El Protector de la Piedra

Capitulo 5

Desde el remolino de colores opacos en el que se encontraban dando vueltas y vueltas, se escuchaban los gritos de terror de August y Patrick. Luego de unos segundos chocaron contra algo duro, el suelo. Habían llegado a tierra firme.

Patrick levanto la mirada y se dio cuenta de que se encontraban en una especie de bosque todo demacrado, con árboles sin hojas y un cielo gris cubriéndolo por encima, el lugar estaba cubierto por hojas marrones y amarillentas en el suelo. El lugar en si era triste y lúgubre, parecía un bosque en un eterno otoño.

Cayeron sentados, adoloridos por la caída que solo las hojas muertas pudieron sopesar.

-Okay... este es el primer lugar al parecer.- dijo Patrick un poco confundido al mismo tiempo que se paraba y colgaba su arco al hombro

-¿Primer lugar? ¡¿Donde estamos Patrick?! ¡¿Que diablos acaba de pasar?

-No se en donde estamos, y se que estas confundido. Pero hay una muy buena explicación para todo esto. Mira yo s...

En ese momento comenzaron a escuchar chillidos y murmullos de voces muy agudas. August se puso de pie y mirando para todos lados, no lograban ver de donde provenían tales voces.

En ese instante, de detras de los arboles salieron volando un montón de pequeñas hadas de aspecto horrible

-¡Ninfas!- grito Patrick y salio corriendo, pero August se quedo inmóvil, observando y posiblemente pensando en que sueño se había metido. En eso una de las ninfas comenzó a acercarse hacia el a gran velocidad, lista para atacar. Entonces Patrick se acordó que tenia su arco en sus manos y un carcaj cargado de flechas entonces sin dar mas vueltas tensó una flecha, la lanzó y rápidamente, esta atravesó a la pequeña criatura. Pero mas ninfas se acercaban a los dos, eran cientas, y las flechas no iban a ser suficientes para matar a todas ni el tiempo tampoco, así que agarro a August de la manga y lo volvió a la realidad, entonces le grito:-¡Debemos correr!- acto seguido los dos comenzaron a correr con todas sus fuerzas, no había tiempo para preguntas así que solo podían correr.

Pero las ninfas eran miles y los perseguían cada ves mas rápido. Todo iba “bien” hasta que en un momento August se tropezó con una raíz del suelo y con el, callo Patrick, las ninfas se acercaron y los agarraron de piernas y brazos. Los levantaron y a un ritmo no muy rápido los trasladaron  través del bosque muerto hasta llegar a una casa redonda llena de hiedras y destruida. Los depositaron bruscamente en la entrada y un segundo después cuando ni siquiera se habían parado una horrible mujer salio de la destrozada casucha. La mujer tenía el pelo todo grasiento, piel gris claro y una voz áspera como la de un hombre, la mujer rió y dijo:

-¡Ajá! Así que aquí esta la piedra, ¡Esto fue mas fácil de lo que creí! No tuve ni que salir de mi casa, ¡y la piedra llego a mi!-dijo la mujer satisfecha. Acto seguido, agarro rápidamente el arco y el carcaj de Patrick, los arrojó dentro de la casa y los agarro del cuello a los dos haciéndolos entrar dentro de la pequeña pocilga. 

-¡¿Que esta pasando?!-grito August, completamente pálido y desconcertado

-Luego te dig...-Patrick no pudo terminar la oración.

-¿Sabes lo que esta pasando?-grito la mujer- que hoy tu morirás y tu amigo también-dijo mirando a Patrick y luego a August mientras reía por lo bajo-… bella piedra, te estuve esperando desde la guerra oscura, ¿sabes como soñé con tigo? Como esperé este día, ahora si logro tener tu poder, ¡los oscuros vencerán!-gritó la enfermiza mujer

-¿Piedra? esto es un repugnante sueño, ¿no Pat?-dijo atemorizado August- ¡quiero despertar!

-Nada de sueños piedrita… ¡Ninfas! Agarren al protector-y en ese momento se acercaron mas de trescientas ninfas que agarraron a Patrick y lo pusieron en una especie de calabozo en la misma y única habitación de esa “casa”. Los barrotes estaban hechos de huesos  y en suelo la celda, había huesos de roedores. Esta era muy poco profunda y de tamaño semicircular. Patrick analizaba la celda mientras veía como a su amigo lo ataban de manos y pies a una tabal de madera toda sucia.