Young Blood. »Obito Uchiha y Tú

||La decisión||

Estupidamente ahora que dirijo a Konoha, La inestabilidad de la frontera puede causar riesgos entre ambos mundos, nunca considere buscar información de la aldea, uno que otro complot entre naciones pero nada de que preocuparse. Hasta ahora.

Estoy en los archivos, usar el Tskinome debilita demasiado mi chakra al no saberlo usar bien aunque sea demasiado efectivo. Trato de no desordenar demasiado o podrían sospechar, no he encontrado nada hasta ahora.

-Como es posible que solo uno haiga sobrevivido?!. -esa voz... Deje los archivos en sus lugares y volví a cambiar de dimensión para no ser descubierta, reaparecí en un callejón cerca del barrio Uchiha. No puede ser otra guerra como dijo Shiroi la ultima vez que la Frontera estuvo inestable fue hace un Siglo.

Porque razón siento que esta mas solo de lo habitual... ¡Mierda!.

Hay Ninjas y Anbus por todos lados de la entrada, que paso aquí. Me quede un rato, en cuanto vi que sacaban cuerpos de todas las casas no pude moverme, un frio se poso en mi dando en mis ojos imagenes que no pude articular.

Kōfukusuru-sha to hikikae ni, kono chikara o owara seru okurimono o kudasai

-Basta.. -mi respiración faltaba en mi cuerpo, quite mi mascara para tocar mi ojo y mi frente la cual tenía sudor por todas partes.

Nokotte iru no wa anata dakedesu

Sin darme cuenta había perdido el control de mi propio cuerpo cayendo en el suelo.

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-_____. -poco a poco iba recobrando la conciencia encontrándome con una luz que me segaba en su momento.

-_____. -escuchaba mi nombre, pero no lograba divisar de quien se trataba, la voz me era conocida pero no estaba segura de si era ella.

-¡_____!. -desperté de golpe ahora logrando ver claramente a la peli negra quien me llamaba, este lugar a cambiado desde la ultima vez que lo mire. Voltee a verla tranquilizándome volviendo a mi estado de siempre.

-Katsumi... ¿ Porque me trajiste?. -sobe mi cabeza al sentir un dolor  en ella, no hubo respuesta, solo se levantó tomando su katana en manos y quitando el polvo de sus ropas.

-Señorita, pensé que usted había venido aquí por su cuenta. - no hubo mi reacción ante sus palabras, la mire a los ojos divisando su verdad, siempre desvía la mirada cuando miente pero esta vez sus ojos ambar estaban posados en mi.

-Debió ser un fallo entre el tskinome. -dije sin mas levantándome, su mirada no desaparecía de mi. No me pone incomoda ya que estoy acostumbrada a esa actitud suya, desde que la guie al Sora a sido terca.

 Nunca pensé que acabaría siendo mi aprendiz ni nada por el estilo, pero al ver que ensamblaba correctamente la espada y era buena con este tipo  de magia lo tome como una guardiana de este punto de inicio.

-Tiene que irse, seguiré cuidando el Punto de Inicio. -ahora que lo recuerdo, ella siempre ve las almas que llegan aquí podría preguntarle que esta pasando entre la frontera y la vida.

-Katsumi, sabes que esta pasando en la Frontera?. -negó unos segundos después de que dijera eso, suspire y le agradecí por cuidarme el poco tiempo que estuve aquí. Utilice mi poder y me marche de regreso a mi mundo.

No puedo decir nada acerca de como es en realidad el caso de tener que ser un Guardian, solo se que es agotador estar cuidando lo mas importante que divisa este mundo con el otro.