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Las cabañas estaban ordenadas según la importancia de quienes dormirían allí, el primer par era para los de la organización, el segundo par era para personas que necesitaban atención un poco más especial que los demás, e iban disminuyendo el nivel de prioridad, así que les pidieron avanzar hasta una cabañas del fondo.
Los caminos pavimentados se hacían rampas en las entradas a las cabañas, y para subirla fue el único momento en que Taehyung pidió ayuda, aunque sólo aceptó cuando Yoongi fue hacia él.
Con eso, Jimin le dio una mirada extraña a Jungkook, el pelinegro bajó la cabeza, con expresión triste.
Dentro, había dos literas y una cama en particular donde estaban apiladas las sábanas, frazadas y almohadas.
No habían visto a mucha gente venir mientras esperaban a la pareja de pelinegros, en total, no llegarían a las veinte personas, sin contar a un par que ya estaban allí y las personas de la organización, que no eran más de diez.
A Jimin le comenzó a gustar más el lugar con eso, sabiendo que habría bastante paz, con tan poca gente y un lugar tan bonito, comenzaba a sentirse cómodo.
Aunque lo único que iba arruinando esa aura de paz que sentía, era la tensión que había entre Jungkook y Taehyung.
El menor le hablaba casi con miedo, pero amable, y el chico de la silla contestaba con la menor cantidad de palabras posibles y siempre en un tono monótono.
Sintió a Yoongi tocar su brazo, lo miró y el mudo le hizo unas señas.
"Kook y Tae".
Jimin asintió, no sabía cómo responderle, así que se acercó a su oído para susurrarle.
—Averigua qué le pasa a Taehyung, yo hablo con Jungkook.
Yoongi asintió.
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