📌📝Segunda historia de la COLECCIÓN: «Mi Luz en la Oscuridad»
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La diosa luna le había hecho una promesa, sin embargo años habían pasado hasta que esa promesa se concretó, pero nada es tan fácil... ahora todo estaba echado a la suerte. Una caz...
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Caccian.
— Aquí estabas — reprocho la voz de mi Beta.
Me erguí en el agua y comencé a acercarme a él. Jackson estaba desnudo al igual que yo, pero a ambos nos importaba una mierda eso. Suspire. Terminé de salir del estanque y me pase una mano por mi cabello tratando de dejarlo hacia atrás. El agua caía rápidamente por mi cuerpo y la brisa me dio un pequeño escalofrío, pero aun así sentí que mi temperatura no bajó.
— Solo pensaba — dije luego de unos minutos en que me quedé contemplando la resplandeciente media luna que yacía arriba de nuestras cabezas.
— Bien. Vámonos.
Agradecí que no empezara a indagar, porque él sabía de sobra en qué estaba pensando. Asentí con la cabeza y volví a erguir mi cuerpo dándole paso a mi gran Lobo. Jackson hizo lo mismo y ambos corrimos hasta encontrarnos con la camioneta y Warren que se encontraba aun lado de la calle.
Nos vestimos y regresamos al viaje, esta vez me tocó manejar a mí. Después de algunas horas escucho los ronquidos de Jackson a mi lado. Reí ya que sus escandalosos ronquidos retumbaban en la camioneta. Mi beta era un hombre muy grande e iba todo arrollado en el asiento de copiloto con la cabeza apoyada en el vidrio de la ventana, a los tres nos faltaban nuestras compañeras, sin embargo tanto Jackson como yo decidimos salir juntos, en una de esas las encontrábamos a la vez. Mientras por otro lado Warren iba despierto en silencio, él por su parte aún no tenía intenciones de encontrarla, al menos no ahora.
Yo sentía que todo es posible en este viaje.
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Al fin habíamos llegado a Transilvania, el viaje se me hizo tan eterno que juré que no volvería a venir de nuevo después de encontrarla, sentía que mi trasero estaba más plano que antes, ya que vine sentado todo el tiempo sin bajarme de esa maldita camioneta.
Fuimos directamente al hotel del centro, no estaba para estar en cualquier lado. Luego ya me encargaría de buscar algún lugar para instalarnos más cómodos. No sé cuánto tiempo me tomaría encontrar a mi luna, pero quiero estar cómodo antes de comenzar.
La recepcionista nos sonrió coqueta a Jackson y a mí, pero ambos la ignoramos y solo pedimos caballerosamente el Penthouses, mientras que Warren aun no entraba, la mujer de nombre extraño nos tendió las placas electrónicas y después de dar las gracias uno de los encargados nos llevó las maletas al ascensor. El chico nos abrió las puertas del lugar y luego de una propina se fue dejándonos en el cuarto. Jackson se fue a explorar el lugar mientras yo solo me fui a observar por el enorme ventanal que me ofrecía una linda vista de Transilvania. Warren vendría después, supongo que se había ido a explorar como era su costumbre al estar en lugares nuevos.
Nos instalamos tranquilamente y viendo como anochecía salimos a explorar un poco el centro. Transilvania no era muy grande, pero tenía lugares nuevos que aún no había visto, y mi curiosidad me llevó hasta una de las tantas cafeterías que se extendían por toda la calle central de la ciudad.
