||Morir||

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La misión que tenemos Konan y yo es hoy, desperté temprano como lo suelo hacer todas las mañanas. Por ahora decidí preparar un poco de comida ya que estaremos fuera por unos días y no quiero que ninguna de las dos pasemos hambre.

El aroma era peculiar, pero yo sentía que algo faltaba en cada comida que preparaba, no le daba importancia pero el sentimiento sigue presente hasta ahora.

-___?. -escuche a lo lejos la voz que esperaba hace rato, apague el fuego de la estufa y me dirigí a konan quitando mi mandil.

-Buenos días konan sama, hice una pequeña merienda para comer en el transcurso de nuestro viaje. -la peli azul se acercó a la comida sorprendiéndose por lo que cocine.

-Algo simple pero servirá para mantenernos llenas. -el onigiri es algo sencillo de hacer junto con las verduras asadas.

Nos dirigimos a donde nos asignaron el Chakra que ambas percibimos es algo alejado así que no hay porque preocuparse, hay que conseguir unos pergaminos de varias naciones.

A veces nos detenemos al ver Anbus pasar cerca otras solo seguimos el camino conversando.

-¡Konan!. -maldición un bosque con trampas, la aparte de una trampa antes de que la golpeara, no digo lo mismo de mi. Ladee algo mi cabeza para intentar levantarme sostenida del tronco de un árbol.

-____! ¿Estas bien?. -extendió su mano para ayudar a levantarme, asentí intentando acoplar mi vista para ver donde pueden estar mas trampas.

-Hay que seguir con cuidado, y estoy bien tranquila. -volvió a su semblante de antes y continuamos el camino sin activar ninguna otra trampa que se nos cruzase.

-___, ¿Puedo hacerte una pregunta?. -asentí sin despegar la mirada del frente, hubo un poco de silencio por un rato hasta que hizo la pregunta.

-¿Alguna vez te enamoraste?. -detuve mis pasos al oírla decir eso, baje mi mirada al suelo y cerré los ojos suspirando para seguir el camino.

-Si te soy sincera, si. -adelante a konan la cual me siguió por detrás. -Pero me di cuenta que por mas que tratara el no me veía igual... -el resto del camino fue silencioso pasando de nación en nación obteniendo los pergaminos faltantes.

Estábamos por regresar a la guarida sino fuera por unos Shinobis de la aldea de la arena quienes nos impidieron el paso.

-Konan. -hable firme mientras me dirigía la mirada.

-Adelántate, no quiero que veas esto. -lancé el pergamino a una de sus manos, el cual atrapó mientras me dedicaba una mirada indecisa sobre lo que estaba por hacer, se marcho del lugar mientras me encargaba de ellos.


❀{. . .}❀

-Gracias por curarlas aunque no era necesario. -había regresado ya hacia donde estaba, termine con algunas heridas pero nada de que preocuparse. Al menos para mi...

-___ llegaste con la frente cubierta de sangre junto con tus manos y ni hablar de la ropa. -dirigió su mirada a mi capa y mi blusa las cuales había lavado en un rio cercano, suspire agotada tallando uno de mis ojos.

-Perdón si te incomodo pero...  ¿Porque tienes marcas en tu espalda?. -siempre coloco una venda en mi busto antes de ponerme la blusa, mis cicatrices se  deben notar ya que cubren hasta mis hombros.

-Digamos que los que cuidaban de mi, no les agradaba del todo... -rasque mi mejilla con la punta de mi dedo indise desviando la mirada hacia mis ropas.

Konan se levantó de donde estaba buscando algo en la bolsa donde estaban los pergaminos, vi como extendió una flor azul cielo de papel, admito que es hermosa esa obra.

Young Blood. »Obito Uchiha y TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora