✨Especial de Navidad✨

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24 de diciembre de 1207

Querida Natsuki, no podré estar en el pueblo para está importante fecha ya que mi hermana enfermó, pero quiero que sepas que estar contigo y nuestros hijos en nuestra casa es lo que más deseo.
Espero que me sepas disculpar por mí falta, pero quizá el próximo día festivo estemos juntos.

Firma: Yoshio Izumi.

La mujer pelirroja terminó de leer la carta en voz alta para dirigir su mirada a sus hijos quienes la miraban tristes.

-¿La tía enfermó?

-Si, pero ella estará bien, su padre estará con ella esta Navidad así no está triste-.

-Padre es muy buena persona -Pensó el pelirrojo mirando a su madre.

-Madre-.

-¿Que sucede Emiko? -Preguntó la mujer.

-¿Podemos ir a jugar afuera?-.

-Está bien hija, pero cuida que tú hermano no haga nada malo y que no le pase nada, sí?-.

-Está bien! -Dijo emocionada la niña para luego agarrar a su hermano de la mano e irse afuera.

Los dos jugaron un rato hasta que decidieron jugar a las "escondidas". Cuando le tocaba al menor la niña se escondió dejando lo solo hasta que 3 chicos más grandes se le acercaron.

-Pero miren a quién tenemos aquí-.

-¿No es este el niñito de papá? -Preguntó el más bajo de los tres con notable maldad.

-D-dejenme en paz, yo no les hice nada -El pequeño intentó alejarse, pero dos de los 3 lo agarraron de los brazos mientras el otro se le acercaba causando miedo en el pequeño.

-¿Acaso crees que nos importa?-.

-Tal basta, o... Le diré a mi hermana -Intento zafarse del agarré hasta que lo golpearon en el estómago.

-Te crees mejor que todos solo por ser rico! -Y volvió a golpearlo.

Cuando iba a volver a hacerlo sintió cómo era golpeado con una roca. Miró al dueño de está encontrándose a un niño pelinegro con un mechón rojo y ojos naranjas el cuál tenía una mano llena de pequeñas piedras.

-Dejenlo en paz! -Grito enojado preparando otra piedra.

-Vete Takeshi, a menos que también quieras una paliza.

-Cómo si te tuviera miedo -Dijo con valentía- Puede que tú seas más fuerte, pero yo tengo algo que tú no: Inteligencia, y eso es más fuerte que tú estupidez -Cada palabra que pronunció el chico y cómo lo hizo fue admirable para el pequeño pelirrojo.

-No te pases de listo Kobayashi!-.

El pelinegro iba a hablar hasta que sintió una mano en su hombro. Era su "molesto y estúpido", cómo el lo solía llamar, hermano mayor.

-¿En serio se van a rebajar a molestar a un niño de 6 años? - Pronunció con falsa molestia, alarmado a los 3 adolescentes -Que tan miserables tienen que ser para llegar a ese nivel-.

¦𝐋os 𝐋ibros 𝐍o 𝐒e 𝑬𝘯𝘢𝘮𝘰𝘳𝘢𝘯 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora