Capítulo XVII

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2 años después...

-Stitch...! Stitch vení acá con esa zapatilla...

Como era costumbre... costumbre o mejor dicho tradición, según Florencia... cada vez que la colorada se disponía a cambiar a su hijo; Stitch se disponía a reflotar su instinto cazador... y no con cualquier presa... no...

Con su presa favorita...

La zapatilla izquierda del pequeño.

-Listo Jaz... ya la soltó... - Gritó victoriosa desde la cocina. -esh que él sholo quería jugah un ratiiito, nada mash... Ciehto bebé - Agregó, con voz chistosa, mientras acariciaba su cabeza.

-Sí... claro... jugar un ratito... es un punga este perro, Florencia...

-No le digas así! Pobeshito... - Volvió a consentirlo, mientras él terminaba de masticar el pedazo de queso que obtuvo a cambio.

-Ah... ya veo que la soltó de obediente nomas que es...

-Obvio!

Jazmín revoleó los ojos al escuchar el convencimiento con el cual contestaba su mujer...

Los revoleó como cada vez que Florencia se complotaba con Stitch para justificar lo injustificable... para salvar la situación, para salir airosos...

Y safar del reto.

*/

-Stitch... dejá esa media!

-Es que está aburridoJaz... con la lluvia no puede salir... que querés que haga, pobre...

-Amor... vos viste cómo quedó la pared del frente...

-Siiii... Me muero... la decoró toda... es un artista, como su mami...

-No quiere comer Flor... no se que le pasa...

-Es que no se lo preparaste como a él le gusta...

-Pero... pero si le puse el arroz y el pollo...

-Y el queso?

-Obvio... el queso también...

-Todo bien mezclado y un poquito mas de queso por arriba?

-Ponele...

-Qué es esto Jazmín?

-Tiras de ave en volcánde arroz, perfumado con escamas de pategras... y guarnición de balanceado...

-Y no lo quiso?!? que desconsiderado...

/*

Quiso hacerse la enojada... pero sin poder evitarlo, una sonrisa enorme se dibujó en su rostro.

Como sucedia cada vez...

Aunque esta vez, su expresión incluía un poco de nostalgia... nostalgia y una pizca de tristeza, quizás... tan camuflada que casi, casi que pasaba desapercibida... o lo intentaba.

Pero ahí estaba...

Aunque si le preguntaran a la cocinera, jamas lo admitiría...

Tal vez era la fecha... Tal vez eran las circunstancias...

En realidad Jazmín no lo tenia demasiado claro. Y lo cierto es que prefería indagar lo menos posible en esas posibilidades.

-Listo bebé! Ya podés bajarte. - Habló con tono triunfante, luego de cumplir su misión.

Tardes de domingo (Lo demás es lo de menos II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora