Solo una noche. (XiCheng)

2.

Sólo una noche.

(XiCheng)

2.

ADVERTENCIA: Desde aquí aparece Nie HuaiSang, pero no hay ChengSang, al menos no en el presente. Ellos tuvieron algo y suelen bromear mucho sobre eso, pero eso es todo.  HuaiSang es un gran amigo que llega a ayudar a Jiang Cheng y abrirle los ojitos en unas cuantas cosas. Así que, por favor, abtenecerse de odiarlo injustificadamente, de hecho espero que lo amen u.u 

La noche fresca envolvió a Jiang Cheng y este tomó una respiración profunda, soltando el aire de sus pulmones. Finalmente sentía que volvía a respirar tras estar durante horas en el edificio a sus espaldas, en un departamento tan elegante como simple, en donde le había parecido sentir que se asfixiaba en emociones desconcertantes y furiosas. Más aún cuando, cada vez que alzaba los ojos, se topaba con aquella mirada clara que le buscó todo el tiempo.

Las emociones dentro de él eran un cúmulo que no tenía sentido ni límite desde que sus ojos se posaron sobre aquella argolla en la mano del Lan mayor. Se había sentido tan estúpido, furioso y, aunque jamás estaría dispuesto a admitirlo en voz alta, herido. Finalmente había requerido toda su fuerza de voluntad no abalanzarse sobre aquel hombre de mirada clara y cruzarle el rostro de unos cuantos puñetazos. No obstante, cuando pensó que todo su esfuerzo estaba dando frutos, comprendió lo ingenuo que había sido cuando tomó consciencia de que aquella noche estaba lejos de ser efímera.

El tiempo se alargó, para su enorme desgracia, mientras había estado allí, sentado en aquel cómodo comedor, rodeado de sus hermanos con sus respectivas parejas y además la familia Lan, teniendo que soportar las miradas que ese hombre, el mismo que le había besado y acariciado hasta arrebatarle la coherencia, le dio en todo momento. El mismo hombre que, cada que alzaba la mano, hacía que los ojos de Jiang Cheng ardieran con el brillo de su argolla.

Ah, ¿cómo es que había sido tan estúpido?

Había sido la primera y única vez en su vida que se arriesgaba por alguien... y se había equivocado. Terriblemente.

De forma inesperada, de pronto una mano lo agarró por el hombro suavemente y Jiang Cheng se tensó, dándose la vuelta con los puños apretados.

Wei WuXian lo observó, pestañeando en estupefacción por varios segundos, antes de soltar un silbido por lo bajo.

—Diablos, A-Cheng. Por un momento creí que me romperías mi hermosa cara a golpes. ¿Por qué demonios estás tan tenso?

Jiang Cheng no respondió. En su lugar, hizo una mueca con los labios y desvió la mirada hacia el otro lado, intentando con gran esfuerzo que sus ojos no cayeran hacia el edificio detrás de su hermano.

Por supuesto, Wei WuXian pudo ver que algo no andaba bien, por lo que su ceño se frunció y su mano se apretó sobre el hombro de Jiang Cheng, intentando trasmitir la emoción que este necesitara para calmar sus propias emociones.

—¿Qué sucede? Cuando llegué no estabas así. ¿Qué ha ocurrido?

Jiang suspiró, pero no dijo nada. Las preguntas se acumularon en sus labios, unas tras otras, pero las retuvo con mucho esfuerzo. Demasiado esfuerzo.

El sonido de voces femeninas atrajo su atención y tanto él como Wei WuXian ladearon sus cabezas para observar a su hermana mayor, Jiang YanLi, junto a su novia, Wen Qing, saliendo por la puerta del edificio, tomadas de la mano y riéndose de algo. Detrás de ella venía un silencioso Lan WangJi que sacudía la cabeza con cierto aire divertido.