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Capítulo 3 UN VERGONZOSO ENCUENTRO

Cierro los ojos, espero la caída, sin embargo, nunca llega.

1....

2...

3...

Decido abrir los ojos, me encuentro con unos ojos increíblemente verdes y un cabello rojo tan exótico como el de la señora pelirroja.... Espera, entonces él es el chico al que estaban buscando, siento un dolor en la cabeza, como cuando estas buscando algo en el refrigerador y metes tu cuerpo para alcanzar algo que está hasta el fondo y de pronto olvidas que aun estas dentro, te levantas y te golpeas fuertemente la cabeza con el techo del refrigerador.

- ¿Se encuentra bien? - preguntó mirándome fijamente, su voz causó escalofríos en mis brazos, tiene una voz ronca, aunque de alguna extraña y loca manera, siento que ya lo he visto anteriormente.

-Oh, si, dispénseme- dije y seguramente mis mejillas en estos momentos se encuentran rojas como mi vestido, noto que gracias a él es que en estos momentos no me encuentro en el piso, me está sosteniendo de la cintura, logrando enviar descargas eléctricas por todo mi cuerpo, como cuando hay estática y tocas algo de metal, claro que esto es de un modo agradable.

El chico me da una mirada interrogativa, entonces recuerdo que hace unos momentos estaba llorando como si no hubiese un mañana, iba a decir algo, pero entonces veo a uno de los guardias de la mansión, seguro y ya me están buscando para decirme que han decidido que es mi momento de casarme, o peor y me quieren enviar directamente al internado de monjas otra vez y no se si pueda escapar de nuevo, pero si me encuentran, deberé casarme con el peliblanco y yo en verdad no quiero casarme aun, menos con un chico tan serio como el, pero tampoco con un chico que causa tanta curiosidad en mi como aquel pelirrojo, es extraño que en mi vida que solo está llena de rutinas, bailes, tontas presentaciones y demás, de pronto llegue un chico que con solo mirarlo siento como si él estuviese ligado a algo importante para mí de alguna manera, es una locura y ¿qué hace la señorita locuras (alias Alice) con ellas? Exacto, nada, huyo o finjo demencia, aunque quizá no esté fingiendo.

-Dispénseme- digo con una breve inclinación de la cabeza y salgo corriendo de ahí.

Corro hasta que llego a un extraño árbol que no recuerdo haber visto antes, bueno, aunque claro, mi abuela me prohibió salir de la casa desde la vez que me trepe a un árbol utilizando mi vestido de dormir, todo iba bien, hasta que ya no pude bajar de él y me tuve que esperar hasta que alguien se diese cuenta de que no estaba y me ayudase. Me acerco y entonces veo un conejo, no es cualquier conejo, es el conejo blanco, veo como se mete dentro de un hueco que hay en el árbol, me fijo y me doy cuenta de que está muy profundo, pareciera que no tiene fin. Entonces siento una presencia detrás de mí.

-Lo siento- dije el chico pelirrojo que me salvo hace unos momentos, yo lo veo confundida, solo que se ve diferente de alguna manera, lamentablemente no lo conozco lo suficiente como para saber en que, además no me da tiempo de procesar nada

- ¿Lo siento...? - pero no termino de hablar porque me empuja, lo raro es que lo hace con una extraña sutileza, de manera suave, como si temiese que me fuese a romper, aunque claro, si eso fuese verdad no me hubiese empujado por un hueco que aparentemente no tiene fin, ah sí ¿en qué iba? Ya lo recuerdo, pues me empuja y caigo dentro del hueco del árbol.

Porque claro, empuja a la loca dentro de un árbol para que se de un golpe en la cabeza y así vuelva a ser normal. Super ksual

Alice And The Four QueensDonde viven las historias. Descúbrelo ahora