2.- De S a C

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Han sentido esa sensación de que por más que intentas hacer todo rápido, ágil, express; sientes que no avanzas. ¿No? Bueno eso me pasa a mí.

Al terminar de tomar mi café lavo mi taza, sería un pecado no inaugurar mi nuevo trabajo con algo mío. Tiene que estar la huella inigualable de "Sunny estuvo aquí". Es marcar mi territorio como perro, pero con mi taza. Aunque realmente mi taza va conmigo a donde sea... casi a donde sea.

Dejo la taza en el fregadero para que esta se escurra; la asiento delicadamente como si fuera la corona de la reina. Aunque para mi es mi corona y yo soy la reina.

Salgo corriendo de la cocina, camino rápido rodeando todos mis muebles y utilizo de nuevo mi sala como campo de obstáculos. Sirve muy bien para ejercicio en las mañanas. Nunca hay que perder la línea ¡NUNCA! Pero los pasteles, galletas y todo tipo de postre que se pueda acompañar con una buena taza, es mi debilidad. ¡Tengo poca voluntad dios!

Preparo el baño para darme un ducha así poder ir fresca a mi trabajo y saco mi traje del armario, que apenas ayer en la noche lo acomode. Es tan sencillo su distribución de mi ropa: Ropa del diario, ropa para salir, ropa para ir a trabajar, ropa que no tengo idea porque la tengo, ropa que utilizare... algún día. Dejo el traje en la cama mientras lo analizó. Mi madre insistió tanto en comprarlo.

La semana pasada antes de mudarme, me aviso que quería hacer unas comprar accedí porque no sabría cuándo vaya a visitarlos ahora que me he mudado. Caminábamos tranquilas tomando unos rayos del sol por la zona Virginia-Highland mejor conocida como "The Highlands" pero al ver donde nos dirigíamos exactamente, me tomo con más fuerzas del brazo. Tuvo razón de hacerlo ya que no me parecía lo que quería hacer, la conozco y más esa mirada de desdén que me dio en el momento. Somos una familia de economía estable pero no por eso hay que gastarlo en cosas innecesarias; fue tanto el lio que al entrar en la tienda tuvimos nuestra mini pelea.

— ¿Qué tienen de malo los otros trajes qué tengo? Son lindos —le pregunto un tanto enojada, estando frente al Bill Hallman, mientras observaba con recelo el letrero de la tienda.

—No hay nada como comenzar un nuevo ciclo de tu vida con algo nuevo, Sun —dice mi nombre cariñosamente y frunce el ceño, mientras me tira del brazo para poder entrar. Jalo mi brazo por instinto hacia atrás retrocediendo de nuevo donde estamos paradas desde el inicio; estar con mi madre en la calle es como tener una niña de 5 años. Ella quiere ver todo.

—Tengo 6, son más que suficientes mamá -le regreso el gesto, no puede salirse con la suya.

—Uno mas no hará daño. Necesitas más, los que tienes son feos —hace un puchero al terminar la oración, definitivamente es una niña.

—Cierto, no hará daño. Pero mejor vamos a la tienda de segunda mano que está en el callejón, son bonitas. ¡Y mi ropa no es fea! —le respondo como si fuera su madre, alguien tiene que hacerla de adulta.

—No, no y no. Si es ahí donde compraste esos, mejor no. Aquí y punto —me jala del nuevo del brazo, pero esta vez entramos. Mi ropa es linda, es adecuada a mí. Admito que no son lindos los trajes del trabajo que compre en esa tienda pero bueno... son para trabajar, no iré a presumir.

Ella empieza a observar los trajes, yo me pierdo por otro apartamento de la tienda. Miro el ventanal de la tienda queda hacia la calle, puedo ver cómo la gente corre de un lado a otro. Atlanta, Georgia se mueve solo. ¿Cómo será en Dallas? ¿Es igual? ¿Sera peor la situación? Me dejo de indagar ya que tendré que vivir ahí, no hay de otra.

Trabaje aquí en Atlanta al terminar la carrera de licenciatura en comunicación, empecé a trabajar como piloto en una empresa y fui ascendiendo con el tiempo, hasta llegar a asistente personal. Me quede trabajando ahí mientras aun estudiaba mi diplomado en comunicación corporativa, me llama a gritos que estudiara eso. Pero al ascender otras cosas tienden a caer.

1 CoffeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora