡Ngh, Yoongi! — Gritó para luego liberarse.

— T-tan hermoso... mi príncipe. — Alabé, viendo cómo su cuerpo sufría espasmos por el reciente orgasmo que se extendió hasta que segundos después yo me liberé en su interior.

Cansado, dejé caer mi cuerpo encima del suyo, sin dejar que mi peso lo aplastara completamente al apoyarme en su colchón con mis brazos.

Besé su coronilla suavemente y luego comencé con mi trabajo de mimarle tiernamente, sabía que luego de todo el cansancio y el desgaste en nuestros cuerpos, a Jiminie le gustaba ser mimado, recibir palabras dulces y halagos bonitos para antes de caer dormidos ambos decir:

— Te amo, príncipe.

— Te amo aún más, Gigi.

Y nos dejamos llevar al mundo de los sueños con una sonrisa de estúpidos enamorados en nuestros rostros.

Fin.

Solo quería preguntar, ¿vieron el contraste de la narración inicial de los primeros capítulos con los dos últimos? Quise reflejar la forma de expresarse de Jimin cuando tenía solo 17, cuando peleaba con Yoongi, luego cuando ya tuvieron una relació...

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Solo quería preguntar, ¿vieron el contraste de la narración inicial de los primeros capítulos con los dos últimos? Quise reflejar la forma de expresarse de Jimin cuando tenía solo 17, cuando peleaba con Yoongi, luego cuando ya tuvieron una relación y por último en este capítulo, donde todo es desde la perspectiva de Yoongi y ya tienen casi dos años de relación.

En fin, gracias por leer este pequeño fic. Ciertamente no fue mi idea, vi una publicación en Facebook sobre la siguiente imagen y me dio ganas de escribir algo así.

 Ciertamente no fue mi idea, vi una publicación en Facebook sobre la siguiente imagen y me dio ganas de escribir algo así

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Hasta aquí mi reporte, adiós, cuídense.

xXMiniMiniXx-

Marica ---》YMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora