Al poco de quedarse dormida, Violetta, se despertó de golpe por un fuerte estruendo, estaba aterrorizada, se tapó con la sábana y, esperó un poco. Pasaron unos 5 minutos y Violetta decidió bajar a ver que había pasado.
-Ho...¿hola? Pero no hubo respuesta.
Inspeccionó habitación por habitación, la cocina, la sala de estar, todo parecía estar en orden, pero llegó a la habitación de Gloria, tenía miedo de lo que hubiera podido pasar, pero nadie estaba preparado para ver esa imagen, al abrir la puerta, Violetta cayó rendida al suelo, Gloria estaba tirada en el suelo si dar señales de vida.
-¡Gloria despierta, POR FAVOR!, te necesito.- estaba llorando, pataleo llena de rabia, para lo pequeña que era, era muy sensata, estaba llena de odio y rencor, cansada, se sentó al lado del cadáver de su "abuelita", y la abrazó, se quedó así por un rato.
Sintió que una brisa recorría la habitación, y miró a la ventana, tenía un agujero, pero no estaba rota como en las típicas películas te terror, había un círculo perfecto de unos 4 centímetros de radio, estaba extrañada y se acercó un poco más, le pareció ver una sombra a lo lejos, pero pensó que eran imaginaciones suyas.
Llena de rabia dijo, -Abuela, encontraré a quien te hizo eso, pase lo que pase, lo descubriré.- en ese instante, subió a su habitación y recogió sus pertenencias.
Bajó por última vez las escaleras, fue a la cocina, y cogió algo de comida y por última vez, fue a ver a Gloria.
Al fijarse un poco más, notó una marca en su frente, era como... dos ochos cruzados formando una flor de cuatro pétalos. Se quedó con esa marca muy bien, cuando se iba a levantar algo dijo,
-Violetta, mi pequeña.- y Violetta levanto su cabeza, 2 lágrimas le corrieron por sus rosadas mejillas.
-Gloria... pero tú...- estaba asustada pero a la vez feliz.
-Sí, no estoy viva, pero nunca nadie muere del todo, si estás decidida a salir, sal, pero recuerda lo que te dije no te fíes de nada ni de nadie, no te dejes llevar por los impulsos o por el odio le dio un "beso" en su frente y desapareció.
-Hasta siempre abuela- al cerrar la puerta una melancolía le recorrió todo el cuerpo, sabía que nunca más volvería a esa casa,y le vinieron todos sus recuerdos, las risas, el primer día que llegó, parecía tan irreal...- un movimiento la distrajo de sus pensamientos.
-¿Quién anda ahí?- preguntó aterrada de miedo, pero nadie respondió- ¡Vamos cobarde, sale gritó casi llorando y temblando. En este caso, de un arbusto de color violetta, salió una especia de animal extraño, esbelto y elegante.
Era como una especie de ardillas pero el doble de grande que las de la Tierra.
Era blanca como la nieve, y tenía unos ojos negros como el azabache pero relucientes y cristalinos como el hielo, tanto que te reflejaba en ellos, en la frente tenía como una media luna de color azul bebé.
-¡Hola!- dijo la ardilla, su voz era algo chillona pero dulce a la vez.- Me llamo Hilal, es un nombre raro, significa luna, también puedo parecer un animal extraño, pero puedes fiarte de mi parecía joven, pero segura de si misma.
-Hola, yo soy Violetta- dijo algo maravillada, y con una sonrisa falsa, podía resultar extraño ya que la acababa de conocera, pero algo en su interior le decía que si podía fiarse.
-¿Qué haces ti por aquí? Eres muy pequeña todavía para andar a estas horas de la madrugada sola- Hilal parecía muy preocupada e intrigada a la vez.
-Pues la verdad, no sé muy bien como paso, estaba leyendo y de repente apareci aquí de golpe, estuve caminando durante un largo rato, y me topé con una pequeña casita, ahí conocí a Gloria era... es como si fuera mi abuela, es muy amable y cariñosa , pero..
Esta noche encontré una nota cuando fui a beber un poco de leche, decía que se tenía que ir, había encontrado un motivo marcharse y pues por eso me fui-mintió ya que no confiaba plenamente en ella.
-Oh, lo siento mucho, yo también conocía a Gloria, y la verdad era muy buena persona. Yo ahora estoy de guardia, últimamente está desapareciendo y falleciendo muchas criaturas y estamos vigilando a ver si descubrimos algo. Dentro de poco termino mi turno si eso, vente conmigo- dijo con tono cariñoso.
-Está bien, pero, no quiero molestar- estaba algo avergonzada pero no tenía otro sitio a donde ir.
-Tú no molestas pequeña-.
- Gracias- la verdad Violetta estaba muy agradecida.
De camino a casa de Hilal y Violrtta no intercambiaron prácticamente palabras, al llegar, era una cueva aparentemente normal, les dejaron pasar aunque, algo a regañadientes. Violetta tenía el presentimiento de que Hailal tenia poder sobre ellos.
- Bienvenida a "La cueva de los desconocidos"-.
-Oh, pero una pregunta, ¿Por qué se llama así?- preguntó intrigada.
-Bueno, te voy a contar la leyenda, hace millones de años un mago cuyo nombre no se sabe, creo nuestra especie, estaba caminando por el bosque, y se encontró a una ardilla, con la cual experimento y de ahí salimos nosotros, nos pusieron a pruebas, pero no físicas si no mentales y sonre nuestra capacidad de bondad.
Es por eso por lo que se nos caracteriza, por la astucia, la bondad, y nuestras almas puras. Cuando superamos todas esas pruebas, se construyó esta cueva, era invierno, y se tropezó con un cacho de hielo, arrancó varios trozos y los gue apilando, hizo una pequeña montaña, con la que otro hechizo, y se hizo enorme y esbelta, pero, solo la pueden ver tipos de nuestra especie, y, almas puras y buenas.- se emocionó contando esa historia, para ellos era muy especial.
-Oh, preciosa historia.- Dijo Violetta intrigada.
- Sí, la verdad, es precioso, ahora, vayámos a comer algo es temprano y se necesita comer bien y coger vitaminas.-
-¡Vale!- a continuación llegaron al gran comedor, había una mesa gigante llena de manjares.
- Bienvenida pequeña, este es el comedor real había una lámpara y una chimenea de hielo, el fuego, era especial, era azul, y aunque pareciera que era hielo y que. I calentaba daba el mayor calor que nadie hubiese imaginado.
-Esta comida está buenísima- dijo Violetta.
- Es una comida especial es totalmente casera -.
-Pues está de rechupete, gracias- E Hilal asintió. Esos momentos le vinieron muy bien, las risas le ocuparon la mente y no pensó en Gloria.
En ese momento llegó un paje.
-Mi reina-.
-Señor, acompañe a esta pequeña señorita a sus aposentos, que no le falte de nada.-
- Está bien, señorita acompañeme- Violetta asintió y le siguió, al llegar admiró cada detalle, los grabados, la cama, todo, era como un sueño inimaginable. Estuvo un rato así, colocó su ropa, y se echó en la cama, era muy cómoda, en ese momento llamó alguien a la puerta; ¿qué pasaría ahora?.
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Violetta y el Libro de las Fantasías.
AventuraVioletta, una niña alegre y feliz, vive en una pequeña casa en un pueblo, caminando, encontrará un objeto extraño, ¿qué pasará al final?