Jimin.
Algo bueno que puedo rescatar de este infierno llamado colegio son las clases sin libros.
Ya saben, arte, EPT, Educación Física, aquellos cursos que eran más para la recreación del alumno.
Y debo admitir que mi favorito era Educación Física.
No es por presumir pero yo estaba acostumbrado a hacer ejercicio desde chiquito, mis padres me pusieron en un taller de danza y gracias a eso tengo buena resistencia.
No como otros que están desfalleciendo en la segunda vuelta al campo del gimnasio.
— Vamos chimenea blanca, solo 8 vueltas más y podrás terminar. — Le hablé a un Yoongi jadeante y cansado.
No puedo creer que sea el mismo tipo que es el capitán del club de básquetbol, he ido a sus entrenamientos y juegos y la verdad Yoongi parece otra persona. En estas clases se cansa con mover un dedo mientras que en los partidos del club puede durar horas corriendo y anotando en el aro rival.
Heteros, quien los entiende.
— Mal-maldito marica... — Me intentó insultar, yo solo me reí a su lado.
— Shh... — Lo callé. — Si hablas te vas a cansar más, no quiero ser el culpable de tu muerte en el gimnasio.
Sin más que decir dejé de correr a la altura de Yoongi y me puse frente a él, ¿por qué? Por qué sé que siempre es un placer para Min ver mi trasero con aquel short apretado.
Y tengo que admitir que sentir la mirada profunda en mi retaguardia me hacía sentir mejor conmigo mismo.
Ni el supuesto rey heterosexual Min Yoongi podía resistirse a mis encantos. Me hacía sentir poderoso.
Luego de casi diez minutos después de completar las 10 vueltas que nos pidió el profesor para calentar, tocó el silbato y nos hizo reunirnos frente a él.
Y créanme o no, mientras el profesor gordito daba la explicación del juego recreativo que teníamos que desarrollar en esta clase, sentí la respiración caliente de Yoongi en mi nuca y juraría que pude sentir algo rozar levemente mi trasero.
A veces tenía la duda de si Min era completamente hetero.
El juego de hoy era... redoble de tambores... ¡quemados! Y por un demonio, sabía que me iba a doler pero no pude evitar emocionarme, era muy competitivo tenía que decir.
Y al ver que Yoongi estaría en el equipo rival me prometí ganar.
El profesor tocó el silbato y después de pasar una papita que estaba en su boca gritó un "comiencen", dando inicio a la masacre.
El juego comenzó tranquilo, éramos 15 contra 15 por lo que no había privilegios para nadie. Min homofóbico Yoongi jugó muy bien, a pesar de su rigidez podía esquivar veloz y se desplazaba por el campo de forma eficiente, parecía un gato, en un momento lo veías en una esquina como escondido y al otro rato tenías un balón dirigiéndose directo a tu rostro gracias a Min.
Al final solo quedamos Yoongi y yo, lo cual era una fregada pues ambos estábamos bajo presión, la competitividad reinaba y el deseo de ganar estaba más que presente.
— ¿Últimas palabras antes de que te derrote, Park? — Presumió con el balón en sus manos listo para tirar, yo lo vi con una sonrisa burlona.
— Que cuando te gane en el siguiente turno, recuerdes que nunca estarás a mi nivel, teñidito. — Bufó y con una expresión molesta y jodidamente caliente, exclamó.
— Ven y chúpamela, marica.
— Cuando quieras, cariño.
Y tiró.
No está de más decir que gané, ¿cierto? Nadie puede darme con el balón, soy muy flexible.
Y al parecer Min se quedó picado. Tal vez le dé su recompensa por el segundo lugar. ¿Qué puedo decir? Soy muy amable.
xXMiniMiniXx—
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Marica ---》YM
Fanfiction-Ven y chúpamela, marica. -Cuando quieras, cariño. 🌸Extensión de 6 capítulos. 🌸Contenido explícito, si no es de tu agrado abstente de hacer comentarios innecesarios.