ଏ ━ ❛ 𝗧𝗛𝗘 𝗛𝗜𝗟𝗟𝗦

02

Como se dijo anteriormente Jisung parecía una montaña rusa llena de vueltas, subidas y bajones. Cualquier cosa que encontrara para desahogarse o pasar un poco el rato terminaba decepcionándolo y terminando de nuevo sin hacer nada.

Seguía preocupando a sus padres, ya pronto comenzaría la primavera y Jisung aún salía con 1 hoodie y un abrigo que le llegara hasta las rodillas ¿Por qué? Fingía lo que fuera para que nadie viera su oscuro aspecto.

Buscaba que alguien lo ayudara, sin embargo, nadie en su escuela lo apreciaba tanto como para salvarlo de los insultos y humillaciones que hacían algunos de sus compañeros aún. Pues, habían pasado casi un mes ya luego del suceso con Lee Minho, muchos de sus compañeros olvidaron lo sucedido y dejaron de insultarlo, pero no faltaba el idiota que se le acercara precisamente para molestarlo o incomodarlo. 

Con una simple palabra como "Gallina" Han ya estaba en el baño, encerrado, y tratando que sus lloriqueos no fueran escuchados. Fueron muchas las veces qué, por llorar en vez de ir a clase, visitó la oficina de sus coordinadores y directivos. Sus padres decidieron hablar con los profesores y darle un poco de paciencia al chico, lo ingresaron a unas clases de guitarra para ver si esto lo mejoraba pues aún no se sentían bien aceptando que su hijo tuviera depresión, ni conocían la razón del por qué su hijo lloraba a diario, tampoco sabían que el pequeño comenzó a sufrir de una ansiedad mayor, desde muy niño fue afectado por la ansiedad social, sin embargo, luego de la humillación de su Crush, Jisung había sido atacado por la ansiedad, hasta dormido o al despertarse.

 En cuanto a las clases de guitarra, él tuvo que aceptar que le sirvieron para comenzar a tocar el instrumento, para distraerse. Cómo era algo obligatorio que no tuvo la opción de elegir siempre se quedó callado y sólo atendió en estas, sentía que debía actuar como una persona cualquiera.

Un día, luego de sus clases de guitarra de los Jueves, al salir encontró a un par de sus compañeros con los que compartía instrumento, fumando. Valiéndoles poco que fuera un lugar prohibido para realizar aquello.

Jisung casi susurrando preguntó si podía acompañarlos en su trayecto pues estos no parecían querer ir a sus hogares aún.

En el camino al parecer hacia afueras de la ciudad, sus compañeros le preguntaron si sabía lo que era un cigarrillo y si sabía fumar.

El negó fuertemente con la cabeza, agachándola un poco.

Sus acompañantes se burlaron de él durante unos segundos para luego ofrecerle un poco de ese objeto que era ilegal en su vida, o, así se lo enseñaron sus padres.

Él lo aceptó, tenía algo de miedo de aquellos tipos pero no quería irse sin saber que harían con esa droga.

Al primer intento tosió muchas veces, sus acompañantes volvieron a reír y se lo retiraron de las manos con la excusa de que era un chico muy pequeño para ese tipo de cosas.

—No lo soy. Tenemos la misma edad ¿Cómo voy a ser algo pequeño para fumar?— Dijo en un momento lúcido de confianza propia.

Uno de ellos chifló por la confianza del de cachetes gordos y tiernos. El otro se lo ofreció de nuevo.

Jisung dudando de lo que hacía, lo recibió, lo ingresó entre sus labios imitando la posición de sus contrarios.

Y ese intento fue exitoso, esta vez no tosió, se ahogo un poco, el olor era horrible, le quemaba sobre la garganta y sus ojos comenzaban a aguarse, sin embargo, Jisung no quiso parar.

De ahí, sus "amigos" y él salían luego de las clases de música para fumar cerca de las afueras de la ciudad, justo donde nadie pudiera verlos y los automóviles fueran pocos, aún más a la hora en que visitaban el sitio.

Todo lo hacía ver más grande, un chico más rebelde, más atractivo hacia las niñas hormonales de tanto adentro como afuera de su escuela.

Dejó de ocultarse porque lo que fuera esa cosa que fumaba, comenzaba a subir su ego.

Sus ojos rojos eran escondidos por las gafas de sol que utilizaba cuando salía de la escuela, perfecta excusa, pues el sol ardía a ese tiempo.

Se hizo amigo de aquel par que lo enseñó a realizar algo ilegal por primera vez en su vida. Han podía ser un primerizo, pero era un buen primerizo que aprendía rápido y no divulgaba. Eso era exactamente lo que le faltaba a ese par para ser un trío perfecto.

Ahora, los Jueves luego de clases podía decir claramente que tenía planes. Salía con sus "amigos" a fumar, se la pasaban hablando de cualquier estupidez, de igual manera no era nada de contar secretos o contar sobre alguien que les atraía, en ese trío no se hablaba de cosas serias, su actividad principal era fumar, la segunda era pensar en todo lo que pasaba por sus cabezas entre el polvo los hacía viajar más y la tercera era quizás, pronunciar tres palabras...

Han Jisung no compraba sus propios cigarrillos, pues sus "amigos" le dijeron que sería peligroso para un nene de papá y mamá como él, se quiso hacer el fuerte, pero al final de todo no lo logró. Así que sus compañeros eran los encargados de darle su dosis semanal.

En parte, era positivo que Jisung estaba acostumbrado a fumar solamente los Jueves pero esta actividad seguía siendo ilegal y él no estaba consciente de eso, ni de lo perjudicial que podía ser para alguien de su edad.

Sólo le gustaba divertirse y disfrutar tranquilamente de lo que ese polvo le hacía sentir.

El fumar se había vuelto su remedio para no pensar en el resto de cosas qué pasaban a su alrededor. Era eso, o, caer en depresión de nuevo...

Y él, decidió la primera opción, pues no quería volver a ese hoyo que se había vuelto tan conocido para sí mismo en los dos últimos meses.