𝐄𝐥 𝐞𝐧𝐭𝐢𝐞𝐫𝐫𝐨

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Violetta se habia quedado pensando, y otro golpe más fuerte en la puerta la devolvió a la realidad.
-Adelante-
-Pequeña... han... han encontrado el cadáver de Gloria- lágrimas llenaron sus ojos, Violetta sabía dónde estaba el cuerpo, pero entonces, no cuadraría, su versión, entonces dijo...
-Pu..puedes pasar, debo contarte algo- Hilal, pasó, estaba preocupada por Violetta, no sabía que pasaba.
-Verás, en realidad... Gloria no desapareció, por la noche escuché un fuerte estruendo, y me desperté, fui revisando habitación por habitación, cuando llegué a la de Gloria, estaba muy asustada, tenía miedo, no sabía que hacer, estoy intentando buscar pistas pa saber qué pasó.-
-Pero, pequeña, ¿por qué no me dijistes nada?-
-Verás, antes de irme, recogí mis cosas, y fui por última vez a ver a mi abuela. En ese momento me fijé en la ventana, había un círculo perfecto, a lo lejos vi una sombra pero pensé que eran imaginaciones mías y al ir a darle un beso en la frente, y me fije en una marca que tenía, era n dos ochos cruzados, formando una flor de cuatro pétalos.
Y... no te lo conté porque también antes de irme se me apareció el espíritu de Gloria y me dijo que no me fiaría de nada ni nadie.-
-Oh... está bien niña, no pasa nada, ahora trata de descansar a la tarde es el funeral, y, te tengo que enseñar algo.-
-Vale- en ese momento Hilal, salió de la habitación, y Violetta no pudo contenerse más, lloró y lloró hasta quedarse dormida.
Pasaron las horas, eran las cuatro en punto, y llamaron a la puerta, Violetta se despertó, la avisaron de que se preparase.
-Y... ahira qué me pongo, no tengo nada decente.- al mirar a la silla se encontró un lindo vestido negro de terciopelo, suave como la seda, sinrió para sí, Hilal se había preocupado de todo, se bañó un poco y se puso el vestido, fue al tocador, y se recogió el pelo en una coleta.
Al bajar, todos se quedaron maravillados, la niña fue al comedor, allí se topó con la reina.
-Que linda te ves.-
-Gracias... y gracias por preocuparte de todo, de darme comida, y un techo en el que dormir... pero soy una carga más t no me podéis mantener por siempre- agachó la cabeza, sintiéndose culpable.
-Violetta tú no molestas, asique aquí te quedarás el tiempo que necesites-.
-Gracias, otra vez, creo que me quedaré hasta mañana hacia el mediodía, necesito buscar al asesino de mi abuela.-
-Está bien niña, pero ten cuidado, por favor-
Era lo hora del entierro, estaba al lado de su casa, en el jardín, lleno de flores y alegría aunque en el fondo entre todos los conocidos de Gloria, se sentía el olor de la tristeza, y la melancolía a kilómetros.
Violetta tenía los ojos rojos, se le entrecortaba la respiración, la echaba de menos, y siempre la recordaría, en ese momento empezaron a echar tierra sinte la tumba, y al marcharse todos, Violetta le dejó un clavel color rojo, su color favorito, Hilal la abrazó por detrás, y esta correspondió a ese "regalo" para ella.
Siempre recordaría lo que ponía dedicado a ella: "Para nuestra querida abuelita, que permanecerá en nuestros corazones siempre".
-¿Porqué La han matado?, si era de las mejores personas en el mundo.
-Esto es como las flores, cuando vas al campo, tu que coges, una flor linda, o una flor seca.-
- Pues, una flor linda y fresca supongo'
- Pues aquí lo mismo, en el momento menos esperado, ye arrebatan el alma más pura y limpia-
-Tienes razón, la vida es muy injusta, deberíamos ser inmortales-
-Pero en ese caso, no habría espacio para todos en el mundo, hay que saber ajustarse a lo que toca.-
-Eso es verdad, hay que saber aceptar las cosas como son, el mundo tiene una rutina, y hay que saber aceptarla-
- Eso es-dijo sonriendo.
- Por cierto... ¿qué era lo que me tenias que enseñar?-
-Respecto a eso... acompáñame.
Eran las 6 de la tarde, y fueron por un camino de piedras rodeado de naturaleza, Violetta se preguntaba, ¿A dónde vamos?.


Violetta y el Libro de las Fantasías.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora