❝ 008 ; luna de miel pt.2 ✩ ❞

500 62 27
                                    

Durante cuatro días, los esposos que años después de su boda celebraban y disfrutaban su luna de miel, pasearon por la gran ciudad natal de Seo.

En esos días, fueron a todo lugar turístico y no tan turístico que Chicago tenía, algunas veces acompañados de los señores Suh; compraban mucha ropa y recuerdos para ellos dos, los padres de Taeil, sus amigos y sobre todo para Chaeyoung y Jinho.

Hoy era el último día que tendrían de vacaciones, mañana partirían temprano de nuevo a Seúl; así que decidieron pasarla en la gran playa que la ciudad tenía. La playa no se encontraba tan lejos de donde se hospedaban, sólo los separaba unas cuatro cuadras de ésta.

Mientras caminaban rumbo al lugar, Taeil no podía evitar quedarse viendo a los fuertes y expuestos brazos de su esposo; aunque tampoco podía evitar notar las miradas insolentes de las chicas y chicos sobre su Johnny.

—¿Qué pasa, my love?— el estadounidense alzó una ceja mientras volvía a remangar sus mangas —¿Tengo un bicho?

—No— Moon negó, con una sonrisa algo forzada. Llevó sus manos a las mangas blancas de la camisa de John y las bajó, dejando menos que ver —Deja de mostrar tus brazos.

—Pero hace calor— se quejó Young Ho volviendo a doblar las mangas cortas.

—Entonces yo mostraré más mis piernas con estos shorts— exclamó severo Taeil. Cuando se iba a agachar para levantar un poco más esos shorts que tenía, Seo le detuvo su mano.

—No— dijo firme y sin temblor, haciendo que el pelinegro regresará a su posición normal pero con un gran puchero en sus labios.

Taeil se apresuro a adelantar a Johnny dejando al castaño detrás de él cada cinco segundos. John trataba de igualarse al paso del bajito, pero éste comenzaba a trotar volviendo a dejarlo atrás. Al final, Young Ho entendió que si no obedecía a su lindo esposo, éste estaría enojado con él todo lo que resta del día; sin más bajó sus mangas, dejando ver menos.

—Ya llegamos— comunicó el estadounidense al mirar frente a ellos el mar y toda la gente que se encontraba tomando sol o refrescando su cuerpo.

Taeil se volteó a verle y al observar que ya tenía su camisa normal, las orillas de sus labios de alzaron y se acercó al alto para depositar un rápido beso en sus labios. Young Ho rodó los ojos con una sonrisa burlona y siguió a su esposo.

Al llegar al lugar que Taeil creía indicado, Johnny dejó caer con cuidado a la arena la mochila en donde traían sus toallas, billeteras, un cambio de ropa, la cámara y algunos juguetes para arena como una cubeta, una pala y figuritas. Extendieron una manta y allí se sentaron un rato observando la lejanía y escuchando las olas de mar chocar y romper en la orilla.

Luego de un rato, Young Ho decidió hacer un castillo de arena mientras esperaba que su esposo se decidiera que merendar. Por otra parte, Taeil optó por sacar la cámara del menor y tomar unas cuantas fotos para los recuerdos de aquellas vacaciones que terminarían en un álbum.

Ambos esposos y padres, deseaban pronto viajar a la playa pero ahora en compañía de sus pequeños hijos.

—¡Taeilie, mira!— Young Ho sonreía emocionado, apuntando su humilde castillo de arena. Incluso sus mejillas que se veían abultadas tenían restos de arena blanca.

El nombrado se puso de pie para acercarse y fotografiar mucho mejor el entusiasmo de su esposo y dijo —Esta muy lindo, cariño— dicho esto le dio una patada, derrumbando enseguida el castillo bajo los propios ojos del menor.

—¡Moon Taeil!— gritó Young Ho parándose de la arena para seguir al bajito que corría hacia su manta a guardar la cámara —Ven aquí hyung malo.

Crónicas de una familia no tan primeriza [#3] ψJohnilψDonde viven las historias. Descúbrelo ahora