Capítulo Final

84 2 0
                                    

Una sola palabra podía definirse a lo que estaba acontecimiento, en esos momentos, sobre Draenor y esa era guerra. No una común y corriente, sino una feroz, terrible, destructora, que hacía temblar los mismos cimientos de aquel Mundo, de cuyo destino dependía en aquellos valientes Guerreros que combatían por salvarlo de las Llamas y de un Futuro oscuro. Poco se podía describir en esos momentos, nada en especial, la derrota no estaba autorizada ni permitida en ningún instante y todo aquel que estaba allí, tenía que dar lo mejor para derrotar a los enemigos que se interponían en su camino. Para el Rey Varian Wrynn, combatir contra "La Horda de Hierro" había sido desafío, sabía del error que su padre, Llane Wrynn al sobreestimarlos, creyendo de que eran una simple "Fuerza Invasora" pero ésta logró poner al Reino de Stormwind en ruinas. 

Para aquellos extranjeros de otro Mundo, luchar por el suyo y por Azeroth había significado poner el pecho contra las balas y burlar a la Muerte repetidas veces, aún contando con el apoyo de Aqua y Chris/Eris en secreto. Muchos "Señores de la Guerra" habían caído en combate, otros se pasaron al bando de Gul'dan y la "Legión Ardiente", mientras que otros luchaban por salvar lo que podían de su Mundo devastado por la guerra, a la espera de obtener tiempo mejores. 

La ofensiva que las "Fuerzas Aliadas" junto a los Orcos No-Corruptos forjaron para llevar a cabo y llegar hacia la Península del Fuego Infernal, atravesando la Selva de Tannan, había sido una de las más duras debido a la feroz resistencia de la "Legión Ardiente" junto a sus nuevas armas, en especial el "Atracador de la Horda de Hierro", un artefacto que la "Compañía Mechanegra", antes de abandonar el lugar ante la caída de aquella organización, no pudo destruir, quedando bajo el poder del Gran Brujo y de cual tenía una función muy importante: Crear un Ejército mecanizado a las órdenes para el enemigo. Por su parte, allí habían "viejos" enemigos del Pasado, en especial aquellos Guerreros de piel roja y gris como la niebla, musculosos y con un instinto salvaje de matar y destruir todo a su paso.

- ¡KAZUMA!.- Gritó Aqua, la cual invocó unas mareas para arrastrar a varios integrantes de la "Guardia Vil", los cuales intentaron apuñalar a su novio por la espalda. El ataque dejó confundidos a los atacantes, los cuales cayeron presa de varios Orcos del "Clan Warsong", quienes los despacharon en pocos segundos.

- Ufff, gracias, Aqua.- Agradeció el aventurero a ella y desenfundó a "Chunchumaru", ya que varios integrantes de los "Sargerei" habían llegado para darles batalla.

- ¡Megumin, necesitamos tu ayuda por aquí!.- Pidió Wiz, la cual congelaba a los Brujos Eredar que venían por los Cielos.

La peli negra asintió con la cabeza, alzó su Báculo al Firmamento y comenzó a recitar su Hechizo con el que podría eliminar aquella amenaza, mientras que Khadgar junto a Garona, Thrall, Durotan y Draka combatían a unos colosales enemigos de piel roja, de aspecto temible por la severidad que inspiraba y portaban lanzas y espadas imbuidas por la "Magia Vil". Vanir se hacía cargo de que el enemigo destruyera su "cuerpo", provocando de que el viento lanzara su antifaz sobre los rostros de los oponentes para tomar control de sus movimientos, llevando a que se fueran matando entre ellos. Un "Guardia Vil" cayó en la trampa, trazó un arco con su Hacha de Guerra y dejó una estela verde pálido sobre el "fallecido" General del Rey Demonio. En ese instante, una ráfaga de aire frío, proveniente de las Montañas FiloEspadas, lanzó el antifaz sobre el rostro de aquel enemigo, pegándose a su rostro y provocando que éste gruñera al intentar sacarse de encima ese "artefacto".

- ¡Jajajaja, pero, Mi Estimado Amigo, si sigues tirando, solo conseguirás sacarte la cara!.- Se burló Vanir, quien tomó control de aquel "Guardia Vil".- Ohh, vaya, sí que hacen ejercicio ustedes.- Felicitó al oponente, mientras que cargaba contra sus propios Camaradas. Uno de ellos no lo vio venir, el Hacha de Guerra de ese personaje lo decapitó al instante, dos más fueron partidos a la mitad, como si estuvieran hechos de manteca, un tercero se percató del error presente e intentó detenerlo, chocando su arma contra la del poseído pero ambos no parecían mostrar un terreno ganado por la resistencia que ofrecían.- Oye, grandote, déjame pasar, tengo muchos asuntos que atender.- Pidió Vanir, burlonamente del oponente y aprovechando de que tenía el control de todo el cuerpo, le dio una patada en los bajos al enemigo, llevando a que éste se agarrara, adolorido, aquella zona, soltando su arma e intentando pasar por ese mal momento.

World of Konosuba: WarLords of DraenorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora