; silentium - chanin

-16

[☁️]
SABORES

—Haré una reunión en casa, chicos
— habló Seungmin, quién sonreía mientras los presentes lo miraban con atención— ya que hoy es mi cumpleaños, no quiero hacer una gran fiesta, sólo estarán invitadas algunas personas, incluyendolos.

—Claro que íbamos a estar invitados, en especial yo, porque te gusto, admitelo de una vez —dijo Hyunjin, guiñandole a Seungmin.

—¿Sabes? repentinamente me han dado ganas de cancelar todo— respondió el cumpleañero, mirándolo con un deje de desagrado.

—Yah, qué mala persona.

—Cállate, bicho.

—Cara de bola.

—Eso no es un insulto, Hyunjin.

—Tu cara es un insulto para mi.— atacó el mayor, sacándole la lengua.

—Dejen de pelear, bobos, ¿a qué hora debemos estar en tu casa? — preguntó Minho.

—No será en mi casa, sera en otra parte, es algo así como un restaurante al aire libre, sólo que tiene un estilo más moderno, lo he reservado sólo para nosotros, les enviaré la ubicación en un rato, ¿De acuerdo?

Todos asintieron, sonrientes y emocionados por la reunión que haría su amigo.

—¿Han visto a Jeongin? — preguntó Hyunjin— Me está preocupando su ausencia.

—No estás preocupado, sólo te interesa robar su comida — dijo Minho, con mala cara.

—Es cierto, pero también extraño verlo por aquí, es un bebito, es mi bebito, ¿ves? soy muy sentimiental cuando se trata de él, tengo hambre, lo siento. — se disculpó, avergonzandose.

—Lo sé, yo también tengo curiosidad por dónde podría estar, aunque ahora que lo pienso, Chan tampoco ha venido. — comentó Seungmin, pensativo.

—Se han de estar comiendo, con eso de que están "reconciliados". Deberías haberlos visto hace unos días, cuando Chan fue a su casa, por poco y se pone a llorar por ver a Jeongin sonrojado —relató Hyunjin, fingiendo escalofrios al recordarlo.

— Pareciera que lo dijeras con asco, amigo. — dijo Lee, riendo

—Me da miedo, es otra cosa. — aclaró el menor. — Porque sé que algún día estaré así de coladito por alguien, da miedo.

—Ya lo estás, no te hagas — rió Seungmin.

—¿Por quién? — preguntaron Minho y Hyunjin al unisono, mirándose después cómplices mientras chocaban puños.

—Y aún no se dan cuenta. — musitó Seungmin, negando con pena en la voz.

[⭐]

Jeongin caminó con felicidad hacia el salón donde Chan lo había citado esa tarde para pasar el receso. No es que no quieran pasar la hora con sus amigos pero a la vez querían estar sólo ellos dos.

En su mano portaba una bolsita con gomitas de sabores, sus preferidas siempre fueron las rojas, pero le daba tristeza por las otras gomitas, pensaba que tal vez se sentirían un poco discriminadas por ser de otros sabores así que igual se las comia.

Tomó el pomo de la puerta y lo giró con rapidez, entrando al lugar que estaba completamente oscuro, a excepción de una esquina, donde se podía ver a Chan jugando con su celular.

—Estoy aquí. — avisó, queriendo captar la atención de Chan. El mayor sonrió, levantándose de su lugar y dirigiéndose al chico de cabellos rojos con la intención de abrazarlo.

Fue un abrazo duradero, y cuando se separaron se vieron a los ojos, diciéndose todo y a la vez nada. Porque sólo ellos podían saber lo que el otro pensaba, siempre fue así, desde pequeños se entendían a su manera.

—Chan, te quiero. — susurró Jeongin, con la mirada brillante posada en los labios de su enamorado.

El mayor sólo sonrió y besó la mejilla del contrario, repartiendo posteriormente más besos por toda su cara, causándole risitas al menor.

—¡hyung, basta! ¡hyun-

Jeongin fue callado por el tierno beso que Chan deposito gentilmente en sus labios, tomandolo por sorpresa pero degustandolo más que encantado.

—"Tus labios saben a sabores, especialmente a fresa, me gustan." — mencionó el rubio, con toda la intención de hacer sonrojar al menor, logrando su cometido.

—Y tus labios saben a que nunca me cansaré de probarlos, Chan.

[🍑]

les aviso que se acerca el final de la historia T-T