La sombra

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Caminaron durante un largo rato, ya estaba atardeciendo, y Violetta estaba cansada.
-Hilal, me duelen los pies, ¿Queda mucho?-
-No, tranquila ya estamos llegando-
-Vale...- dijo medio bostezndo
-Llegamos- dijo Hilal - ven acompáñame, igual es un poco triste, pero... necesito que lo veas-
-Oh... vale- la tarde habia sido calurosa, pero empezó a hacer un frío terrible, entonces Hilal le tendió una manta, cosa que la niña agradeció.
-Gracias-le estaba tiritando pero ya poco a poco entró en calor.
Llegaron a una gran casa, pero más que casa parecia, una cúpula, era azul como el hielo y a lo más alto, se encontraban unos cristales rectangulares, al rededor contenía una hiedra con flores moradas congeladas, y aunque pareciera frío y trsite desprendía un aroma a belleza.
-Es raro, parece frío pero en realidad, es como que da calor...-dijo la pequeña extrañada.
-Ya jaja-rio Hilal- es parte de la magia... la poca que le queda. Ahora entenderás porque.-su voz sonó como en un hilo era suave y triste.
Al pasar, a Violetta se le congeló la sangre, había como medio centenar de cajas con cadáveres, al acercarse vio que tenían la misma marca que Gloria, y esto le extrañó.
-Esto es muy raro, nada tiene sentido...solo se me ocurre una teoría pero prácticamente imposible-
-Dila, igual algo de sentido tiene...-
-Pero y si... la sombra que vi no eran imaginaciones mías, y si era un tipo de espíritu o sombra, que... no sé, se alimenta de almas o algo así.-
-Hmm... tampoco sería tan raro, recuerda que este mundo está lleno de seres inexplicables. Tu teoría podría ser cierta, hablando con familiares... me dijeron lo mismo que tú, habían visto algo pero pensaron que eran cosas suyas. Buen punto, debemos averiguar la verdad.-
-Como ya dije, mañana a media mañana, emprenderé mi viaje, e iré a buscar a ese... esa cosa que arrebata vidas.-
-Yo no puedo prohibir que te vayas, pero, si lo haces, ya te dije ten mucho cuidado.-estaba preocupada por ella, no sabía lo que se podría encontrar, había cosas hermosas, pero también horrible como había podido comprobar.
-Puedes estar tranquila, no haré nada malo y me cuidaré- estaba segura de si misma, pero era más el odio el que la contenía así.
-Bueno es hora de volver, ya se está haciendo tarde-
-Sí está anocheciendo y tengo algo de hambre-
De camino a casa, notaron que algo o alguien las seguía y estaban alerta, de repente un arbusto se movió, y Hilal se puso delante de de Violetta para protegerla.
-Sal, vamos, seas lo que seas-
-Entonces una sombra muy parecida a la que vio la pasada noche salió, se miraron fijamente a los ojos, y Hilal, cayó tendida, estaba... estaba... muerta, Vioetta corrió asustada y esa sombra le perseguía, consiguió distraerla, o al menos eso pensaba ella... consiguió refugiarse en una cueva oscura, daba miedo, le recorrían escalofríos por la espalda, gritaba, pasó muchas horas allí dentro.
Cuando empezó a amanecer salió y fue en busca de Hilal, al fijarse vio la sombra al parecer si la siguió, tenía miedo pero al salir el primer, brillante y caluroso rayo del sol, desapareció, parecía como si... la luz le hiciera daño, y por eso sólo atacaba por la noche.
Ahí Violetta entendió todo, todo tenía sentido, era una sombra que se alimentaba de almas puras, la luz le havia daño, le quemaba y por eso sólo atacaba por la noche.
En ese instante Violetta corrió lo máximo que pudo por muy cansada que estuviera, corría y corría debia informar a las ardillas blancas sobre lo sucedido.
Llego, exhausta no podía respirar, se encontró con los guardias, estos estaban muy preocupados.
-¿Qué pasa? ¿Porqué la reina no ha vuelto preguntaron
-La...la reina ha muerto- está echó a llorar, no podía más, la llevaron a la gran sala para que descansara y les pudiese contar todo lo que había pasado.
-Toma-Le dio un sirviente un vaso de agua, esta cogió y tomó un poco, algo más calmada dijo
-Estabamos en la cúpula donde guardáis los cadáveres, y al salir... salió una...una sombra se miraron fijamente y... le arrebató el alma...-
-Oh...y...nos podrías llevar hasta...ella'preguntaron los guardias.
-Está bien, síganme.-

Violetta y el Libro de las Fantasías.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora