The Deadly Hunt

Capitulo 1

Crystal

Sus labios se movían sobre los míos y sus manos sostenían mi cadera. Me separe para tomar aire.

Sus dedos recorrieron mi mejilla, alejando de mi cara un mechón de cabello. Sus ojos brillaban de una forma extraña, y se movían por todo mi rostro. Me daba ternura que me mirara como algo único. Y era algo tan raro, sentirse así de especial para una persona.

-Me estas mirando como si estuviera muriendo - susurré mientras me separaba para dejar caer mi cabeza sobre su hombro. Comencé a reírme lenta y pesadamente. Pero era un chiste malo, y muy cruel. Así que pare, cuando su ceño se endureció. - Per... Perdón.

Me dio un suave beso sobre mi cabeza, susurrando un "No importa" y se acomodó nuevamente, quedando medio acostado y medio sentado sobre el piso.

Pasamos un par de horas allí mismo, apoyando las espaldas en un sillón, sin nada que decir. No tendría que haber hecho ese chiste. A veces mi estupidez era tan grande que ni yo podía controlarla. Él había perdido sus padres - ambos - en el primer MOD. Esto había sucedido hace tan solo 2 años, dejándolo a él con sus dos hermanas pequeñas Sid y Sally. Su hermanito de 2 años, Jason, murió junto a sus padres. Sin duda, no podía jugar con la muerte, ya que él, la había visto en sus seres queridos tres veces anteriormente. Pero soy tan, pero tan estúpida,

Me separe de él, sentándome justo en frente. Tome su cara firme en mis manos, y lo mire a los ojos.

-Jaden, de verdad, perdóname. Sabes que soy estúpida, muy, muy, muy, muy, muy, muy estúpida, y aun así me quedo corta. Dios, perdón. - Me sentía realmente culpable. Era algo con lo que nadie tenía derecho a jugar.

Pero aun así, el corrió suavemente mis manos de su cara, para luego tomarme el cuello. Se inclinó sobre mí, levemente, rozando sus labios en mi frente. Siempre había sido así entre nosotros: Yo era la estúpida, la sarcástica, la que cagaba el momento, la que hacia chistes con cualquier cosa animada e inanimada, y él era lo dulce, lo terriblemente empalagoso - tanto que debería hacerle un cartel de advertencia que diga "CUIDADO: Puede llegar a darle un severo ataque de diabetes" y pegarlo en su frente. Lo cual, intente hacer en repetidas ocasiones -, la luz, poéticamente hablando.

Observamos juntos el atardecer. Por dios ¿Por qué esto tendría que parecerse tanto a una novela empalagosa de amor? Como sea, nos despedimos, y fuimos cada uno a su habitación.

Y por alguna extraña razón, no lograba despertarme. Sabia, sabía muy bien que era un sueño, pero no lograba abrir los ojos. Sentía explosiones, gritos y llantos desgarradores, disparos, cosas horribles, como si una batalla se escondiera justo detrás de mis parpadas sellados. El grito de una mujer resonó justo al lado de mi oído izquierdo, se introdujo en mi mente, volviéndome loca. Una bomba estalló en el oído derecho, y me hizo voltear la cabeza hacia la misma oscuridad de la que no podía escapar. Era algo desesperante, muy desesperante. Me "Insoportaba" como solía decir Sid. Un crujido, una pisada en la madera se abrió paso entre todo el sonido. Era algo inútil e insignificante, al lado de todo el horror que ocurría junto a mí, pero increíblemente, este sonido había logrado algo en MÍ...

Abrí los ojos. Respirando pesadamente, e incorporándome sobre mis codos.

Pero definitivamente no estaba sola.

Ese "insignificante" sonido, ya no lo era tanto

Una mujer - específicamente, una adolescente. Tenía aproximadamente 17 años, mi edad - estaba apoyada en el marco de la pared, sosteniendo una larga daga entre los dedos, con un pie sobre el otro. Su actitud reflejaba que no se habría quejado de haber tenido que estar ahí por mil años.