¿Que diablos sucede?

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El sol iluminaba todo Norrisville con uno que otro rastro de lluvia.
Adultos iban a trabajar mientras niños y adolescentes se preparaban para la escuela.

Nada diferente a lo que estaba sucediendo en la habitación de dicho chico pelivioleta, excepto por gritos y dos adolescentes nerviosos.

-¡¿Te puedes correr?! -Pregunto acelerado el menor.

-¡¿Te podrías calmar?! -Grito el pelirrojo terminando de ponerse los pantalones- ¡¿Dónde demonios están mis zapatos?!

-Oigan muchachos, el desayuno ya está--

La mujer continuaría hablando si no fuera por las miradas amenazadoras de los dos chicos.

-Yo... Mejor me voy - La pelinegra se dio vuelta para emprender caminó fuera de la habitación.

Ambos volvieron a prestar atención en lo que hacían anteriormente.

-¡¿Desde cuándo la escuela se volvió una responsabilidad para mí?! ¡Ahora mismo tendría que estar en el maldito libro! -Grito alterado.

Luego de seguir cuestionado lo que estaba haciendo con su valioso tiempo los adolescentes ya preparados bajaron las escaleras hacia la cocina.

-¡Mamá! ¿Dónde está el desayuno?

La mujer solo apuntó hacia la mesa para seguir acomodando su traje.

-Gracias señorita Amelie -Dijo más calmado.

-Oye mamá, ¿no pensarás en ir a trabajar, cierto? -Cuestiona el adolescente.

-Tengo que hacerlo cariño -Sonríe delicadamente- Pero puedo pedirle a Anna para salir temprano y--

-¡No irás!

-Randy, tengo que hacerlo-.

-¡Claro que no! -Grita alterado- No dejaré que salgas, sigues lastimada-.

-Señorita, Randy tiene razón, será mejor que se quedé -Dice el pelirrojo dedicándole una sonrisa- Así se repondrá y no tendrá esas marcas-.

-Hazlo por mi mamá, por favor.

-Bien, me quedaré.

-Gracias.

-Pero será mejor que se apuren si no quieren llegar tarde a la escuela.

-Cierto! -Gritan ambos.

Terminaron el desayuno rápidamente para agarrar sus mochilas y acercarse a la mujer. Uno se despidió con un beso en la mejilla mientras que el otro solo hizo una reverencia y agregar un «Adios señorita Amelie» e irse.

Cuando salieron la pelinegra solo puso una cara adolorida y se apoyó en una silla buscando sostenerse.

Suspira- Mejor me voy a acostar, antes de caerme-.

Y así lo hizo, se paró bien y fue hacia las escaleras.

°°°°°°°

Dos adolescentes se encontraban corriendo hacía la parada de autobuses para alcanzar a esté antes de que se vaya.

-Apurate Randy!!!

-¡¿Que crees que es lo que intento hacer?!

El mayor suspiró pesadamente para tomar la mano del otro provocando un sonrojo en el pelirrojo.

Una vez que llegaron a la parada subieron al transporte y buscar asientos vacíos.

¦𝐋os 𝐋ibros 𝐍o 𝐒e 𝑬𝘯𝘢𝘮𝘰𝘳𝘢𝘯 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora