Gynel A Travez del Multiverso

-EL INICIO-

Mi historia comienza aquí, en mi nacimiento...
Después de un duro labor de parto, mi madre Julie me dio a luz, el primer nacimiento en nuestro pueblo después de 3 años

Hay un tenue recuerdo de la primera conversación que escuche de mis padres.

-Etan, es un barón... ¿Qué nombre le pondremos?
-Pienso ponerle un nombre especial...
-Tu mejor amigo... Gynel.

Mi nombre se me otorgo en memoria de un gran guerrero; Mi padre Etan era de esos que contaba cuentos a los niños, estos hablaban de un mundo mágico que se regía por el Mana; una energía que en eras pasadas permitía a las personas controlar magia de todo tipo en el universo.

Cada noche hasta mis 6 años, mi padre me contaba historias fantásticas de Gynel, en algunas de sus mejores historias, Gynel controlaba los elementos naturales, en otras utilizaba magia ilusioria para hacerse pasar por el comandante enemigo y así ganar batallas de manera estratégica.

Cuando no pasaba tiempo con mi padre, salía a jugar con los otros niños de pueblo, yo era el más joven de 6 niños que habitaban el pueblo.

Nuestro pueblo... no puedo hablar grandes cosas de él. Lo habitábamos apenas 40 personas, todos en carpas de tela enormes, teníamos un gran rio del lado este seguido de un inmenso bosque que nos rodeaba... el bosque parecía no tener fin y estaba prohibido adentrarse mucho en él, pues quien caminaba por más de dos días por el ya nunca regresaba.
Nos alimentábamos de fruta y otros cultivos que se daban cerca del rio; y ocasionalmente cuando los cazadores conseguían ciervo o conejo comíamos carne.

Cuando paso el primer mes desde mi sexto cumpleaños mi padre me dijo que saldríamos del pueblo.

Me levante muy temprano y me puse mis ropas de cuero, salí con papa. Mientras caminábamos hacia el bosque charlamos un poco.

-¿Qué haremos hoy?- Pregunte
-Hijo, como todos en el pueblo debes cumplir un propósito-
-¿Cómo tú?-
-Así es ¿Sabes cuál es el propósito de tu padre?-
-¡Contarme cuentos para dormir!- Dije muy emocionado. Mi padre solo rio y me miro.
-Así es pequeño, pero además tengo otro propósito en el pueblo-
-¿Cuál es?-
-El propósito de tu padre, es proteger a todos-
-¿Cómo Gynel en los cuentos?-
-Así es... como en esos cuentos- dijo con voz profunda y se quedó en silencio

Caminamos unas horas más, hasta perder de vista el poblado.

-¿A dónde vamos?- pregunte con un poco de miedo
-Tranquilo Gynel, ya casi llegamos-

Seguimos caminando, pero después de un momento el bosque se sentía distinto; entre más avanzábamos el aire se empezaba a sentir sofocante, la imponente extensión del bosque daba algo de miedo, y mi miedo crecía pues lo único que hacia ruido eran nuestros pasos, nuestra respiración y el sentimiento de acecho, la presencia de animales que no dudarían en comernos.

En cuanto empecé a agitarme escuche a mi padre

-Aquí es Gynel-

Sinceramente, no sabía dónde estábamos, el pueblo no se miraba en ninguna dirección, solo había árboles y más arboles rodeándonos.

-¿Dónde estamos?- Pregunte con desesperación
-Tranquilo Gynel, estamos en una de las cuna del bosque-
-¿Una cuna del bosque?- Pregunte un poco más calmado
-Deja te explico que hacemos aquí...-

Mi padre me explico que nuestro pueblo vivía en armonía con los dioses del bosque, y que a cambio de nuestro respeto que consistía en no talar los árboles, ellos nos daban el agua que fluía en el rio, y hacían crecer los frutos que nos alimentaban.

También me conto que cada mes mandaban animales que ya habían cumplido su ciclo en la tierra, para así nosotros cazarlos y comerlos.

-Hoy estas aquí para talar un árbol-
-¿Pero el pacto?-
-Una vez cada 7 años podemos talar un árbol, pero este debe provenir de una cuna...-
-¿Por qué?- pregunte interrumpiendo a mi padre –Disculpa-
-Es una ley universal...- Mi padre suspiro, volteo al cielo y después me miro –Pero ya fue mucha charla Gynel, tu trabajo antes de contarte tu nuevo rol dentro del pueblo será talar este árbol-