Bebés.

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Lan Wangji no se casó con la chica.

Ella insistia en casarse, pero Xichen les negó darles su bendición y planear una boda, al igual que pasó con su madre, la instalaron en una pequeña cabaña muy dentro de los terrenos de la secta Gusu Lan.

La historia volvió a repetirse con ellos.

Lan zhan venia despues de los deberes que debia hacerse, el pequeño ya de seis meses iba creciendo bien, muy bien a decir verdad, según el doctor parece saludable.

La mujer suspira acariciando su ya crecido vientre, redondito y sintiendo frio al no sentir a Lan Zhan a su lado porque debia cumplir con sus obligaciones.

Se muerde el labio y mira a alguien en la ventana, sonrie mientras toma una pieza de jade para entregarsela y pagarle con ella una pequeña mercancia que le daria. Un hombre pelirrojo pero por la mascara no se notaba sus ojos mas que un color chocolatoso.

-¿Como va todo?

-... Como siempre.

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-¡A-Ah... Lan Zhan ah...!

Sintió como volvia a hacerse paso, su cuerpo habia dejado la practica pero aun recordaba ese intruso travieso que daba paso hasta sus entrañas para hacerlo sentir bien, sus manos libres en la espalda de su querido jade, permitiendo que lo llene de marcas de arañazos, su lengua pasandola por ese blanco y puro cuello de Lan Wangji dejando sus marcas de pertenencia en toda su piel, dejando que el Lan le abra mas las piernas para acomodarse mejor y seguir con el movimiento dentro de el entrando completamente en su interior uniendose, haciendose uno solo.

-Lan zhan... ¡Ah... Lan zhan porfavor... no me dejes...!

Sus brazos y piernas se aferraban a su querido ex esposo que le hacia el amor, no queriendo soltarlo por nada del mundo, pensando que si lo hacia, se iria para siempre de su lado sintiendo como ambos terminaban sincronizadamente, las manos de Lan Zhan apretando las sabanas bajo su Wei Ying que se aferraba y arañaba su cuello sintiendo el placer de ambos sobre el. Se sintió calido y lleno, besó a su ex pareja con cariño correspondido.

Aun se amaban.

No podian dejar al otro.

Wei Ying despues de meses volvia a sentirse feliz, lleno, completo.

Volvió a ser suyo.

Dando suaves besos en las mejillas de su Lan Er-ge repitiendole lo mucho que lo amaba, cuanto lo extrañaba y cuanto le dolia cuando pensaba que dejó de amarlo llorando en cada beso que le daba a sus palidas mejillas, dejó que volviera a acaricar su piel, que mordisqueara donde el quiera, se entregaria a el en cuerpo y alma.

Porque Wei Ying amaba a su Lan Zhan con toda su oscura alma.

A pesar de que lo engañó, se divorció y ahora esperaba un hijo con otra persona, no le importó entregarse nuevamente a su querido Lan Zhan.

...

Sus parpados pesaban, su cuerpo lo sentia frio y adolorido, se llevó una mano a su rostro para quitarse la pereza que sentia en todo su ser. Dió media vuelta en su cama sintiendose completamente agotado a pesar de ya ser mas de medio dia. Su cuerpo estaba limpio, cambiado y aseado por completo, sonrió al saber que fué Lan Zhan que lo hizo como cada mañana, aunque no olia el desayuno, supuso que estaba recien trayendolo.

-Uhm Lan Zhan... ¿Donde...?

Abrió los ojos y no vió a Lan Zhan a su lado, ni en ninguna parte de su habitación en Yumeing, ni su ropa, ni a Bichen, ni su cinta.

InfidelidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora