Capitulo 5: "Kyung wan"

1K 111 1
                                    

Hora más tarde

Las tres chicas iban en un taxi de camino a encontrarse con Jimin en la puerta del estudio de tatuajes.

– No entiendo porque nos tuvimos que tomar un taxi. No te bastó con hacerme mudar a ese nido de ratas donde no puedo pegar un ojo porque si me duermo, estoy segura de que la rarita es capaz de secuestrarme para sacarme la piel y hacerse un tapado – protestó la taiwanesa nuevamente. Desde que Nayeon le había arrebatado de un manotazo las llaves de su auto, la cara de Tzuyu no había cambiado. Se subió al taxi, se cruzó de brazos y se encargo de actualizar sus protestas a cada rato - ¿Qué tienes contra mi Nayeon? ¿Por qué no dejas que use mi hermoso coche? – presionó.

Nayeon no quería volver a contestar la misma pregunta, no quería que Tzuyu la sacara por tercera vez de sus pensamientos. Su mente estaba en el lugar que quería y no quería interrumpirla, Así que decidió ignorar a su amiga una vez más.

La empresaria no entendía su cuerpo, no entendía su mente, no entendía como se comportaba cuando Jeongyeon estaba frente a ella. Cuando la chica dormía, que más hubiera querido Nayeon que acostarse a su lado y mirarla sin cansancio. Cuando despertó asustada por el exabrupto de Sana, Nayeon no pudo evitar querer tomarla entre sus brazos y tenerla segura entre ellos hasta que la rubia se tranquilizara. ¿Pero cómo podía hacer eso si la otra chica apenas permitía que estuvieran a unos cuantos pasos de distancia? Se preguntó a sí misma. Pregunta que la hizo mirar a la japonesa que tenía a su lado, Sana. Sana había visto lo mismo que ella, la bailarina también había presenciado la forma en que Jeongyeon llegó a temblar por el solo hecho tener las manos de Nayeon en cada uno de sus brazos. Evidentemente a la rubia la ponía incomoda la presencia de otras personas a su alrededor, y ni hablar de que otra persona se acercara a ella o intentara tocarla. La misma Nayeon alcanzó a ver como apenas ellas salían por la puerta del departamento, todo el cuerpo de la otra chica se relaja, y si no hubiese sido porque en ese momento Tzuyu había empezado con sus chillidos, la peliroja hubiera jurado que escuchó a Jeongyeon suspirar.

– Si yo hubiera manejado ya hubiéramos llegado ¿Sabes? – al parecer Tzuyu no se callaba – si yo hubiera manejado MI COCHE, no tendríamos que ir todas apretujadas en este mugriento carcacho y…

– Hazme el favor de callarte Tzuyu – taiwanesa lo había logrado, había logrado que Nayeon saliera de sus pensamientos - ¿Cuántas veces tengo que explicarte que por unos meses hay que tratar de pasar desapercibidas? ¡Contéstame Tzuyu! ¿Cuántas veces tengo que explicarte? – insistió irritada

La taiwanesa cruzó aun más sus brazos de ser posible – Si no me dejaste usar mi Porsche, al menos hubiéramos salido en tu Mercedes – alcanzó a murmurar

Gracias a Dios que el taxista frenó antes de que Nayeon pudiera contestar. La peliroja pudo divisar a un impaciente Jimin en la vereda.

– Dijeron en una hora – les reclamó el chico apenas las tuvo de frente.

– Calma tu bombacha princesita, y no me mires así – lo frenó Tzuyu – SI hubiéramos usado MI…

– YA SABEMOS QUE SI HUBIERAMOS USADO TU COCHE HUBIERAMOS LLEGADO ANTES, PERO NO LO HICIMOS TZUYU. YA NOS TIENES CANSADA CON TUS QUEJAS – para sorpresa de los otros tres, Sana había perdido la paciencia que la caracteriza. Las ideas y vueltas con la taiwanesa no la tenían bien. Después de la fiesta de despedida, se había prometido firmemente que no iba a dejar que Tzuyu hiciera y deshiciera cuando ella quisiera, se iba a poner firme en exigir de la taiwanesa mucho más de las migajas que recibía. Pero después la estúpida de Tzuyu la tuvo que seguir a su cuarto y bastó con que le susurrara dos o tres cosas lindas para que Sana dejara que Tzuyu la pusiera contra la pared y la hiciera gritar rápidamente su nombre. Las convicciones de la bailarina se habían ido a la miércoles junto con la ropa interior de la misma.

I'm not for you [2yeon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora