Observó el cielo completamente celeste, viendo alguna que otra nube tapando su visión mientras el viento chocaba contra su rostro volando su cabello.
Se encontraba en el patio de su casa, sentado en un pequeño columpio bajo un árbol, moviéndose pero sin llegar a columpiarse.
Aún no se acostumbraba a llamar esa casa como su hogar, su hogar de toda la vida estaba a poco menos de tres kilómetros. Unos meses atrás aún en su antigua casa el ambiente entre sus padres y él se había vuelto tenso e insoportable junto a todo, terminando por tomar la decisión de irse de la casa junto a su padre.
Y en aquel día todavía no estaba acostumbrado a despertarse, levantarse a desayunar y no encontrarse con su madre saludandolo, ni que su padre tampoco se encontrara debido a que había comenzado a trabajar más por los mayores gastos que ahora tenía.
Se sentía más solo que nunca.
Su madre le había rechazo y ya no mostraba mínimos signos de preocupación por su hijo, mientras su padre no se encontraba nunca y su pareja se encontraba lejos. Él sabía que realmente no estaba solo, tenía a sus amigos y conocidos con los que pasar tiempo, pero igualmente se seguía sintiendo solitario y miserable.
Por eso mismo fue que en un episodio de impotencia decidió mandar a la mierda sus dos meses de abstinencia por los cannabis y terminó por decaer, aunque nadie sabía de esto. Su dependencia por este seguía intacta, y no dejaba de sentirse cada vez peor.
Todo iba mal y no estaba seguro en ningún lado. Su hogar ya no era su hogar, al igual que sabía que no sería bien recibido si quisiera regresar a su antigua casa.
Ya no contaba con un hogar y los confortables brazos de Minho no estaban allí para hacerlo sentir seguro. Pensaba que era un idiota por sentirse mal por eso.
Con el rostro como una piedra y un notable mal humor tomó su móvil y notó varios mensajes no leídos en su Kakao.
Sin pensarlo y aún de mala gana abrió uno al azar, encontrándose con un mensaje que Minho le había dejado hace diez minutos.
MinMin;
Oye, cariño.
Tengo algo que decirte, ¿puedo llamarte?
No dudó en responderle el mensaje y esperó con tranquilidad, dejando ver cuando recibió una videollamada del contrario que no dudó en responder.
Su ánimo se volvió muy bueno rápidamente, ya no solía hablar tanto con Minho como antes solía hacerlo y cada llamada o intercambio de audios lo dejaba con una sonrisa boba y los ánimos por el cielo.
En su pantalla se dejó ver un sonriente Minho al mismo tiempo que Felix acomodaba su móvil para que su cámara tuviera una vista completa de él, dejándolo en la mesa a su costado parado con ayuda de una cartuchera.
─¿Cómo te encuentras, Lixie?
El menor no pudo evitar sentir sus mejillas calentarse y sonreír con disimulación. ─Me encuentro algo aburrido, estos últimos días no tengo mucho que hacer. ¿Tú cómo estás?
─Al contrario que tú estuve bastante ocupado, pero ya no, ahora mismo tendre poco más de una semana "libre". Por eso estuve pensando y creo que iré unos días a casa de mi madre. Quizás pueda quitarte el aburrimiento. ─Minho le sonrió en cuanto vio como el rostro de Felix cambió en una mueca feliz. ─No nos vemos hace ya casi dos meses y es tiempo de volver, los extraño mucho a todos.
Felix asintió. ─No nos hemos podido ver en fechas importantes y, en serio me hace falta verte. ¿Le dijiste a tu madre que volverás?
─Sí, la llamé más temprano y ya está planeando un almuerzo por la bienvenida, creo que exagera mucho. ─Rió un poco mientras observaba la pantalla en frente suyo y notaba el estado del menor. Este tenía sus ojos algo rojos junto a las pequeñas bolsas bajo estos, además de su palidez. ─¿Has estado sintiéndote bien... en ese sentido? Tú entiendes.
El chico quiso no responder, sabía muy bien que su salud mental iba en picada junto a su salud física pero no quería preocupar a nadie. ─No estoy muy bien si es que soy sincero. Estoy en un período lleno de cambios y no ayuda mucho. Tengo ataques de pánico más seguido que antes. ─Intentó mostrarle una sonrisa. ─Igualmente estoy intentando cuidarme y que al menos mi salud física esté mejor, no te preocupes.
Minho alzó una ceja antes de fruncir el ceño. Conocía bastante bien a Felix, o al menos lo suficiente para saber que este no estaba diciendo la verdad o no totalmente.
Los ojos del chico se veían tristes, los había visto así muchas veces pero el estar lejos de él y no poder hacer algo le dejaba una sensación horrible en el pecho.
─Se supone que todo está donde debería estar. Mis padres se separaron, Yoonoh se ha ido, mi abdomen cicatrizó y en la escuela ya nadie molesta, pero todo está mal igualmente. Me da impotencia ─notablemente sus ojos comenzaron a cristalizarse mientras hablaba y bajó la mirada rápidamente ─, no puedo hacer nada. Hice todo lo que podía hacer para estar bien pero no duró más de unas semanas porque mi salud empeoró y todo volvió a irse por la borda otra vez. Ya no sé que mierda hacer.
Observó como el menor cubría su rostro con vergüenza, se encontraba demasiado sensible y cualquier cosa de la que hablara le hacía mal, mucho más sabiendo que se trataba de Minho y que días después seguia sintiendose sumamente culpable por lo sucedido con Hyunjin.
─Iba a esperar para ir el viernes y quedarme el fin de semana pero podemos encontrarnos hoy o mañana si lo necesitas. No sé que tanto pueda cambiar faltar a una clase. ─Se quedó pensando en silencio por unos segundos donde su mirada se dirigió al piso donde se encontraba. ─Mierda sí, haré eso.
Felix negó una y otra vez. ─No lo hagas, no es tan necesario. Esto pasa siempre y no es importante, quedate para tu clase, eso si tiene real importancia.
─¿Tú... en serio, esto? ─Balbuceo. ─¿Hace cuánto estás sintiendote así? ─Preguntó sorprendido y mareado. Él había pensado y había estado tranquilo pensando que Felix se encontraba bien. Escuchar la verdad le cayó como una cubeta de agua fría.
─Hace unos pocos meses. En serio no es nada, estoy tratando esto y la medicación me está ayudando.
Minho pensó por un rato largo con la boca abierta y el ceño un poco fruncido. ¿Estaba hablando en serio? ─Tú... ¿por qué no me dijiste nada de esto? ¿Entiendes lo grave que es que estés tomando tantas medicaciones? Estás saliendo de tus vicios Lee Yongbok, tu organismo no va a poder regularizarse nunca.
─No tuve tiempo de decirte nada de esto Minho, te lo hubiera dicho si pudiera. No quiero molestarte porque estás muy ocupado con los estudios y si no tienes tiempo para hablar no iba a decirte para hacer una llamada o algo así.
─Felix esto es serio, debiste habermelo dicho igual. Sabes los horarios de mis clases, mientras no esté en una puedo hacer tiempo para hablarte. ¿Por qué haces esto?
¿Cómo mierda le diría que ya había intentado decírselo?
Algunos días en plena recaída mandó mensajes amistosos buscando una respuesta para contarle cómo se encontraba, pero la respuesta jamás llegaba.
Luego de insitir por algunos días optó por mantenerse en silencio. Después de todo ya estaba acostumbrado a eso.
Hubo silencio mientras el menor volvía a tomar una mejor postura mientras secaba sus mejillas de las pocas lágrimas que habían caído, desacomodando su camisa en el movimiento. En consecuencia se dejó ver una notable mordida en la clavícula del chico junto a su tatuaje, algo que claramente Minho vio.
─Me siento demasiado culpable por todo lo que pasó, no quiero hacer responsable a nadie más.
Minutos después no se volvió a hablar del tema. Todo estaba claro.
La conversación duró unas horas más y mientras tanto Minho continuaba pensando en esa conversación.
Algo había cambiado.
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my bf's best friend» hyunlix
FanfictionFelix estaba en una relación abierta a la distancia, algo que lo cansaba un poco. Por lo que ya harto de aquella situación, y algo impulsivo también, no tuvo problemas en comenzar a tener encuentros con el mejor amigo de su novio, Hwang Hyunjin. Aun...