Crónicas de una familia no tan primeriza [#3] ψJohnilψ

❝ 014 ; ¡santa claus! ✩ ❞

Las épocas navideñas eran las favoritas de casi todos. La mayoría tenían buenos recuerdos de aquellas fechas de nieve, comida, regalos y convivencia familiar.

Y la familia Seo Moon no era la excepción. Ellos amaban las fechas navideñas, de esta forma se hacían mucho más unidos de lo que ya eran y convivían bastante con sus amigos. Chaeyoung y Jinho deseaban tanto la llegada de esta fecha sólo para poder tener miles de regalos y si tenían algo de suerte conocer al viejo barbón que los traía.

Chaeyoung vestía su pijama todavía, se encontraba sentada en la mesa mientras con sus manitos amasaba la masa de galletas que su papi Taeil le encargó. Todos en la casa se disponían a ayudar en algo cuando el veinticuatro de Diciembre llegaba y sabían que por la noche llegarían sus amigos o familia.

—¿Estás emocionada, Chae?— el olor de la nueva ronda de galletas recién horneadas se esparcia por el aire, deleitando a cualquiera.

—Sí, papi— la pequeña asintió y sonrió abultando sus mejillas tiernamente —¿Santa nos traerá muchos regalos? Jinho y yo hemos sido niños muy buenos, ¿Cierto?

—Claro que sí, ChaeChae. Se han portado tan bien que Santa los tiene en la lista de niños buenos— tomó una galleta en forma de estrella y la sopló un poco para luego pasarsela a la menor, quien la tomó enseguida.

—Ahora ve a buscar a Jinho al patio con papá y llevalo al baño. En unos minutos subo para ayudarlos a darse una ducha— se agachó y dejó un besito en su naricita rojiza.

—¿Me pondrás el suéter de Winnie Pooh que me regalo el Tío Sicheng?— los ojitos de la castaña se iluminaron, observándole fijamente.

—Sí. Lo que tú quieras usar preciosa— lo siguiente fue sentir los brazos de su hija rodeando su cintura y pegando su mejilla a su abdomen.

[...]

La noche había caído y la mayoría de personas ya se encontraban refugiados en sus cálidas casas, esperando poder festejar pronto. Jinho fue el primero en ser arreglado, su cabellito castaño claro tenía rulitos y vestía un bonito suéter tejido por su abuelita Seo, sus mejillas estaban teñidas de carmesí pues por estas fechas y las bajas temperaturas que le acompañaban su naricita y mejillas se teñían.

Había bajado con el teléfono de su papá Young Ho entre sus manitos. Quería hacer una llamada antes de que sus tíos llegarán y ya no tenga tiempo de hacerlo por la vergüenza que le daría.

Buscó el contacto y presionó el ícono del teléfono para comenzar la llamada. No espero más de diez segundos cuando el molesto pitido de espera cesó y del teléfono salió la voz que tanto quería escuchar.

—Wooseok— dijo sonriente.

—Jinho hyung~ contestó tiernamente el contrario —¿Ya estás listo para recibir a Santa? Este año estoy dispuesto a dormir después de las doce para poder verlo.

—¿Es posible que lo logres?— el menor hizo un sonidito de afirmación y Jinho rió —¿Qué le pedirás a Santa?

—¡Un hermano! ¿Y tú?— Jinho mordió su mejilla interna tratando de encontrar una buena mentira para decirle a su amigo.

¿Cómo podía decirle que le pidió a Santa dejarlo bajo su árbol de navidad porque lo extrañaba? Desde que Wooseok se fue de vacaciones a China para festejar con la familia de su papá Yan An, Jinho se sentía solito.

—Juguetes— mintió de la mejor manera que pudo.

Estuvieron hablando diez minutos más, tiempo en el que Wooseok le contaba al castaño como era China y lo feliz que se sentía de estar con sus abuelos. Jinho se sentía mal porque él quería que el pelinegro estuviera a su lado en Navidad y así juntos quedarse despiertos hasta la media noche para conocer a Santa, le parecía que su deseo de Navidad era algo egoísta.