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JiMin, un chico que llega a un nuevo colegio, despierta la curiosidad entre sus compañeros. Es un chico muy especial, pues tuvo que huir con su abuela y refugiarse en una nueva ciudad, conservando siempre la esperanza de regresar a su ti...
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YoonGi tiene una hermosa y blanca piel que hace juego con su rostro, cuerpo, cabello, voz y forma de reír. Hoy lo conocí. Ya que entre al salón de décimo grado de la escuela secundaria, Daegu Science High School (대구과학고등학교), en Dongdaegu-ro/ Daegu- Corea del Sur. Pues, hace poco llegué a Daegu ¿Por qué vivo ahora aquí? Simple, mi abuela y yo fuimos desplazados por la violencia de nuestra ciudad natal, Busan/Corea del sur. Es raro decirlo, nunca imaginé ser un chico desplazado por la violencia.
No me atreví a hablarle en clase, porque pues, ustedes saben, nuevo colegio, nuevas personas, eso significa hacer amigos, pero yo no soy muy sociable que digamos.
Tampoco le hablé al descanso, porque habían muchas personas curioseando de donde venía y me hacían muchas preguntas raras,
-¿Porqué te cambiaste de escuela a mitad de mayo?
-¿Cuántas familias nuevas llegaron al barrio? ¡Pude ver muchas!
-¿Es verdad lo que se está diciendo en las noticias? Porque me parece que es muy raro.
-¿Qué es eso de ser desplazado? ¿Y por qué la gente se hace llamar así?
-¿Qué significa ser desplazado por la violencia?
Entre muchas más preguntas, así que negando con la cabeza me limité a salir del lugar pensando en que si en ese momento me acercaba a charlar con él y decirle lo que pensaba sobre sus preciosos ojos de gato, probablemente todos se hubieran apartado, ya saben, por tener gusto por los hombres, también se habrían reído. O peor, YoonGi podría haber sentido que me burlaba de su apariencia, y eso era lo último que yo quería.
Tampoco se lo dije cuando salimos de la escuela. ¿Por qué lo haría? Apenas y nos hemos visto.
Me sorprendí cuando el caminó a mi lado, mirándome de reojo y suspirando de vez en cuando, hasta que llegó a lo que supuse era su casa pues una mujer, la cual deduje era su mamá, apareció y empezó a llamarlo desde la ventana; entonces el se agachó, fingiendo que se ataba los cordones, pero un niño de sexto grado, de esos que siempre van corriendo, cayó sobre él con libros, comida y todo, y lo hizo rodar con él en un tierrero. Su mamá estalló en risas, más yo seguí mi camino con la cabeza baja. No es de buena educación reírse de los mayores o de las personas. Y no es como que no hubiese querido ayudarlo... Solo, me sentí asustado.
Pero ahora tenía un problema. ¿Cómo iba a hablarle a YoonGi? Que iba a querer hablar el con un estudiante como yo, al cual le encantaba bailar pero era muy tímido.
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"¿Qué le diré? ¡No le puedo decir que me gusta! ¡No aún!"
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✨🌟✨
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✨ Heme aquí, con cuatro proyectos en manos, pero reescribiendo un old proyect asdhjsakd si, así soy yo.
✨ Por cierto: recuerden que este es el mismo libro de Una Isla Llamada Luna, pero narrado desde la perspectiva de JiMin.
✨ Y si no has leído Una Isla Llamada Luna ¡No importa! Puedes empezar leyendo Ojos de Gato El orden no altera nada.
