un caos nace en mi

Malas noticias

Persefone

Los días sean vuelto lentos, las tareas son rutina sin cambio siempre lo mismo, los pensamientos por su lado son torturas del aquel ayer donde era feliz y ojalá solo mi pensamiento me torturara pero mi cuerpo también me tortura, exige una vez más el tacto de aquel dios que hace unos meses me llenaba de la felicidad más grande, del placer más exquisito, de la gloria, pero es obvio  a él ya no le importa lo que pase conmigo ni con su hijo y dejo que ese sentimiento se muera lentamente pero de alguna manera los recuerdos se mantienen vivos y eso me mata por que de alguna manera eso sigue alimentando el amor que siento por él

Despena – ¿pensando en nombres para mi sobrino? – dice mi hermana con tanta curiosidad y con un tono apagado en su voz, es como si estuviera muerta

Persefone – aún no se el sexo, el nombre se lo daré en cuanto vea su rostro pero tendré en cuenta que tu serás la madrina así es que si tienes opciones no dudes en dar las – digo con una sonrisa y un lijero revoloteo como respuesta de su sobrino se hace presente cuando coloca su mano en mi vientre

Despena – no puedo creer que ya falte tan poco para conocer la dicha de tu felicidad, me emociona – dice ¿emocionada? Realmente es difícil de descifrar sus emociones siempre suelen ser el mismo tono de voz apagado sin emoción

Demeter – Despena no abrumes a tu hermana, dejala que descanse – dice mi madre con tono frío y serio

Persefone – no me abruma, al contrario me hace pensar en cosas positivas, por cierto ya está la lista de invitados dale un vistazo – digo con dulzura mientras le regalo una sonrisa a mi hermana

Demeter – sigo sin entender porque quieres invitar a Poseidon, ¿en serio piensas invitar a Ares y Afrodita?, ¿persefone conoces lo que se llama ser precavida? – dice mi madre en tono de irritación ante la idea de ver a poseidón y un poco preocupada hante la idea de tener a Afrodita y Ares juntos

Persefone – el tío Poseidon es papá de Despana y de Arión creo que es cortes invitarlo a de mas siempre me calló bien, claro hasta que hizo lo que hizo – digo con tanta naturaleza, sin preocupación alguna hasta que siento sobre mi una mirada inquisitora

Demeter – es una pena que Arión no nos pueda
acompañar – dice mi madre con tono triste pues la última vez que vimos a Airondio a sido ya casi más de un año

Despena – nunca tiene tiempo y eso duele, siempre está ocupado con sus obligaciones, ¿que tan malo puede ser que invite a Ares y Afrodita? – dice con un tono más apagado, tan tenue que salió en un murmullo triste pero eso cambió de golpe pues un tono  cargado de curiosidad salió de ella

Persefone – no sería malo, si mamá no hubiera invitado a Hefesto, aún no supera lo de Afrodita, también invite a Atenea pobre Hefesto – digo con tono de frustración pues mi madre siempre encuentra la forma de arruinar mis planes sin darse cuenta

Despena – será entretenido, sería el colmo que Hades se colara a la fiesta y que tratara de robar a Persefone nuevamente – dice con tono burlon, sin perder ese toque moribundo que sólo ella sabe tener

Demeter – en ese momento lo mató antes de que toque a una de mis hijas otra vez –
Dice con la furia a flor de piel, nunca ha tenido una buena relación con sus hermanos, con ninguno de los varones y es entendíble

Despena – tal vez y eso quiere, quiere que lo mates para que deje de sufrir en su pobre miseria – agrega con tono de burla

Demeter – no me caería mal eso, total ya tiene un heredero, mi nieto hará mejor trabajo que él, tenlo por seguro – dice fría, sin emitir sonido de burla, un escalofrío me recorrió por todo el cuerpo ante tanta sinceridad y frialdad